La gran campaña evangélica organizada por la Misión del Sureste en Mérida, capital del exótico estado de Yucatán, significó, con la bendición de Dios, la ganancia de 550 almas unidas a la iglesia mediante el bautismo.

Fue un esfuerzo total en pro de la predicación del Evangelio. La radio, la televisión, la prensa, la predicación, la obra personal fueron usados profusamente para pregonar la verdad.

El territorio

La ciudad de Mérida, con 200.000 habitantes, es la principal de la Misión del Sureste que cuenta con casi 10.000 miembros de iglesia. La Iglesia de Mérida contaba con unos 150 miembros, en su mayoría ganados para Cristo en una anterior campaña evangélica que databa de diez años. Mérida es una ciudad dinámica, turística. Cuenta con una universidad y un instituto tecnológico.

Trabajo previo de preparación

La preparación de la ciudad comenzó ocho meses antes de la primera conferencia. Se usaron cuatro medios.

1) Carteros Misioneros. Unos 60 hermanos laicos trabajaron con unas 750 personas, llevando semanalmente a sus hogares las lecciones del curso por correspondencia La Voz del Hogar. El día antes de comenzar la campaña se realizó una magna graduación de estos estudiantes que luego fueron el núcleo principal de los asistentes a las conferencias. Dirigieron el trabajo los directores de radio de la Unión Mexicana y la Misión del Sureste, Prof. David G. Poyato y pastor Jerónimo Madrigal, respectivamente.

2) Radio. Se trasmitían por las emisoras locales el programa La Voz de la Esperanza y La Voz del Hogar; este último es un microprograma grabado por el evangelista.

3) Televisión. Dos meses antes de las conferencias se trasmitió un programa de TV grabado por el evangelista. Se calcula que un 80% de la población vio el programa.

4) Encuesta. Un mes antes de las conferencias se visitaron 12.000 hogares pidiendo al público que contestara un formulario acerca de los temas preferidos. Luego se visitó nuevamente a todos llevándoles una invitación a las conferencias.

Equipo evangélico

Estaba compuesto por obreros de las Uniones Mexicana y Centroamericana.

Evangelista: Pastor Carlos Aeschlimann Hernández.

Evangelistas asociados: Pastores Esteban López Porras y Pedro Araño Molina.

Pastores locales: Jacob Saviñón y Francisco Argüelles.

Instructores: Pastores Antonio Escandón, Roberto Folkenberg, Lázaro Concha, hermanos Oscar Guillén, Antonio Acosta, Patricio Pérez, Eduardo Pérez Cabrera, Rubicel Bastar, José Hayasaka, Jeremías Miguel, Sotero Salomé, Amalio García, Heraclio Caamal, Agustín Galicia, Bernardo Javier P. Instructoras: Sra. de López Porras, Josefina Torres, Rebeca Ruiz. En total, 23 obreros que trabajaron en perfecta armonía y completa dedicación.

Organización

La magnitud de la campaña requería una perfecta organización. La dirección general la ejercía una junta presidida por el presidente de la Misión del Sureste, pastor Velino Salazar. Las resoluciones concernientes al trabajo evangélico las tomaba una comisión ejecutiva presidida por el evangelista y jefes de equipo y comisiones.

Funcionaron las siguientes comisiones:

1. De prensa y relaciones públicas.

2. De música y programas especiales.

3. De propaganda.

4. De acomodadores.

5. De arreglos especiales.

6. De secretaría.

7. De compilación de materiales.

8. De administración y finanzas.

9. De asuntos pastorales.

Los obreros estaban divididos en cuatro equipos evangélicos. Cada equipo tenía un jefe que dirigía, orientaba y aconsejaba. El Jefe repartía el trabajo, revisaba los resultados y ayudaba en caso de problemas menores. Solamente los problemas mayores eran presentados al evangelista.

Propaganda

Se usó la radio, la televisión y la prensa. Además se enviaron invitaciones a todos los alumnos del curso por correspondencia y a los encuestados. Se pusieron carteles en los negocios y se imprimieron volantes. Se realizó una gran promoción para que los hermanos llevaran visitas, sugiriéndoles que cada uno llevara no menos de cinco.

Gradación del trabajo evangélico

1. Conferencias. Se comenzó con conferencias sociales y cristianas. Se daban conferencias en cuatro lugares simultáneamente. El evangelista en dos teatros de la ciudad y los dos conferenciantes asociados en dos ciudades vecinas.

2. Clase bíblica. Luego de las primeras conferencias se organizó una clase bíblica. Los asistentes recibían una Biblia y los evangelistas impartían una clase que los interesados seguían Biblia en mano.

3. Clase bautismal. Desde el principio se organizaron clases bautismales para niños, jóvenes y adultos. Funcionaron en forma permanente doce clases bautismales.

4. Obra bíblica personal. Los obreros de los equipos evangélicos daban estudios bíblicos en los hogares de los interesados. Para los estudios bíblicos se usó un curso especial para público católico denominado Curso Bíblico del Hogar. Para las clases bautismales se usó un curso especial denominado Nosotros Creemos.

Temas

El evangelista presentó las siguientes series de temas:

a) Temas sociales: Delincuencia Juvenil, El Hogar, La Educación de los Hijos, La Felicidad, La Salud Mental, El Alcohol, El Tabaco, Problemas de la Juventud.

b) Temas de base cristiana: Existencia de Dios, Jesucristo, La Biblia, La Oración.

c) Temas escatológicos: Daniel 2, Segunda Venida de Cristo, Señales, Tierra Nueva.

d) Temas cristológicos: Origen del Pecado, Plan de Salvación, Arrepentimiento y Confesión, Justificación, Santificación.

e) Temas distintivos: La Verdad, El Juicio, La Ley de Dios, El Sábado.

f) Temas eclesiológicos: 2.300 días, Historia de la Verdad, La Iglesia Primitiva, El Derrumbe de la Vendad, La Restauración de la Verdad, La Iglesia Adventista.

g) Temas sobre el más allá: La Vida, El Misterio de la Muerte, Resurrección, Vida Nueva.

h) Temas de afirmación: Normas de Vida y Salud, Espíritu de Profecía, El Diezmo, La Organización de la Iglesia.

i) Temas de decisión: El Bautismo, Nuevas Criaturas, Sígueme, etc.

Curso de evangelismo

Funcionó un curso de evangelismo con clases todos los días. Las materias fueron:

Evangelismo: Pastor Carlos Aeschlimann H.

Evangelismo Personal: Pastor Pedro Araño Molina.

Psicología Pastoral: Pastor Carlos Aeschlimann H.

Además presentó varias clases sobre la doctrina y el culto, el presidente de la Unión Mexicana, pastor Alfredo Aeschlimann B.

Participación de los hermanos laicos

Constituyeron un poderoso elemento de éxito en la campaña. Colaboraron en las siguientes formas:

a) Trabajo previo.

b) Invitando público a las conferencias.

c) Integrando las diversas comisiones.

d) Ayudando como acomodadores.

e) En partes especiales.

f) Atendiendo muchas funciones pastorales.

g) Dando estudios bíblicos y preparando candidatos para el bautismo.

Cifras elocuentes

Graduados en los cursos por correspondencia

750 alumnos

Visitas por la encuesta hogareña

12.000 hogares

Asistencia a las primeras conferencias

2.500 personas

Alumnos —en el Curso Bíblico

1.800 personas

Interesados que recibían estudios bíblicos

1.850 personas

Bautizados

550 almas

Costo de la campaña

$ 15.200.00 dólares.

Resultados

Se celebraron seis ceremonias bautismales. En una de ellas se unieron con la iglesia 124 almas. Para que más de mil personas pudieran observarla se celebró en tres turnos. La última ceremonia en que estuvieron todos los obreros fue memorable: se unieron a la iglesia, en un solo bautismo, 153 preciosas almas. Oficiaron en la ceremonia tres pastores simultáneamente.

Como fruto de la campaña se organizó una nueva iglesia en la ciudad de Mérida. Se obtuvo un buen local y hoy funciona una iglesia organizada de más de 100 miembros.

Toda la zona resultó bendecida con la campaña, pues los obreros fueron a las distintas iglesias de las inmediaciones, dictaron conferencias y organizaron clases bautismales. Como resultado no menos de 200 almas conocieron la verdad.

La Misión del Sureste tendrá un año glorioso en ganancia de almas. Para el tercer trimestre ya tenía casi mil almas bautizadas. Es seguro que por primera vez podrá alcanzar su blanco de bautismos.

La campaña de Mérida significó no sólo la ganancia de centenares de almas, sino un reavivamiento poderoso en toda la región. Asimismo una nueva experiencia espiritual en los obreros que participaron.

De esa manera quedó demostrado nuevamente que el poder de Dios acompaña las labores de la predicación del Evangelio. La mies está madura, se necesita organizar una cosecha a fondo. Un genuino reavivamiento del espíritu evangélico que caracterizó a la iglesia primitiva es la respuesta al desafío de la hora.

Sobre el autor: Evangelista de la Unión Mexicana.