“En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia” (Prov. 17:17)

¿Qué significa para nosotras realmente la amistad? Es posible que usted todavía no se haya detenido a reflexionar sobre la necesidad y el valor de nutrir una amistad verdadera. Para nuestro equilibrio emocional es tan importante tener amigas como ser amigas. ¿Quién no sintió, en algún momento, la necesidad de compartir algo bueno, que le proporcionó mucha alegría, y se acercó al teléfono para contárselo a una amiga? O, al revés, ¿a quién nunca le pasó eso? Por cierto, hay ocasiones en que usted está triste debido a algún mal momento, y desea tener un oído amigo para compartir ese dolor. En ese caso, es muy grato encontrar a una amiga que esté dispuesta a oír y con quien podemos compartir tanto las alegrías como las cargas que llevamos.

Empatía

Las mujeres tienden a desarrollar la empatía más que los hombres. Un estudio llevado a cabo por la revista Family Circle [Círculo familiar], que abarcó a 1.500 mujeres, reveló que el 60% de ellas, cuando no se sentía bien, prefería hablar con su mejor amiga y no con su esposo. En parte, eso se debe al hecho de que una mujer puede entender mejor las circunstancias de la vida de otra mujer. Los estudios realizados acerca de las formas diferentes en que funcionan los cerebros masculino y femenino ponen de manifiesto que las mujeres tienden a pensar de manera más global, mientras que los hombres son más racionales y rápidos. Y, a la vez, se dice que los pensadores globales tienen más empatía. Sin duda, en un momento dado es muy importante disponer de alguien capaz de resolver problemas, pero hay momentos en los que las mujeres no necesitan respuestas racionales.

Cierta señora estaba planchando ropa, y quemó una blusa. Se dirigió a su esposo y, muy disgustada, le dijo: “¡Mira lo que pasó! ¡Quemé esta blusa que tanto me gusta!” Con calma, el esposo la observó y le dijo: “Claro; la plancha estaba muy caliente. Para que no te vuelva a pasar esto, tienes que cuidar que la plancha no esté tan caliente”. Pero, lo que ella realmente necesitaba en ese momento eran algunas palabras de consuelo como por ejemplo: “¡Qué lástima! Pero, no te aflijas. En la tienda vamos a comprar otra mejor”.

Algunas mujeres se sienten frustradas cuando descubren que sus esposos ven las cosas de esa manera. Según la sociolingüista Débora Tannen, los hombres se destacan como habladores. Emplean tres veces más palabras en público que en privado, porque les gusta presentar hechos. Las mujeres, a su vez, emplean tres veces más palabras en privado que en público, y se destacan en lo que llaman conversación íntima. Les gusta compartir experiencias; les encanta conversar entre ellas.

Cuando participo de retiros espirituales femeninos, descubro que, cuando se forman los grupos de oración, las mujeres comparten sus pedidos y sus aflicciones. Ponen las manos en los hombros de las demás, como si estuvieran diciendo: “Estoy aquí para apoyarte; quédate tranquila. Ahora tienes una nueva amiga”, o: “Seguiremos siendo más amigas que antes; siempre estaré orando por ti”.

Cómo conservar las amistades

Nacimos para vivir en sociedad; para mantener relaciones interpersonales, ya sea en el seno de la familia o en un círculo más amplio. Por eso, necesitamos conocer algunos factores importantes que tienen que ver con la conservación de la amistad. A continuación, presentamos algunas ideas al respecto:

• Salude a la gente con una sonrisa. La recibirá de vuelta.

• Trate a la gente en forma personalizada. A todo el mundo le gusta oír su nombre.

• Actúe de tal manera que su amiga sienta que usted la aprecia.

• Tenga siempre a mano una sincera palabra de elogio.

• Aprenda a oír, y déles importancia a los sentimientos de su amiga.

• Sea cordial, alegre y optimista en toda circunstancia.

Una amiga sincera es una de las más grandes bendiciones de Dios. No aparece sólo durante una fiesta, en momentos de alegría, ni en las horas cuando usted la puede servir. Siempre está presente, especialmente cuando usted necesita ayuda. Y recuerde: tan importante como tener amigas, es ser ese tipo de amiga.

Tenga presente también que hay un Amigo “más unido que un hermano” (Prov 18:24), es decir, Jesús. El conoce su corazón y está al tanto de todas sus ansiedades. Tiene mil maneras de resolver todos sus problemas. Respecto de este Amigo, la Biblia nos aconseja: “Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene andado de vosotros” (1 Ped. 5:7).

Sobre la autora: Coordinadora de AFAM en la Unión del Sur del Brasil.