¿Qué funeral es éste? —preguntó alguien.

—Es el sepelio de la iglesia —responde con voz solemne un hombre vestido de negro.

— ¿De qué falleció?

—De inercia, por no hacer trabajo misionero.

— ¿Quién es usted, y quiénes son los acompañantes?

—Soy el infortunado pastor de una iglesia que dejó de existir…

“Los que están con la mortaja y las coronas, son los siervos infieles que nunca colaboraron en las actividades para salvar a las almas…

“Los que conducen el cajón son los siervos inútiles, pues jamás abrieron la boca para anunciar las buenas nuevas de la salvación. Siempre estuvieron mudos, como lo están ahora…

“El que lleva un libro en la mano y los que lo rodean, fueron los directores del departamento de la crítica destructiva. El tendrá a su cargo el sermón fúnebre y su comparsa cantará un himno especial, titulado: Descansa en paz.

“Los que llevan las flores para cubrir la tumba fría, son los contrarios que siempre negaron al difunto el concurso de sus talentos y su tiempo”.

—No entiendo de iglesias, pastor, pero las razones que usted menciona, llevarían a la muerte a cualquier empresa u organización.

Sobre el autor: Director del Departamento JMV de la División Sudamericana