El pastor de la iglesia ha sido llamado para ser todo a todos: administrador, consejero, evangelista, predicador, etc. Sólo Dios nos puede capacitar para tener éxito en nuestro trabajo.

     También somos maestros de Escuela Sabática. Descubrí que la alegría más grande después de predicar y bautizar es verificar el crecimiento espiritual de la hermandad. Ese crecimiento se estimula cuando el pastor le dispensa una atención especial a las clases de la Escuela Sabática. Después del esfuerzo de conducir a la gente al reino, debemos hacer el mismo esfuerzo para conservarla. Una clase dirigida por el pastor desempeña una misión importante en este aspecto.

PROTECCIÓN

     Después del bautismo, la cantidad de gente que se aparta de la iglesia es preocupante. Eso se debe revertir. Si los pastores fueran más diligentes en fundamentar a los nuevos conversos, tendríamos iglesias más vibrantes y miembros más estables. Debemos cerrar la puerta del fondo. Un equilibrado temario de doctrinas se podría estudiar en una especie de clase posbautismal, para proteger a los nuevos creyentes de enseñanzas extrañas, miembros que pueden torcer su visión del evangelio o que los pueden perturbar con sus extremismos y su impaciencia.

     Hay pastores que están contrayendo el mal hábito de no asistir a la Escuela Sabática. Sé que algunos de ellos tienen muchas congregaciones, de modo que les resulta difícil estar presentes en todas las Escuelas Sabáticas. Eso es comprensible. Pero el pastor nunca debería faltar por pereza o indiferencia. No hay justificativo para un pastor que es hábil para enseñar y que no dirija una clase de Escuela Sabática.

    Nosotros también somos maestros, ya sea que dirijamos una campaña de evangelización o una clase de Escuela Sabática. No podemos evitarlo. Los recién convertidos necesitan la seguridad de saber que su pastor está presente para ayudarlos personal y doctrinariamente. Es responsabilidad del pastor asegurar las redes de la verdad dentro de la iglesia. Esa responsabilidad no se puede delegar.

PROPOCIONEMOS ORIENTACIÓN

     Existe entre los miembros de la iglesia una pavorosa ignorancia acerca de las doctrinas bíblicas básicas. Por lo tanto, es absolutamente necesario proporcionar instrucción acerca de las doctrinas distintivas de la Iglesia Adventista. Una sólida clase de Escuela Sabática, dirigida por el pastor, fortalecerá los fundamentos de los nuevos creyentes.

     En esa clase el pastor puede adoptar métodos que hagan de la enseñanza algo más atractivo y cautivante. A continuación presentamos algunas ideas:

     • Cree su propia serie de estudios acerca de las doctrinas, o use alguna que ya existe. Eso le dará más flexibilidad a la clase, permitirá abordar puntos que requieren una mayor comprensión, animará al estudio profundo, tanto de los alumnos como del maestro, y asegurará una comprensión más fácil de los pilares doctrinarios de nuestra fe.

     • Fortalezca los lazos de amistad entre los miembros de la clase. Eso los ayudará a auxiliarse mutuamente en momentos de crisis.

     •El calor humano de la clase anima a los alumnos a invitar visitas. De esa manera la clase se convierte en un medio de evangelización, aunque no se le dé el nombre de clase bautismal, que asusta a las visitas.

     • Atienda individualmente a cada miembro. Así se enterará de las necesidades de cada uno de ellos, y estará en mejores condiciones de ayudarlos.

     • Presente desafíos a su clase. Anime a los miembros, por ejemplo, a no faltar al culto de oración; y use esa reunión para ampliar el tema estudiado el sábado. Anímelos a visitarse mutuamente; eso produce más participación en el crecimiento espiritual de todos.

     Estas sugerencias son sólo una base. Sea creativo y haga planes de acuerdo con las realidades de su congregación. Si usted ya está dirigiendo una clase de Escuela Sabática, excelente; siga con ella. En caso contrario, deje a un lado los recelos y las excusas para no hacerlo. Descubra y vuelva a descubrir la alegría y la satisfacción, la recompensa y la productividad que produce enseñar en una clase de Escuela Sabática. Observe cómo crecen esas mismas personas a las que usted llevó a los pies de Cristo.

Sobre el autor: Director de Escuela Sabática y Ministerio de la Familia de la Unión del Sudoeste, Texas, Estados Unidos.