Una conferencia internacional acerca de la libertad religiosa atrae a un gran número de participantes

La vital importancia de la religión y de la libertad de conciencia fue el tema que desarrolló el alcalde de Taipei, Dr. Ying-jeou Ma, en el discurso que pronunció al comenzar la conferencia regional de la Asociación Internacional para la Libertad Religiosa (AILR), que tuvo lugar los días 30 y 31 de agosto de 2004.

“Se supone que la religión debería ser una garantía de felicidad y paz; pero, por desgracia, a veces las cosas son muy diferentes, y a menudo se violan los derechos humanos -reflexionó el Dr. Ma-. Al otro lado del estrecho (en China continental), se han hecho importantes progresos en el área de la libertad religiosa, pero todavía hay mucho por hacer. No se enfatiza en la religión, y la gente no goza de mucha libertad para practicar su religión. Siendo que aquélla desempeña un papel tan importante en la sociedad, doy la bienvenida a esta conferencia de ustedes, que se celebra en Taipei, con sus temas acerca de la libertad religiosa, los derechos humanos y la seguridad”.

Al hablar en el segundo día de la conferencia, el cardenal Paul Shan, el más alto representante de la Iglesia Católica en la región, declaró: “Hay que decir a los tiranos que deben respetar la libertad religiosa. Aunque no podamos esperar que se transformen de la noche a la mañana, con el tiempo, las cosas pueden cambiar”.

Shan fiie uno de los dirigentes religiosos que disertó ante los participantes, e instó a la comunidad de la fe a trabajar unida en pro de la libertad religiosa y de la paz, como prioridades.

“La paz mundial permanente se edifica sobre la verdad, el perdón, la reconciliación, y con hechos concretos de amor y compasión; no con violencia ni guerra”, manifestó Shan.

Como un eco del mismo tema, el secretario general de AILR, John Graz, declaró: “La libertad religiosa, los derechos humanos y la seguridad se basan en la importancia y la conservación de esas libertades fundamentales como una valiosa contribución a la seguridad global. Sin una firme participación de los grupos religiosos en conversaciones conjuntas, la respuesta a largo plazo a la guerra contra el terrorismo podría ser una desconfianza mutua entre las religiones, y una actitud suspicaz del Estado hacia las minorías religiosas”

Graz explicó, más adelante, que el propósito de la conferencia era resaltar la importancia de apoyar el derecho a la libertad religiosa como parte del fundamentó de una sociedad estable y segura. “La libertad no debe ser sacrificada en el altar de la seguridad nacional”.

“La libertad religiosa es importante, porque la dignidad del hombre se basa en la libertad de conciencia -señaló Jairyong Lee, presidente de AIRL para la región de Asia-Pacífico Norte-. Desgraciadamente, este derecho humano fundamental ha sido desconocido en diferentes partes del mundo, y muchos han sufrido por haber perdido su libertad religiosa”.

El vicepresidente de AIRL, Eugene Hsu (originario deTaiwan), añadió lo siguiente: “Con tanta discriminación como se ve en muchos lugares, y con países donde antes existía libertad de conciencia pero que ahora la están restringiendo a partir del 11 de septiembre de 2001, necesitamos trabajar unidos para promover y defender la libertad religiosa”.

Entre los dos millones setecientos mil habitantes de Taipei, hay budistas, confucionistas, taoistas y cristianos. Desde 1983, AIRL ha estado trabajando para promover la libertad religiosa y la tolerancia, y tiene afiliados en más de setenta países.