No hay nada de malo en usar ideas e ilustraciones de otros predicadores, o publicadas en libros o revistas. Pero, si cita a alguien en su mensaje, hace bien en mencionar la fuente. Un problema que se está desarrollando en estos días de fácil acceso a la información, es la práctica del predicador de copiar literalmente de Internet sermones de otra persona y predicarlos como si fuesen suyos. ¿En qué consiste el error de ese hábito?

  1. Es deshonestidad presentar un trabajo de otra persona como si fuese nuestro. Si hacemos eso en el mundo de los negocios, o en el ambiente académico, seremos despedidos. La predicación no posee menos requerimientos éticos que el mundo secular. El engaño es engaño en cualquier contexto.
  2. Le quita a la congregación el derecho de recibir la verdad divina, a través de un predicador ungido, llamado por Dios y que debe trabajar diligentemente para descubrirla en las Escrituras. Nuestras iglesias merecen más que sermones enlatados o genéricos.
  3. Frustra al predicador. Cuando tomamos un atajo y usamos el sermón de otra persona, en lugar de preparar con oración nuestro propio mensaje, cortamos el proceso de nuestro crecimiento como líderes espirituales. En poco tiempo, estaremos preguntándonos por qué estamos tan vacíos espiritualmente.

Si Dios lo ha llamado para ser actor, entonces el pueblo espera que siga el libreto de otros. Pero, cuando la congregación lo ve pararse para presentar el mensaje de Dios, espera que haya orado, estudiado y luchado para encontrarla y presentarla con poder. Creo que Dios nos llamó para hacer exactamente eso. ¿Por qué deberíamos contentarnos con menos? Michael Duduit, editor de Preaching.

LOS PASTORES SON LOS MAS FELICES

Entre 198 ramos de actividades vocacionales, el ministerio pastoral sobresale como la más generadora de felicidad para sus participantes. Esa es la conclusión a la que llegaron investigadores de la Universidad de Chicago, después de realizar un estudio que fue divulgado por el periódico Chicago Tribune el 7 de abril de este año.

En los aspectos de satisfacción y felicidad general, destacados por la investigación, los pastores ocupan el primer lugar, seguidos por médicos y bomberos. El 87% de los pastores se declaró muy satisfecho. Entre los profesionales de otras actividades, la media fue del 44%. Al punto “muy feliz”, el 67% de los pastores respondió afirmativamente, contra el 33% de otros profesionales. Más del 60% de entre profesores, pintores, escultores, psicólogos y escritores también reveló estar muy satisfecho con la realización de sus actividades.

De acuerdo con el Chicago Tribune, la investigación estuvo basada en datos recolectados desde 1998 e incluyó a 27.500 personas.

LA IGLESIA HACE BIEN A LOS NIÑOS

Según un artículo publicado por el periódico Baptist Press, del Io de mayo de este año, los niños pequeños de padres que asisten frecuentemente a la iglesia, desarrollan un mejor comportamiento emocional y cognitivo en relación con los niños cuyos padres no van a ninguna iglesia. En verdad, cuanto más frecuentan la iglesia los padres, mejores son los niños.

La conclusión es fruto de una investigación coordinada por el sociólogo John P. Bartkowski, de la Universidad de Mississippi, Estados Unidos. Él y su equipo evaluaron a niños estudiantes de la enseñanza primaria, a través de entrevistas con padres y profesores. “Está muy claro que la asistencia religiosa causa un impacto positivo en los niños”, dice Bartkowski.