La en familia de Paiva estaba Palau hacía 17 meses.

El pastor adventista brasileño Ruimar Duarte de Paiva, de 42 años, su esposa Margareth, de 37, y su hijo Larisson, de 11, fueron asaltados y asesinados en su propia casa, cerca de la sede de la Misión Adventista de Babelhaup, Palau. La única sobreviviente fue la hija del matrimonio, Melissa, de 10 años.

El pastor de Paiva trabajó por varios años en el territorio de la Unión Central del Brasil. En los últimos años, estuvo estudiando en la Universidad Andrews, en los Estados Unidos, para obtener su licenciatura y su doctorado. De allí regresó para servir como misionero en Palau, Micronesia, donde trabajó durante 17 meses como coordinador de la Misión y pastor de la Iglesia de Koror.

Justin Hirosi, de 43 años, fue el asesino de esta familia, y confesó a la policía que había cometido el crimen bajo el efecto de las drogas. Hirosi invadió la casa de los de Paiva para robar un televisor y una videocasetera, y los asesinó a puñaladas.

Perdón materno

El funeral tuvo lugar el 28 de diciembre de 2003, y unió a dos madres en el dolor y la oración. Durante la ceremonia fúnebre, la madre del pastor, la Una. Ruth de Paiva, sorprendió a los más de cuatrocientos circunstantes al perdonar al asesino y pedirle a la madre de éste que se uniera a ella en una oración. “Estoy segura de que la madre de Justin oró muchas veces por su hijo, y de que su corazón está terriblemente herido. Sólo quiero decirle que estoy orando por ella y por su hijo”, declaró la Sra. de Paiva.

Según el presidente de la República de Palau, Tommy Ramengesau, que asistió a los funerales, la capacidad de la Sra. de Paiva para perdonar permitió a toda la nación comenzar el “proceso de curación”. “La actitud de esa madre ayudó a mucha gente a extender la mirada más allá de la tragedia, y ver que nos podemos perdonar y vivir juntos”, declaró al diario Pacific Daily News.

Futura misionera

Melissa, que fue secuestrada por Hirosi pero pudo escapar, asistió a la ceremonia que se llevó a cabo el 2 de enero en Keene, Texas, Estados Unidos, donde residen varios de sus parientes y donde ella misma reside actualmente. Su abuela declaró que la niña quiere volver a Palau como misionera cuando sea mayor.

El pastor Jan Paulsen, presidente de la Asociación General, y el pastor Matthew Bediako, secretario de la misma entidad, enviaron sus condolencias a la familia de Paiva en nombre de la iglesia mundial.