La iglesia mantiene su posición histórica con respecto a los orígenes y vota principios relativos al uso de la música.
Los líderes de todo el mundo participaron en el Concilio Anual de la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día entre el 6 y el 14 de octubre del año 2004. En esa oportunidad, se discutieron procedimientos administrativos y proyectos misioneros, teniendo en vista el Congreso Mundial de la iglesia, que se llevará a cabo entre el 30 de junio y el 8 de julio de este año en St. Louis, Missouri, Estados Unidos.
Entre los votos que se tomaron, hay dos que merecen una mención especial: 1) La reafirmación de la creencia denominacional en una creación literal, llevada a cabo en seis días, conforme al relato del libro de Génesis; y 2) la fijación de principios que orienten el uso de la música congregacional.
Se reafirma la creación
La posición de los delegados con respecto a la creación es, en realidad, un endoso oficial de la iglesia a un documento elaborado al final de una serie de conferencias internacionales sobre fe y ciencia, llevada a cabo entre los años 2002 y 2004 en siete divisiones mundiales, para estudiar el tema. El documento, titulado “Afirmación de la creación”, suscribe “la comprensión de la iglesia acerca del carácter histórico del Génesis”.
Los términos del voto son los siguientes:
“Votado aprobar la siguiente declaración, en respuesta al informe de la Comisión Organizadora de las Conferencias Internacionales sobre Fe y Ciencia, titulado ‘Afirmación de la Creación.
“Considerando que la creencia en una creación literal, en seis días, está indisolublemente ligada a la autoridad de las Escrituras; considerando que tal creencia se encuentra relacionada con otras doctrinas de las Escrituras, incluyendo el Sábado y la Expiación; considerando que nuestra misión, como adventistas del séptimo día, tal como se la presenta en Apocalipsis 14:6, incluye un llamado al mundo para darle gloria a Dios como Creador, nosotros, los miembros de la Comisión Ejecutiva de la Asociación General, durante el Concilio Anual del año 2004, establecemos, conforme sigue, nuestra respuesta al documento ‘Afirmación de la creación’, presentado por las Conferencias Internacionales sobre Fe y Ciencia.
“1. Endosamos con énfasis y en forma afirmativa el documento acerca de nuestra posición bíblica e histórica en la creencia en una creación realizada en seis días literales.
“2. Instamos en el sentido de que el documento, acompañado de esta respuesta, sea divulgado ampliamente por toda la iglesia mundial, por todos los canales de comunicación disponibles y en los principales idiomas.
“3. Reafirmamos la comprensión adventista del séptimo día respecto del carácter histórico de Génesis 1 al 11: que los seis días de la creación literales, de 24 horas, constituyendo una semana idéntica en el tiempo a lo que hoy entendemos como tal; y que el diluvio fue de naturaleza global.
“4. Llamamos la atención de todas las comisiones y los educadores de las instituciones adventistas del séptimo día, en todos los niveles educativos, para que continúen apoyando y defendiendo la posición de la iglesia con respecto a los orígenes. Junto con los padres, esperamos que nuestros estudiantes reciban una exposición completa, equilibrada y científica de nuestra creencia histórica en una creación literal, reciente, en seis días, aunque hayan sido educados en el conocimiento y las posiciones de las filosofías de los orígenes que dominan la discusión científica del mundo contemporáneo.
“5. Apelamos para que los dirigentes de todo el mundo busquen maneras de educar a los miembros, especialmente a los jóvenes que asisten a colegios no adventistas, en los asuntos relacionados con la doctrina de la creación.
“6. Apelamos para que todos los miembros de la familia adventista mundial proclamen y enseñen la comprensión de la iglesia acerca de la doctrina de la creación, viviendo en su luz, alegrándose en nuestra condición de hijos e hijas de Dios, y alabando el Señor Jesucristo, nuestro Creador y Redentor”
Pautas acerca de la música
Desde 1972, la iglesia no había presentado una declaración oficial acerca de la música. Pero un documento acerca del asunto, titulado “Filosofía de la música adventista del séptimo día” también se presentó para su discusión en el Concilio Anual, y se lo votó afirmativamente. Al hablar acerca de este documento, el pastor Jan Paulsen, presidente de la Asociación General, evitó ser dogmático. “Un documento como éste se debe presentar como orientación y no como reglamento -expresó-. Las orientaciones son puntos de referencia. Se hicieron para ayudar. Podemos recurrir a ellas y consultarlas; su propósito es educar”.
Sea como fuere, el documento recuerda que los adventistas se están preparando para al regreso de Jesús y deben preparar a otros para este gran evento. Por lo tanto, no se deben identificar con el mundo, sus pasiones y sus placeres. No podemos ser indiferentes al poder de la música, y por eso mismo debemos evaluar la música que escogemos a la luz de los principios bíblicos y de los escritos de Elena de White, atentos al hecho de que no siempre la música religiosa es “sacra”. A veces, la expresión “música religiosa” se refiere a la alabanza, a cánticos evangélicos o de meditación personal. Pero la música religiosa sólo es aceptable en la medida en que no evoque pensamientos seculares ni invite a la conformidad con el mundo, ya sea de palabra o por acción.
La música secular tiene otros propósitos, que no son ni la alabanza ni la devoción personal. Cuando se refiere a temas comunes de la vida y a emociones humanas, tales como el amor, la naturaleza, las cosas de nuestro ser, puede ocupar un lugar en la vida cristiana. Pero, en vista de su poder para elevar o degradar, es necesario tener en cuenta algunos principios con el fin de seleccionarla. El documento los resume de la siguiente manera:
“1. Toda música compuesta, oída o ejecutada por cristianos, ya sea sacra o secular, debe glorificar a Dios: ‘Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios’ (1 Cor. 10:31). Todo lo que no se ajuste a este elevado requisito debilitará nuestra experiencia con el Señor.
“2. Toda música compuesta, oída o ejecutada por cristianos, ya sea sacra o secular, debe ser la más noble y la mejor. ‘Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad’ (Fil. 4:8). Como seguidores de Cristo, esperamos unirnos al coro celestial. Por eso, consideramos que la vida presente es un anticipo y un tiempo de preparación para la vida venidera.
“De estos dos fundamentos: la gloria de Dios y la elección de lo más noble y lo mejor, dependen las otras pautas que aparecen más adelante:
“3. La música cristiana se caracteriza por su equilibrio, por ser adecuada y auténtica. Nutre nuestra sensibilidad social, psicológica y espiritual, y nos ayuda a crecer intelectualmente.
“4. La buena música apela, a la vez, al intelecto y a las emociones, y produce un efecto positivo sobre el cuerpo. Es integral.
“5. La buena música revela creatividad, porque es fruto de la calidad musical y técnica de la melodía. Si es armónica, usa la armonía de manera interesante y artística, y emplea ritmos que la complementan.
“6. La buena música vocal posee una letra que estimula positivamente las habilidades intelectuales, como asimismo el poder de la voluntad. Las letras buenas revelan creatividad; su contenido es rico y su composición es buena. Enfoca valores morales positivos y los refleja; educa, eleva y concuerda con la teología bíblica.
“7. La melodía y la letra deben actuar juntas, armoniosamente, para ejercer influencia sobre el pensamiento y la conducta, en armonía con los valores bíblicos.
“8. La buena música mantiene un juicioso equilibrio entre los elementos emocionales, intelectuales y espirituales.
“9. Debemos reconocer y comprender la contribución de las diferentes culturas al culto que se le rinde a Dios. Las formas y los instrumentos musicales varían muchísimo en el seno de la familia mundial adventista del séptimo día; y la música de una determinada cultura puede parecer extraña a los de otra cultura.
“La música adventista del séptimo día escoge lo mejor y, por sobre todo, nos acerca a nuestro Creador y Señor, y lo glorifica. Enfrentaremos el desafío de una visión musical viable y, como parte de nuestro mensaje profetice e integral, hagamos una contribución adventista única, como un testimonio al mundo de un pueblo que espera el pronto regreso de Cristo”.
Estos documentos se pueden encontrar en esta página web: www.newsadventist.org