Muchos cristianos están volviendo a descubrir que la oración intercesora da resultados; por eso, tratan de organizar un Ministerio de la Oración. En Internet hay varios sitios dedicados a oraciones intercesoras. Además, la Iglesia Adventista está, por ejemplo, organizando programas oficiales en todo el Brasil. La idea es que los miembros de la iglesia aparten cada día unos minutos, siempre a la misma hora, para orar por asuntos como el fin de la violencia y la predicación del evangelio.
Lanzamiento de la campaña
Para dar impulso a la campaña de la oración intercesora, la División Sudamericana (DSA) publicó, asociada con la Casa Publicadora Brasileña (CPB) y la Asociación Casa Editora Sudamericana (ACES), una revista con el título de Orar hace la diferencia. La Iglesia de Moema, en la capital del Estado de Sao Paulo, Rep. del Brasil, tuvo el privilegio, el sábado 6 de marzo, de ser la plataforma de lanzamiento de esta revista, cuyo mayor objetivo es fomentar la práctica de la oración intercesora en todas las iglesias y los grupos adventistas de Sudamérica. El pastor Ruy Nagel, presidente de la DSA, presidió la ceremonia, que se llevó a cabo durante el culto de adoración de ese día. También participaron los pastores Domingo fosé de Souza y Sidonil Biazzi, presidentes de la Unión Central del Brasil y de la Asociación Paulista, respectivamente.
El pastor Nagel dio comienzo a su sermón leyendo un solemne pedido del apóstol Pablo: “Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres” (1 Tim. 2:1). “La oración intercesora es poderosa”, añadió el predicador antes de comentar las oraciones de Abraham por los habitantes de Sodoma y Gomorra (Gén. 18) y de Moisés en favor del pueblo hebreo (Éxo. 32:31, 32). Se refirió también a la intercesión “con gemidos indecibles” del Espíritu Santo (Rom. 8:26) y de Jesucristo en favor de los “que por él se acercan a Dios” (Heb. 7:25).
Para estimular a los oyentes a interesarse en la lectura de la revista Orar hace la diferencia, el pastor Nagel destacó algunos artículos, demostrando que el mismo Dios que oyó a los patriarcas del pasado está dispuesto a responder las oraciones de los que hoy interceden “por los enfermos, por los que están fuera de la iglesia y por los que todavía no han tomado la decisión de seguir a Cristo” Después del llamado, se elevó una oración al Cielo con referencia a las quinientas revistas que estaban sobre una mesa cerca del púlpito. A continuación, los pastores que estaban en la plataforma entregaron un ejemplar a cada asistente. Era visible la alegría de todos, especialmente de ja directora de Ministerios Personales de la iglesia, Dra. Raquel Fonseca.
Testimonios
“Lo que vi hoy aquí es una prueba del amor de Dios”, dijo Beber de Matos, al referirse al plan de que los miembros oren los unos por los otros y por sus necesidades. Su esposa, Leci, que se dedica a atender a los detenidos en las cárceles, exclamó: “¡La propuesta de esta revista es una maravilla!” Por su parte, el educador Edilson Santos comentó que “este plan concuerda con las modalidades de un evangelismo práctico; es la necesidad de hoy y de siempre.
Dos jóvenes también se manifestaron: “Mucha gente conoce sólo la teoría de la oración, pero esta revista enseña a practicarla”, afirmó Débora Cavalcante de Moraes. El director del Club de Conquistadores, Roger Apolinario Perli, dio un testimonio elocuente: “Conozco mucha gente que volvió a la iglesia como resultado de la oradón intercesora. Yo mismo, cuando estaba algo desanimado en la fe, fui alcanzado por las oraciones intercesoras de los miembros de la iglesia”
La DSA, con el apoyo de las uniones y los campos, desea que cada adventista de su territorio lea y estudie este año los artículos de la revista Orar hace la diferencia, para que la iglesia se fortalezca espiritual mente y así proclame con poder el mensaje del evangelio. La campaña comenzó en el mes de abril, y se previo la impresión de un mínimo de trescientos mil ejemplares, para ponerlos a disposición de la feligresía hasta fin de año.
Los principios en que se basa la oración intercesora
1. La oración intercesora propende a la salvación y al crecimiento espiritual. Oímos hablar mucho acerca de la oración elevada por la salvación de un ser querido, pero no enfatizamos lo suficiente la oración permanente en favor del crecimiento y del discipulado de alguien. Al parecer, nos preocupa más tener bebés que cuidarlos. Pablo oraba por la salvación de los judíos (Rom. 10:1), y oraba más específicamente todavía por el crecimiento espiritual de los nuevos creyentes (Efe. 1:16; Col. 1:3, 9).
2. A veces, no debemos orar por alguien. Dios dio a Jeremías una orden que nos suena extraña: “Jeremías, no me pidas que ayude a este pueblo” (Jer. 14:11, BLA). Habría sido bueno orar por el arrepentimiento y la salvación de esa gente; pero los judíos del tiempo de Jeremías necesitaban disciplina, y debían experimentar las consecuencias de vivir lejos de Dios. Si uno de mis seres amados es un “pródigo”, debo concentrar mis oraciones en su vida espiritual, y no en su comodidad y su éxito.
3. La oración intercesora es poderosa. No podemos explicar ni racional ni científicamente por qué nuestras oraciones pueden ayudar a los demás. Se ha dicho que la oración no cambia a Dios, sino a nosotros; pero la Biblia dice también que la oración tiene mucho poder (Sant. 5:16). Hay preguntas acerca del gran conflicto que todavía no han recibido respuesta, pero Dios nos dijo que oráramos; y nos prometió que nuestras oraciones serían positivas.
4. Debemos orar por nuestra sanidad espiritual. Una de las características de Jesús es que ama la justicia y odia la iniquidad (Heb. 1:9). A veces, a nosotros nos ocurre lo contrario: amamos el pecado, y debemos dejar de amarlo. Por eso, Dios nos invita a compartir nuestras luchas con los amigos y a orar los unos por los otros. Compartir nuestra vida espiritual con los demás es muy importante. No iremos lejos si caminamos solos.
Sobre el autor: Michelson Borges de la redacción de la CPB y Rubens Lessa de la redacción de la CPB.