“La iglesia está firme en su creencia con respecto a lo que somos, cual es el mensaje y cuál es nuestra misión”.
El Instituto de Investigación Bíblica de la Asociación General de la Iglesia Adventista pone a disposición de la iglesia mundial recursos teológicos, además de promover el estudio y la práctica de la Teología y del estilo de vida adventistas. Los editores de la revista Ministry, pastores Nikolaus Satelmajer y Willie E. Hucks II, entrevistaron al director del IIB, Dr. Ángel Manuel Rodríguez, y sus asociados, los doctores Kwabena Donkor, Ekkehardt Mueller y Gerhard Pfandl.
A continuación, los principales puntos de la entrevista, concedida en la sede mundial de la iglesia.
Ministerio: ¿De qué se trata el Instituto de Investigaciones Bíblicas de la Asociación General?
Pfandl: El Instituto de Investigaciones Bíblicas fue establecido por la Comisión Directiva de la AG en 1975, con el objetivo de prestar servicio a la iglesia. Sus raíces se remontan a la Comisión de Apoyo a las Publicaciones, creada en 1943, y a la Comisión de Estudios Bíblicos e Investigación, formada en 1952.
Rodríguez: El IIB actúa fundamentalmente como centro de recursos sobre cuestiones doctrinales y teológicas para la iglesia mundial. Esto incluye la facilitación de libros, artículos y otros materiales. La segunda función es promover la unidad teológica de la iglesia. La interacción con los teólogos denominacionales es más bien dinámica, y esperamos que, como resultado de escucharnos mutuamente, seamos capaces de fortalecer esa unidad.
Donkor: También debemos ejercer una función crítica. Es cuando tenemos que observar una cuestión y preguntarnos: “¿Cómo encuadra esto con lo que nosotros creemos?” Esta es una función constructiva, pues no permanecemos con lo que tenemos, sino que profundizamos más. Y descubrimos una nueva dimensión de la Teología. Esto nos lleva a una tarea apologética: aclarar lo que creemos como iglesia, con el fin de que otros nos comprendan mejor.
Ministerio: El IIB depende de muchas personas alrededor del mundo, ¿Cómo se realiza este trabajo?
Rodríguez: Somos cuatro teólogos aquí, en el IIB, pero no pretendemos saberlo todo. Por eso, hay un grupo mayor de teólogos y administradores (cuarenta miembros) que forman la Comisión del Instituto de Investigaciones Bíblicas, que se reúne dos veces por año. Cuando nos reunimos, analizamos las cuestiones y obtenemos dirección para ellas. Entonces, escribimos artículos y producimos otros materiales que, después de revisados, son publicados. Escuchamos muy cuidadosamente los consejos de la Comisión, porque deseamos representar el pensamiento de la iglesia mundial.
Mueller: Pero también recurrimos a otros eruditos fuera de esta Comisión. El año pasado, en un congreso en Turquía, nos reunimos con teólogos, profesores, administradores y editores. Además de eso, también trabajamos en conjunto con el Instituto de Investigaciones en Geociencia. Esta interacción es muy gratificante.
Rodríguez: Es importante recordar que no producimos doctrinas. Trabajamos con las posiciones adoptadas por la iglesia en asambleas mundiales. Nuestra responsabilidad es tomar lo que la iglesia considera como verdad e intentar profundizar su comprensión. La iglesia, en su comprensión de las Escrituras, es quien define la doctrina
Ministerio: O, más fundamentalmente, las Escrituras definen la doctrina y la iglesia la interpreta.
Rodríguez: Me parece que, históricamente, hemos mantenido la posición de que el Espíritu Santo actúa a través de la iglesia y crea un consenso de creencia. Puede llevar meses o años, pero el Espíritu crea un consenso entre los creyentes; y ese consenso se convierte en el modo de pensar y de vivir adventista. Una asamblea mundial solo reconoce lo que el Espíritu opera entre nosotros. Entonces, la iglesia acepta oficialmente el consenso creado por él.
Ministerio: ¿Cuales son algunas de las cuestiones teológicas que enfrenta el cristianismo en la actualidad?
Rodríguez: Tal vez la primera sea el papel de la Biblia en la Teología y en la doctrina. En muchos círculos, las Escrituras han sido dejadas de lado.
Donkor: Creo que detrás de la idea de dejar la Escritura de lado está la cuestión del papel de lo sobrenatural. Si alguien comienza a cuestionar lo sobrenatural, la primera doctrina afectada es la doctrina de Dios. La comprensión de Dios afecta todo lo que alguien sostiene acerca de cualquier cosa. Entonces, vemos surgir, entre algunos evangélicos, el teísmo abierto, que pregona que Dios no tiene una relación fija con la realidad. Por ejemplo: Dios ¿ha predeterminado cómo terminará la historia? El teísmo abierto afirma que no; es un intento de minimizar la participación de Dios y lo sobrenatural en la historia.
Pfandl: En otras palabras, el teísmo abierto sugiere que Dios no es soberano, pero forma parte de la historia. No conoce el futuro en detalles, sino solo en líneas generales.
Mueller: Parece haber mayor énfasis en el lector que en el Autor original de las Escrituras. El lector se aproxima a las Escrituras con espíritu crítico y, como resultado, la historicidad de los eventos es descartada. Por ejemplo, muchos teólogos rechazan la resurrección literal; por lo tanto, no acepta la historicidad de la resurrección de Cristo. ¿Cómo afecta esto a la fe? Bien, afecta mi percepción de Dios, de la escatología y la percepción de la manera en que debería vivir. Así, si rechazamos el principio histórico de la autoridad de las Escrituras, ¿a dónde iríamos a parar?
Rodríguez: Volviendo a los problemas teológicos de los cristianos en general, podemos observar a la comunidad evangélica de Norteamérica y su participación directa en política. La situación levanta muchas preguntas con respecto al papel de la Iglesia y del Estado. ¿Hasta qué punto la iglesia debería utilizar el sistema secular para promover sus puntos de vista? Este es un asunto importante para nosotros, por causa de los escenarios proféticos y el papel que el mundo cristiano desempeñará, en busca de apoyo político para promover su causa.
Ministerio: ¿Y con respecto al debate teológico en la Iglesia Adventista?
Pfandl: Algunos pocos estudiosos han cuestionado determinados puntos. La interpretación de las Escrituras es uno de ellos. ¿Cuál es el método que utilizaremos? ¿Cómo interpretar la profecía? ¿Sustituiremos el historicismo por el futurismo o el preterismo? También hay cuestiones relacionadas con la Creación. Hay otros problemas referidos a la doctrina de la Trinidad, que está bajo duro ataque, y cuestiones acerca de la salvación y la manera en que se relaciona con la Cruz.
Donkor: La inspiración es un asunto significativo. Existe la tendencia a enfatizar más el aspecto humano del profeta, del escritor de la Biblia, y no enfatizar el aspecto divino. Es la misma idea de minimizar lo sobrenatural. Algunos hasta niegan la autoridad de Dios, que habló y todo llegó a la existencia.
Rodríguez: Si se observan las cuestiones que están siendo más debatidas, se verá que forman el corazón de lo que nos hace iglesia y define nuestra identidad; la Creación, por ejemplo. ¿Hay algo más ofensivo a la mente científica del siglo XXI que decir que la Creación fue realizada en siete días literales? En general, esto es considerado un insulto académico; un suicidio intelectual. Y, lamentablemente, poquísimos individuos se están dejando llevar por esta idea. Además, quiero aclarar algo: cuando miramos a la iglesia en general, la mayoría de nuestros teólogos en el mundo están sólidamente afirmado en el pensamiento bíblico y de la iglesia. Reafirmamos que la Creación en siete días literales, el ministerio sacerdotal de Cristo y el Juicio Investigador previo forman parte de nuestra herencia. La iglesia mundial está firme en su creencia con respecto a lo que somos, cuál es nuestro mensaje y cuál es nuestra misión. Son pocos los que intentan ir en dirección contraria.
Pfandl: Algunos teólogos tienen dificultades con respecto a la segunda venida de Cristo. Dicen creer en este evento; pero, cuando son presionados, terminan confesando que no saben cómo sucederá. La cuestión del remanente también se ha convertido en un tema debatido. El don de profecía es otro. Luego, tenemos la verdad del Santuario, que es específicamente adventista. Hasta el sábado ha sido colocado bajo ataque. Son verdades fundamentales que nos distinguen como iglesia, y el enemigo echa mano de todo su arsenal para destruirlas. Utiliza estrategias externas e internas de ataque. La preservación de esas posiciones teológicas significa preservar nuestra identidad y nuestra unidad. Este es nuestro deber.
Mueller: Quiero mencionar otro asunto: en el ámbito de los miembros de iglesia, hay cierto desinterés por el estudio diario de la Biblia. Es el contacto diario con las Escrituras lo que define lo que creemos y qué estilo de vida adoptamos. Construye nuestro futuro sobre las promesas divinas. A partir de este hábito, el “Así dice el Señor” gobernará nuestras decisiones. Descuidar esta experiencia puede ser fatal para toda la iglesia.
Rodríguez: Esta es un área en la que los aspectos teológico y práctico de la vida interactúan. El descenso del estudio de las Escrituras realmente tiene un impacto en la vida de la iglesia. Este es un asunto con el que estamos realmente muy preocupados. Además, como líderes, en cualquier instancia, debemos estar vigilantes y listos para advertir a nuestros hermanos con respecto a los peligros que enfrentan. Es aquí que nuestro deber pastoral debe ser puesto por sobre todo. A fin de cuentas, son los pastores los que interactúan con los miembros de iglesia.
Donkor: Este desinterés genera también un desinterés por la Teología en la iglesia local; lo que da lugar a un nuevo misticismo. Entonces, lo que pasa a cobrar importancia no es la doctrina, sino un sentimiento inmediato de bienestar y satisfacción, que afecta los conceptos de alabanza y de predicación. No estoy diciendo que no deberíamos alegrarnos en nuestra experiencia de adoración, sino que, cuando el culto no tiene base o contenido teológico, el creyente entra en un terreno peligroso, donde el foco será el hombre y no Dios. Y comienza a pensar en la adoración en términos de una experiencia interesada, para ver qué dividendos puede obtener.
Ministerio: ¿De qué manera el predicador puede unir la teología y la practica?
Rodríguez: El pastor no puede trabajar bien sin interactuar con la teología. El fundamento de la predicación es la Escritura. Cuando un predicador prepara el sermón, debe dedicar tiempo al estudio de la Biblia, captando en ella el mensaje de Dios. En el momento en que comienzas a reflexionar acerca de las Escrituras, lo que ella dice acerca de Dios y lo que tiene para ti, en esa interacción estás haciendo teología. Al comienzo de mi ministerio, dedicaba tiempo para leer los escritos de los teólogos y los comparaba con las Escrituras, intentando encontrar mi camino. Muchos pastores hacen eso. Se vuelcan a las Escrituras, reflexionan sobre ellas, usan sus recursos y van al púlpito, para hacerlas significativas para la congregación. Creo que todos en la iglesia deberían hacer así.
Cuando limitamos la teología al área académica, estamos perjudicando a la comunidad de creyentes. La teología es el resultado de la obra del Espíritu en la iglesia; y eso incluye a los teólogos, los pastores y los miembros. Los pastores están entre los académicos y la comunidad, y deben presentar la teología en términos comprensibles y prácticos.
Pfandl: Completé mis estudios teológicos en Avondale, Australia. En ese tiempo, estaban pasando muchas cosas y el campo estaba muy activo teológicamente. Durante los primeros siete años de mi ministerio pastoral, dedicaba las mañanas a estudiar en mi escritorio, y las tardes y las noches a visitar a las personas. Si el pastor no dedica tiempo con el Señor, con las Escrituras y con los libros, no tendrá nada para predicar.
Mueller: Pastoreé por aproximadamente 16 años, y siempre intenté quedarme en casa durante la mañana, dedicando tiempo al estudio, la oración y a algunas tareas administrativas. Siempre opté por predicar sermones expositivos. Jamás prediqué acerca de un texto sin haberlo traducido antes y hecho práctico en mi vida. Quiero animar a todo pastor a seguir los principios de la exégesis y aplicar el texto a la situación en cuestión. Su sermón tendrá una autoridad bíblica concreta.
Rodríguez: Entiendo que los pastores tienen muchas actividades. A pesar de eso, necesitan mantenerse bien informados acerca de la Teología, porque todo lo que hacen está ligado a ella. El ministerio es una tarea teológica. Los miembros van a la iglesia con la intención de aprender de las Escrituras; a escuchar la Palabra proclamada. Esto coloca sobre el pastor un deber ético, y debe estar seguro de que las personas que requieren de él una comprensión de las Escrituras la obtengan correctamente.
Ministerio: Gran número de pastores, en varias partes del mundo no tiene preparación teológica. ¿No es esto curioso?
Mueller: Para mí, lo más curioso todavía es que estos pastores puedan convertirse en líderes de la iglesia
Ministerio: Algunos historiadores dicen que, en general, una iglesia experimenta tres fases: inicialmente, es un movimiento misionero. Pero, a medida que crece, necesita formarse una organización que, a su vez, evoluciona hacia una institucionalización. Entonces, la iglesia se fosiliza. La Iglesia Adventista ¿se encuadra en este concepto?
Rodríguez: Nunca hice un estudio científico acerca de este fenómeno. Si la iglesia deja de crecer, será imposible detener el proceso de deterioro del entusiasmo inicial. Mientras la iglesia se mantenga cumpliendo con su misión, se mantendrá viva y el espíritu de expectativa permanecerá. En lugares en los que se verifica una institucionalización muy fuerte, el crecimiento de la iglesia parece lento. Pero donde la iglesia participa activamente en la predicación del evangelio, con la segunda y la tercera generación de adventistas comprometidas con la misión, la esperanza está viva; y la iglesia, lejos de la fosilización. Esta, desde mi punto de vista, es la razón por la que el Señor colocó juntos al mensaje y la misión. No es posible separar las dos cosas. No podemos decir: “Tenemos un mensaje; somos adventistas”, y no hacer nada. El mensaje es conservado vivo cuando es compartido, a través de la participación de otros. En mi opinión, probablemente este es uno de los dos elementos que preservan a la iglesia en su primer amor hasta el fin.
Donkor: Creo que mientras más nos convirtamos en el pueblo de la Biblia, más conservaremos el entusiasmo inicial.
Ministerio: Como pastores ordenados, experimentados y eruditos diligentes, ¿qué es lo que nutre su vida espiritual?
Pfandl: Cuando trabajé en Australia, lo que me daba esperanza era viajar por las islas y ver un tipo de cristianismo primitivo, en el que las personas todavía no estaban contaminadas con la llamada “buena vida”, todavía hoy, cuando viajo por el mundo y veo cómo ciertas personas luchan por vivir su fe, tengo esperanza de que el adventismo permanecerá vivo.
Donkor: Hago mías las palabras de Elena de White: “Al recapacitar en nuestra historia pasada, habiendo recorrido cada paso de su progreso hasta nuestra situación actual, puedo decir: ‘¡Alabemos a Dios!’ Mientras contemplo lo que el Señor ha hecho, me siento llena de asombro y confianza en Cristo como nuestro caudillo. No tenemos nada que temer en lo futuro, excepto que olvidemos la manera en que el Señor nos ha conducido y sus enseñanzas en nuestra historia pasada”. Como pastor en Canadá, realmente no tenía mucho tiempo para analizar cuestiones teológicas, pero desde que llegué aquí, al IIB, he evaluado una buena cantidad de material y me quedo maravillado por la manera en que el Señor ha conducido a la iglesia a través del campo minado de la teología. Si lo hizo en el pasado, en el ni en turo. no fallará presente el futuro.
Mueller: Creo que Dios es el Señor de la iglesia y creo que él hará que esta alcance su destino final. Siempre tendrá personas completamente consagradas a él y deseosas de servirlo dondequiera que sus talentos sean necesarios. Puedo ver el entusiasmo de nuestros jóvenes, que se dejan guiar por el Espíritu Santo, que aman a Dios y ministran a los demás. Lo que nutre mi vida espiritual es mi tiempo devocional y mi andar diario con Jesús. Eso es importante para mí, porque es en él que yo confío, y en él espero.
Rodríguez: En el ámbito personal, mi esperanza está centrada en Cristo, lo que hizo por mí en la Cruz, su muerte vicaria por mí y, ligado a todo eso, la consumación de esa esperanza en su segunda venida. Para mí, la Segunda Venida es la brújula que me orienta constantemente. Con respecto a la iglesia, veo por la fe que los mejores años todavía nos esperan. No la veo dirigiéndose al colapso. La veo marchando hacia la más gloriosa consumación, en dirección a su más excelsa experiencia.
Sobre el autor: Editor y Editor Asociado de la revista Ministry Respectivamente.