“Hace cuatro meses estábamos en condición precaria en este lugar —decía un laico de la nueva iglesia de Villa Tobalaba (ex grupo La Faena)— sólo un terreno baldío con una pequeña ‘casucha’ de tres por seis metros donde cada sábado se apretujaban unas cincuenta personas para celebrar la escuela sabática y el culto divino. Teníamos únicamente planes, grandes ilusiones y una buena dosis de fe en el Señor. Hoy, todo ha cambiado pues disponemos de una hermosa capilla, estamos participando de una bendecida campaña de evangelización y calculamos que unas cien almas se van a incorporar a la iglesia en los próximos meses. Para mí no es más que la maravillosa obra del Espíritu de Dios en recompensa por la fe de sus hijos”.
Todo comenzó a principios del mes de marzo cuando el pastor del distrito entrevistó a un hermano de una iglesia grande, el cual prometió aportar los fondos para construir una capilla en el lugar. La construcción comenzó a mediados de marzo y un mes y medio más tarde los hermanos daban los retoques finales: pintura, servicios higiénicos, veredas, etc. Mientras tanto, con diligencia se hacían los preparativos para un ciclo de evangelización: organización, preparación espiritual, propaganda y visitación masiva al vecindario.
El sábado 17 de mayo por la mañana se realizó el acto de dedicación de la capilla por el presidente y el secretario de la Asociación Central de Chile, pastores Onésimo Mejía y Eliel Almonte. Por la noche, en dos turnos se inició el ciclo de conferencias. Indudablemente el Espíritu Santo actuó, porque más de 450 personas adultas llenaron la sala cada noche en ambos turnos. En otra dependencia, colmada de niños, se desarrolló un plan de evangelización infantil.
Los primeros temas, enfocados hacia los problemas del matrimonio, de los hijos, de la juventud, de la salud, los hábitos nocivos, etc., conmovieron a los vecinos que, noche a noche, concurrieron a presenciar el programa. Luego vinieron los temas religiosos y la investigación bíblica. Llenaba de alegría el corazón ver que todavía no terminaba el primer turno y ya la gente hacía cola afuera para ocupar los primeros lugares del segundo turno. Sólo un mes y medio más tarde disminuyó la asistencia, debido mayormente a los rigores del invierno, y entonces las reuniones dejaron de4 celebrarse todos los días y se suprimió un turno. Sin embargo, a pesar del frío y de las lluvias, cada noche más de cien personas siguieron con interés el desarrollo de la clase bíblica.
Actualmente hemos recibido la valiosa colaboración de dos instructoras bíblicas, las hermanas Filomena Hernández y Elsa Torrejón, las cuales están estudiando con más de setenta personas en sus hogares.
Los sábados por la tarde funciona una clase bautismal para los más interesados.
El sábado 19 de julio por la mañana, por primera vez, los concurrentes a las conferencias asistieron a la escuela, sabática y a1 culto divino. Según el testimonio de muchos de ellos, fue una experiencia emocionante.
Creemos sinceramente que ésta ha sido una manifestación asombrosa del Espíritu de Dios. Es el cumplimiento de la promesa: “No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos” (Zac. 4:6). En verdad ha sido una respuesta a la fe de un grupo de hermanos sinceros y trabajadores que han apoyado a su pastor, y que se han sacrificado a pesar de la carencia de todo tipo de recursos. Tal vez, es que hemos dejado hacer a Dios la parte que le correspondía. Y la ha hecho. ¡Todo sea para gloria de su nombre!
Sobre el autor: pastor del distrito de Ñuñoa (Santiago de Chile).