Como pastor, usted se puede encontrar de alguna manera confundido con la variedad de programas diseñados para construir mejores matrimonios y hogares más felices. Sin embargo, hay dos programas en la Iglesia Adventista en los Estados Unidos que se ajustan bastante a sus respectivos modelos. Ellos son Adventist Marriage Enrichment (Enriquecimiento matrimonial adventista) y la expresión adventista de Marriage Encounter (Encuentro matrimonial). A partir de aquí nos referiremos a ellos como “Encuentro” y “Enriquecimiento”.
Los dos modelos tienen varias cosas en común:
1. Ambos asumen un enfoque preventivo. Buscan mejorar los buenos matrimonios, antes que tratar de rescatar a los que están a punto de naufragar.
2. Ambos se centran en la unidad espiritual. Se hace de Dios el centro de toda la actividad matrimonial.
3. Ambos utilizan profusamente el arte de la comunicación. Se enseña a las parejas cómo compartir ideas el uno con el otro, especialmente en el nivel de los sentimientos, en una forma que produzca comprensión e intimidad mutua.
4. Ambos enseñan la resolución de conflictos. Las parejas aprenden a ser mutuamente honestos y amarse al mismo tiempo.
5. Ambos enseñan el valor de la afirmación y el aprecio.
6. Ambos lanzan la experiencia con un seminario de fin de semana, del viernes de noche a la tarde del domingo.
7. Ambos continúan la experiencia con reuniones periódicas subsiguientes.
8. Ambos tienen un programa de entrenamiento para dirigentes del seminario.
Dadas tales similitudes, es fácil tener alguna dificultad para distinguir los dos programas, para decidir en cuál de los dos quisiera usted ser dirigente, o cuál auspiciar en su congregación local. Los siguientes puntos lo ayudarán a distinguir la diferencia:
1. Trasfondo. Encuentro fue adaptado de un programa católico y puesto en una estructura adventista por Al y Betty Brendel Enriquecimiento fue originalmente una organización secular (Associated Couples for Marriage Enrichment), dirigida por una pareja de cuáqueros, David y Vera Mace. Fue adaptado para adventistas por Ed y Letah Banks.
2. Metodología. En Encuentro se presentan disertaciones a todas las parejas en conjunto. Luego van a sus habitaciones para escribirse cartas el uno al otro, y discutir el material presentado y sus sentimientos con respecto a él. No hay interacción grupal. Enriquecimiento usa la dinámica de grupos. Las parejas se sientan en círculo, comparten información, practican técnicas y se apoyan y animan unos a otros.
3. Tamaño. Encuentro puede incluir tantas parejas como se puedan sentar en la sala de reuniones y para las cuales puedan proveerse habitaciones individuales. A causa de la interacción de grupo, Enriquecimiento debe ser limitado a no más de diez parejas.
4. Estructura. Encuentro está bien estructurado: cada minuto está cuidadosamente planeado. Enriquecimiento es informal y flexible. Se provee alguna estructura, especialmente en las primeras reuniones, pero la dirección que puede tomar el seminario está grandemente determinada por los intereses y preocupaciones del grupo.
5. Compañerismo. Encuentro propone sólo la comunicación entre esposo y esposa (aun mientras se trasladan del lugar de reuniones a las habitaciones individuales). Desea que la pareja se concentre sólo en sí misma durante el fin de semana. Enriquecimiento propicia la interacción del grupo, el compartir experiencias, el orar con otras parejas y el apoyo mutuo.
6. Ambiente. Encuentro siempre tiene lugar en un ambiente propicio para retiros, donde las parejas tienen su habitación privada y se proveen las comidas. Aunque
Enriquecimiento puede funcionar fácilmente en este medio, las parejas generalmente viven en sus hogares y vienen a las reuniones de grupo, que pueden tener lugar en una escuela, en la iglesia o en la casa de una de ellas.
7. Costo. A causa del ambiente provisto, Encuentro es considerablemente más costoso de operar que Enriquecimiento. Sin embargo, ambos programas cobran sólo una cuota nominal (de 15 a 20 dólares por pareja), y ninguna pareja que no pueda pagar es excluida. Encuentro cubre el resto de sus gastos con donaciones. Se informa a las parejas del costo real y se las anima a hacer donaciones para futuros fines de semana, aunque no están obligados a hacerlo.
8. Liderazgo. Encuentro requiere un equipo de cuatro o cinco parejas que puedan invertir una considerable cantidad de tiempo trabajando juntas en el desarrollo del programa. Por lo tanto, se encuentra generalmente en centros adventistas mayores, donde se puede agrupar este tipo de talento. Enriquecimiento necesita sólo de la pareja que dirige, y de esta forma puede ser organizado en cualquier lugar.
A menudo surge una pregunta: ¿Cuál programa es mejor? La respuesta depende de la gente y las circunstancias. Los dos programas no compiten uno con otro. Ambos tienen los mismos ideales, pero usan diferentes enfoques. A algunas personas no les gusta Encuentro por causas de su estructura y sus reglas “monásticas”. Les resulta difícil hablar a solas con su cónyuge, a un nivel profundo, por todo un fin de semana. Por otro lado, muchos encontrarán que puede ser una experiencia que cambie sus vidas.
Algunos no querrán saber nada con Enriquecimiento. Son recelosos de cualquier cosa que se parezca a una experiencia de grupo y no están dispuestos a compartir sus experiencias con otros. Sin embargo, muchos encuentran que no sólo su matrimonio sino también toda su vida cristiana se ha revitalizado en tales grupos.
Para el participante, la pregunta bien podría ser: ¿En qué programa me sentiré más cómodo? Para el pastor u otro dirigente, puede ser: ¿Qué programa se ajusta mejor a mi estilo personal de liderazgo? La iglesia puede preguntar: ¿Qué recursos poseemos para desarrollar estos programas?
Sobre el autor: Roger L. Dudley es profesor asistente de Ministerio Eclesiástico en el Seminario Teológico de la Universidad Andrews, Michigan, Estados Unidos.