Cómo utilizar las herramientas digitales a fin de alcanzar personas para Cristo

Casi todo lo que necesitas saber sobre ser pastor en la era digital comienza con un cayado. Para ser justa, es más que eso. En la Biblia, encontramos un cayado en las manos de Moisés. Por su medio, Dios dio poder a su siervo. La mayoría de las veces, el profeta utilizó la herramienta de acuerdo con la voluntad divina, aunque en un momento de ira también se convirtió en un instrumento de desobediencia.

 Actualmente, cuando enfrentamos las complejidades de la era digital, podemos tener la certeza de que estamos ante el mismo Dios… pero con un cayado diferente. Así como en el pasado el Señor le preguntó a Moisés “¿Qué es eso que tienes en tu mano?” (Éxo. 4:2), nos presenta hoy un planteo similar. Y lo que encontramos es una infinidad de herramientas digitales, consideradas por algunos como distracciones del enemigo, pero que son increíblemente poderosas cuando son utilizadas para hacer la obra de Dios.

Discipulado digital

 Acostumbro definir el discipulado digital como el uso de todas las herramientas y estrategias on line que nos permiten responder a preguntas, proveer bienestar, atender necesidades, capacitar miembros y dar soporte a influenciadores digitales, edificar comunidades virtuales y mostrar el amor de Jesús de manera convincente.

 Además, el discipulado digital reconoce las habilidades especiales de los miembros de iglesia apasionados por la tecnología y los fortalece, como se ha hecho con los líderes del Ministerio Personal, maestros de Escuela Sabática y directores de Conquistadores.

 Este artículo, por lo tanto, presenta maneras mediante las cuales puedes llevar tu iglesia local a considerar o refinar tu estrategia de discipulado digital. Además, describe el ecosistema de evangelismo virtual y sugiere algunos consejos prácticos de cómo comenzar a hacer este trabajo.

Discipulado real y virtual

 Una cualidad singular de la iglesia es su capacidad de crear una comunidad y ser un lugar de transformación. En el cristianismo apostólico, el sentido comunitario era natural. Los miembros estaban juntos y compartían problemas, sueños, desánimos, compromisos financieros y el amor por Jesús y su llamado.

 Actualmente, la tecnología permite que ampliemos esa comunidad y amplifiquemos nuestro mensaje a fin de alcanzar diferentes grupos con más eficacia que nunca. Al considerar la práctica del discipulado digital en tu congregación, es útil definir qué es lo que se debe hacer, quién lo debe hacer y cómo hacerlo.

Qué hacer

 Al sugerir que la iglesia cree un plan de discipulado digital, ten en mente que hay tres maneras naturales de integrar esta herramienta a lo que ya estás haciendo o desarrollar algo nuevo.

 Atiende las necesidades de las personas de tu comunidad en el espacio digital. Piensaen el discipulado digital como aquello quehaces en tu sitio, red social o en grupos on line para atender las necesidades de tu comunidad.Puede ser tan sencillo como animara los miembros de tu iglesia a compartircontenido evangelizador o conversar paraayudar a las personas que están buscandorespuestas bíblicas en Internet.

 Continúa atendiendo las necesidades de los grupos a los cuales ya ministras, pero también ofrece soporte a las personas en sus redes sociales, en foros sobre educación, salud u oración. Organiza un estudio bíblico on line o una reunión de oración. Haz una transmisión en vivo de una clase culinaria. Intenta atender las necesidades de las personas, sean cuales fueren.

 Atiende las necesidades de las personas en tu comunidad de modo personal. El discipulado digital se vuelve poderosocuando permite que los miembros deiglesia se encuentren personalmente consus contactos virtuales. Esto puede concretarsepor medio de seminarios sobreeducación digital, cursos de fotografía oclases de informática para los ancianos. Lasnecesidades específicas de tu comunidad ayudarán a definir las mejores opciones; porlo tanto, conversar con ella para entendersus desafíos es fundamental.

 Utiliza herramientas digitales o creativas. Utiliza herramientas que ayuden a cumplirlos objetivos específicos de tus varios ministerios.Recuerda: el discipulado digital es unministerio que sirve a los diversos departamentosde la iglesia y debe integrarse a susplanes. Por lo tanto, debes utilizarlo comoun medio para alcanzar un objetivo, pero nocomo un objetivo en sí mismo. En otras palabras,no compres equipamientos de videocaros solo porque todos están comprando.Asegúrate de trabajar para alcanzar a laspersonas más accesibles para ti.

 Con esto en mente, utiliza las herramientas más eficaces. Muchas iglesias utilizan con éxito aplicaciones como WhatsApp, YouVersion o Facebook. Algunos invirtieron en equipamientos de fotografía, audio y video. Sea cual fuere la decisión, siempre utiliza la tecnología para asistir en el logro de tu objetivo evangelizador.

Quién lo debe hacer

 Si no tienes en mente ninguna persona de tu iglesia apasionada por la tecnología para trabajar en este ministerio, no te preocupes, el discipulado digital aun es para ti. Hay lugar para otros perfiles apasionados por compartir el evangelio. Ciertamente, encontrarás un grupo de creadores de contenidos, distribuidores, involucradores y curadores para formar lo que podemos llamar “ecosistema tecnológico”.

 Creadores. Son admirables contadores de historias, artistas talentosos y diseñadores gráficos habilidosos que toman conceptos y relatos bíblicos y crean representaciones que captan nuestra atención y nos llevan en un viaje de conocimiento. Además de celebrar los talentos artísticos, también debemos reconocer a aquellos que desarrollan sistemas y proyectan plataformas digitales, pues crean la realidad digital de nuestros sueños.

 Distribuidores. Ellos hacen que el contenido evangelizador sea visto por la gente al compartirlo en las redes sociales, fórums on line y en grupos de WhatsApp. Este esfuerzo crea oportunidades de iniciar diálogos.

 Involucradores. Ellos participan de diálogos on line de modo convincente y cristiano. La etapa del involucramiento surge de los diálogos que tenemos on line. De hecho, es la piedra angular en el proceso del discipulado digital. Lo que dices virtualmente puede tener un impacto enorme en la vida de alguien a tu alrededor. ¿Estamos utilizando nuestras conversaciones para llevar a las personas a Cristo? Los involucradores no solo responden a los diálogos que comienzan en nuestras plataformas virtuales; también participan de modo proactivo de diálogos relevantes en los medios sociales, siendo buenos miembros de grupos on line.

 La iglesia tiene la oportunidad de hablar con la comunidad local y responder preguntas mediante su participación en las redes sociales. También tiene la oportunidad de construir relaciones por medio de la interacción con sitios de empresas locales, grupos on line y foros de la comunidad, permitiendo que seamos parte de las discusiones que tienen lugar en nuestra región.

 Curadores. Así como un museo reúne los elementos más relevantes para exhibirlos, un curador o administrador de redes sociales puede seleccionar contenidos de Internet para facilitar la distribución a los miembros de iglesia. Normalmente, los posteos de las revistas adventistas, emisoras de radio y TV de la iglesia, cuentas e iglesias locales son fuentes óptimas de contenido.

Cómo hacerlo

 El discipulado digital es un ministerio que debe apoyar a los otros ministerios de la iglesia e integrarse a los planes de los departamentos locales. Una vez más, debes utilizarlo como un medio para alcanzar un objetivo, sin dejarlo convertirse en un fin en sí mismo. Entonces, el punto de partida debe ser considerar cómo aplicar los principios del discipulado digital a lo que ya estás haciendo, ampliando tus esfuerzos.

 Piensa como alguien que está buscando información religiosa. Después de estudiar lo que estás haciendo y cómo el discipulado digital puede contribuir a ese fin, ejercita la empatía. Necesitamos pensar como alguien que está buscando una iglesia al estructurar nuestros sitios y redes sociales. Si tú estuvieras buscando una iglesia, ¿qué preguntas harías? ¿Qué te motivaría a visitarla? ¿Qué dudas tendrías sobre el evangelio? ¿Qué te animaría a perseverar en tiempos difíciles?

 Muestra a los visitantes cómo podría ser la vida si formaran parte de tu comunidad. Dales una vislumbre de los acontecimientos, de la vida espiritual y de los amigos que harán. Muéstrales cómo pueden obtener respuestas a sus preguntas. Sé auténtico al exhibir fotos de las actividades de la iglesia. ¡Ser real y fidedigno on line puede marcar una enorme diferencia!

 Recuerda que la gestión de tu sitio web o el diseño de tus redes sociales no son una ciencia exacta, y podrán necesitar revisiones y ajustes continuos. El saber que puedes probar, alterar y actualizar los contenidos puede aliviar la presión de querer siempre acertar en la primera oportunidad. Más importante aún, entiende por qué estás posteando cada contenido.

 Valora los talentos de los miembros especialistas en tecnología. En la iglesia, no siempre creamos espacios para que los especialistas en tecnología coloquen sus talentos al servicio de Dios. Incluir los principios del discipulado digital en la planificación estratégica de tu congregación puede permitir que más personas sientan que se valora su tiempo y sus talentos. Reconocer los dones de estos especialistas en tecnología e invitarlos a ser compañeros en el ministerio es parte esencial del discipulado digital.

 Identifica las necesidades específicas de tu público-objetivo. Revisa los ministerios de la iglesia y visualiza tu público-objetivo. Considera si es posible ampliar tus acciones por medio de una estrategia digital. Puedes dirigir anuncios a grupos específicos basándote en datos demográficos y comportamentales.

 Además, puedes aprender más sobre sus necesidades, entendiendo dónde están on line. Si alguien está luchando con un problema, tal vez esté buscando una solución. Verifica lo que les gusta en Facebook o lo que siguen en Instagram. ¿De qué grupos forman parte? ¿Qué están diciendo? ¿Qué necesidades expresan? Utiliza esta información para definir cómo abordar la comunidad que deseas alcanzar.

 Atiende las necesidades de tu comunidad virtual por medio de las herramientas digitales. Cuestiona continuamente lo que estás haciendo on line. Asegúrate de utilizar el mejor método posible para atender las necesidades de tu comunidad digital. Utiliza herramientas que te ayuden a alcanzar tus objetivos y a conocer la comunidad en la que estás inserto, virtual o personalmente.

 Sé intencional en tus transmisiones on line (en vivo, o lives). Muchas personas noquieren, o no pueden, entrar en una iglesia,pero están dispuestas a asistir anónimamentea un culto on line. Tienen el corazónpredispuesto a oír mensajes espirituales,pero se sienten intimidadas por participarde alguna programación local.

 Al promover las relaciones virtuales, algunos que no estaban dispuestos a asistir a la iglesia ahora pueden frecuentarla. Otros que se alejaron pueden volver a participar y encontrar renovación espiritual. Planifica tus lives con esto en mente.

 Sé intencional en tus interacciones on line. Aprovecha la oportunidad para hablarcon tu público y hacer llamados específicos.Dales espacio en tu sitio o red social y creaun ambiente espiritual para ellos. Ten disposicióna interactuar, en lugar de simplementepostear un mensaje en el vacío de Internety esperar que Dios haga el resto.

 Atiende las necesidades de tu público fuera de las transmisiones del culto on line. Aunque los lives sean importantes, también debes ofrecer maneras de compartir contenido espiritual on line fuera de la hora del culto regular. Esto puede incluir Grupos pequeños, cultos de oración, webinars, series evangelizadoras, clases culinarias y seminarios sobre educación de los hijos, entre otras cosas.

 Intenta construir relaciones virtuales que animen a las personas a asistir a tu iglesia. El discipulado digital puede desempeñar un papel en su familiarización con tu congregación, incentivándolos a participar de los cultos.

Creciendo en el discipulado

 Un texto fundamental para el discipulado digital es Romanos 12:15: “Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran”. Haz de esto tu práctica en el ambiente virtual. Las iglesias locales tienen una variedad de opciones para conectarse con las personas en el universo digital. Participa de los diálogos con palabras sabias. Involúcrate con las alegrías y las tristezas de tus contactos virtuales, así como lo haces con aquellos que están a tu alrededor.

 Es importante destacar que todas las herramientas digitales disponibles deben ser utilizadas con sabiduría y discernimiento. Todavía dependemos de una relación cercana con Dios. Por medio de la oración, la colaboración y el pensamiento estratégico, pide al Señor que te oriente, a ti y a tu congregación, sobre cómo actuar en el universo virtual para ayudar a las personas a crecer en el discipulado. Recuerda: ¡mismo Dios-cayado diferente!

Sobre el autor: Fundadora y directora del ministerio digital Discipleship, en Australia.