“Antes que nada, Señor, debemos despertar cada mañana con tu aliento y el poder de tu Palabra”.
De acuerdo con Waldo Werning, la mayordomía cristiana es “la reacción del creyente al amor del Dios que lo creó, preservó, redimió y santificó. Se puede decir que es la administración, por parte del cristiano, de su vida redimida y de sus posesiones, mediante el poder del Espíritu Santo. Lo dirige la Palabra, para gloria de Dios y en beneficio del hombre. Es el fruto de la fe que salva. Es fe en acción, la expresión de la fe cristiana, la evidencia de cuán sinceramente un hijo de Dios cree las verdades que acepta. El mayordomo cristiano es alguien a quien se le confió una vida redimida por Cristo. Ser mayordomo es seguir por donde el Señor dirige, mediante las habilidades y las fuerzas que él mismo da”.
Para promover en el territorio de la División Sudamericana estos sagrados ideales, se nombró en julio del año pasado al pastor Miguel Pinheiro Costa. Nació en Campim Grosso, Estado de Bahía, Rep. del Brasil, donde cursó sus estudios básicos. Terminó sus estudios secundarios en el Colegio Adventista del Estado de Espíritu Santo, y en 1988 concluyó el Curso Teológico en el antiguo Instituto Adventista de Enseñanza, que hoy es el Centro Universitario Adventista de Sao Paulo. También posee una maestría en Teología Pastoral y se graduó en Administración.
Comenzó sus actividades ministeriales en la Asociación de Río de Janeiro, donde fue pastor de distrito, evangelista y director de Ministerios Personales y Escuela Sabática, funciones que desempeñó posteriormente en la Unión del Nordeste del Brasil. También sirvió como presidente de las misiones de Sergipe-Alagoas y del Nordeste. Antes de llegar a la División Sudamericana era director de Mayor domía Cristiana en la Unión del Nordeste.
El pastor Pinheiro está casado con la profesora Perpetua Pinheiro, de cuya unión han nacido dos hijas: Michele y Emily. En esta entrevista nos presenta el nuevo ropaje con que aparecen ahora los antiguos y eficientes principios en que se funda la mayordomía cristiana.
Ministerio: ¿Cómo define usted la mayordomía cristiana?
Pastor Pinheiro: Para mí, la mayordomía cristiana se puede definir en seis palabras, a saber: gratitud, y comunión diaria con Dios. Imagine que usted es amigo de alguien que es dueño de una fortuna incalculable. Impulsado por el amor, ese propietario construyó una hermosa mansión y le dijo: “Todo esto es mío; pero como usted es mi amigo y sé que se siente bien en mi compañía, quiero que venga a vivir a esta casa: cuídela como si fuera suya; disfrute de ella plenamente. Salgo de viaje; no sé cuándo regresaré, pero estoy listo para ayudarlo en lo que necesite; todo lo que tiene que hacer es llamarme”. ¿Qué sentimientos podría albergar usted hacia ese señor? Ciertamente lo honraría con su fidelidad y lealtad, ¿no es cierto? Este es el concepto que debemos tener de la mayordomía cristiana. Todo lo que soy, y todo lo que tengo y seré es dádiva de mi Señor, y debo usarlo para su gloria.
Ministerio: En vista de esto, ¿cuál podría ser el nombre oficial del departamento de Mayordomía Cristiana? ¿Ministerio de la Fidelidad o de la Administración de la Vida?
Pastor Pinheiro: El nombre que figura en el Manual de la iglesia, en el libro de Reglamentos, en las actas y en los documentos de la iglesia es Mayordomía Cristiana. Por lo menos, de parte de la Asociación General no ha habido cambios en este sentido. Lamentablemente, a lo largo de los años hemos usado la palabra mayordomía sin el complemento que caracteriza su verdadera naturaleza en el contexto de nuestras actividades. Eso ha producido mucha confusión en la mente de algunos hermanos, especialmente de los nuevos conversos. La palabra mayordomía, así, sola, tiene un mal sentido en la mente de mucha gente. La asocian con actos ilícitos, con corrupción, con vivir a costa de los demás. Por eso, es bueno usar siempre la expresión “Mayordomía Cristiana”, para que no queden dudas acerca del concepto bíblico y espiritual que implica. Algunos diccionarios comparan al mayordomo con un intendente, con alguien que le da sentido a los propósitos del patrón, y que provee el sustento necesario para la conservación y el desarrollo de la propiedad de su patrón. Este es el concepto de la mayordomía cristiana, que implica al hombre (el mayordomo) y Dios (el Patrón).
Ministerio: ¿Cuáles son los objetivos prácticos de este departamento?
Pastor Pinheiro: 1) Reconstruir los hábitos espirituales para que cada creyente experimente todos los días la salvación en Cristo; 2) Concientizarlo para que cada día reafirme su convicción de que está salvado por Cristo, que cada día recibe también una porción de gracia y que cada día se debe renovar; 3) Conseguir que los miembros de la iglesia crean que antes de la santidad viene la salvación. Dios nos salva en el sentido de que renueva su gracia y su misericordia “cada mañana”, como lo dice el profeta Jeremías, para que podamos ser santos durante ese día; 4) Enseñar que devolver los diezmos y dar ofrendas no es solo traer dinero a la iglesia, sino que es un acto de adoración por medio del cual entregamos nuestras vidas a Dios como un sacrificio vivo, santo y agradable a él. El centro del asunto no es el dinero, sino a quién adoramos con lo que tenemos; 5) Enseñar que la observancia del sábado y el cuidado del cuerpo deben estar ubicados en el contexto de la adoración; 6) Cumplir la misión de la iglesia; y 7) Llevar a los creyentes a la convicción de que todos somos responsables por el sostén del cuerpo de Cristo en todos sus aspectos.
Ministerio: De acuerdo con su experiencia, ¿por qué existe cierta resistencia a la mayordomía cristiana?
Pastor Pinheiro: El materialismo y el secularismo han sofocado el poder de la Palabra de Dios en muchos corazones; y hablar de dinero no es nada fácil. Por eso, creo que antes de hablar de diezmos y ofrendas tenemos que conseguir que la gente le entregue su corazón a Dios. Es posible que esta haya sido una de nuestras dificultades. La manera en que la gente encara el asunto del dinero refleja su grado de intimidad diaria con el Señor. Es posible que todavía haya cierta resistencia a la mayordomía cristiana, pero cuando los creyentes se dan cuenta de que esta cuida de su espiritualidad, comienzan a vivirla en todos los aspectos de la vida, y son más felices y activos.
Ministerio: Después de tantas alteraciones y cambios en la manera de abordar el asunto, ¿cree usted que el departamento está, por fin, plenamente consolidado?
Pastor Pinheiro: Estamos en camino de lograrlo. Creemos que el Espíritu Santo ha producido un gran despertar en su pueblo. Nuestros dirigentes están motivados y comprometidos con este ministerio sagrado, y están convencidos de que es imprescindible para el desarrollo espiritual del pueblo de Dios. Es verdad que todavía existe una gran diferencia entre las entradas producidas por los diezmos en comparación con las ofrendas, pero creo que esta situación cambiará. Una de las medidas aprobadas por el Concilio de la División Sudamericana fue que, a partir de ahora, cada serie de estudios bíblicos debe contener un estudio específico acerca de las ofrendas, y que dar ofrendas es un acto de adoración.
Ministerio: Sabemos que hay una nueva manera de abordar el tema de la mayordomía cristiana, implantado por usted. Por favor, háblenos acerca de esto.
Pastor Pinheiro: Se trata de un plan votado para desarrollar la espiritualidad de cada creyente. A fin de ser fieles mayordomos, necesitamos acudir a la presencia de Dios en las primeras horas de cada día. Cada uno de nosotros sirve a Dios dentro de una unidad de tiempo que llamamos día. El Señor concentra en ella todos sus recursos para que obremos nuestra salvación por medio de Cristo con temor y temblor. De acuerdo con este plan, el objetivo consiste en conseguir que cada creyente de Sudamérica desarrolle su personalidad y adquiera el hábito de buscar a Dios en las primeras horas de cada día. Al vivir diariamente en comunión con el Señor, cada creyente orienta sus prioridades y establece sus objetivos. A medida que esta comunión se desarrolla, el Espíritu Santo lo inspira a proporcionar recursos financieros para el cumplimiento de la misión de la iglesia.
Ministerio: ¿Cuál es la dinámica de este plan?
Pastor Pinheiro: Bien; los llamamos Seminarios de Enriquecimiento Espiritual. Los dividimos en cuatro partes: 1) Un seminario de 21 horas, en el que cada participante recibe el material que tendrá que usar durante las clases. En ese momento aprenden a buscar a Dios. Al terminar esta etapa, a los participantes se les asignan tareas específicas para que pongan en práctica en casa lo que aprendieron. Son tareas que los ayudan a desarrollar el hábito de la comunión; 2) Una etapa espiritual de 40 días. Cada participan te recibe orientaciones escritas acerca de las actividades devocionales personales que debe desarrollar durante 40 madrugadas; 3) Intercesión en las madrugadas. Al comenzar la etapa de 40 días, el participante ora pidiéndole a Dios que le señale 5 personas que todavía no son miembros de la iglesia y que vivan en la misma localidad. Una vez identificadas, el intercesor entra en contacto con ellas para informarles que está orando en su favor durante esos 40 días. El intercesor debe dar un testimonio cristiano delante de esas personas; 4) Reencuentros. Pasados esos 40 días, se celebra una reunión de los participantes, que deben venir acompañados por las personas por las que oraron. Es una reunión de testimonios acerca de las experiencias y los triunfos de los días anteriores.
Ministerio: Pero, ¿dónde está la mayordomía de los tesoros en este plan?
Pastor Pinheiro: Hablamos de los tesoros durante el seminario de 21 horas. La mayor parte del contenido de este seminario se refiere a este tema. Hablamos de los 4 aspectos de la mayordomía cristiana en el contexto de la adoración y la comunión. Enseñamos que en primer lugar deben entregar sus vidas a Dios en las primeras horas de cada día, para que puedan experimentar el gran privilegio de adorarlo mediante la devolución de los diezmos y las ofrendas. Al Señor le resulta más fácil usar los recursos de los mundanos irreligiosos que de los que solo tienen sus nombres anotados en los registros de la iglesia pero que no toman en serio la comunión con él. Hablamos tan francamente acerca de los elementos de la Mayordomía como antes, pero ahora lo hacemos en el marco de la comunión y la adoración. Antes, después de una campaña de Mayordomía, la gente decía: “Pastor, empecé a devolver los diezmos después de este programa” Ahora dicen: “Mi vida cambió en todos sus aspectos después de que aprendí a buscar a Dios en primer lugar”.
Ministerio: ¿Cuáles han sido los resultados de esta nueva idea?
Pastor Pinheiro: Al principio algunos se quedaron esperando para ver hasta dónde íbamos a llegar. Otros creían que se trataba de “un programa Pasajero”. Iniciamos el proyecto con un público especial: los líderes formadores de opinión. Experimentaron una renovación espiritual, y pasaron a dar testimonio acerca de lo que estaban sintiendo, y la gente comenzó a buscar esa misma bendición. Aprendimos que no es posible llegar a todos al mismo tiempo, sino que debemos avanzar por partes. Todavía tenemos mucho que hacer y aprender, porque el crecimiento de la iglesia, incluso en lo que tiene que ver con su espiritualidad, no es una ciencia que se haya terminado de consolidar. El aprendizaje y el perfeccionamiento se van produciendo a medida que avanzamos.
Ministerio: ¿Qué hechos podría pre sentar usted como señales del éxito de este plan? ¿Dónde se lo ha llevado a cabo ya?
Pastor Pinheiro: La cantidad de gente que asiste a los seminarios aumenta en todas partes. Si tenemos en cuenta que la única propaganda que hacemos es la influencia ejercida por los seminarios y lo que ha sucedido en la vida de cada participante, esto es sin duda un elemento positivo. Otra cosa: el seminario no es gratuito, pero eso nunca disminuyó el interés de la gente, incluso el de los no adventistas. Los reencuentros son otro punto sobresaliente. Hemos dicho que en los reencuentros el pastor ve la iglesia de sus sueños: los hermanos acompañados por las personas por las que oraron y que ahora manifiestan su deseo de tener la misma experiencia de sus intercesores. En Ilhéus, Bahía, el primer seminario fue solo para 13 líderes. En el segundo tuvimos 240 participantes.
Estos dieron su testimonio e inscribieron a 1.500 personas para el tercer seminario. En Recife, Pernambuco, en mayo de 2004, el primer seminario reunió a 420 líderes de cada distrito. En el día del reencuentro, 2.400 personas llenaron por completo el teatro de la ciudad. En el primer seminario celebrado en Porto Alegre, Río Grande do Sul, participaron 600 representantes de distritos. El reencuentro reunió a más de 2.000 personas. Tanto en Pernambuco como en Río Grande do Sul los seminarios se llevan a cabo ahora en cada distrito pastoral.
Ministerio: ¿Se ha fijado usted una fecha tope para abarcar toda América del Sur con este plan?
Pastor Pinheiro: Queremos que nuestro sueño sea realidad; queremos alcanzar una meta. Cuando el sueño es amplio, se necesita tiempo y una visión clara del futuro que se desea alcanzar, para que se cumpla. El departamento de Mayordomía Cristiana cuida de la espiritualidad de los creyentes, y tiene que ver con temas fundamentales para nuestra existencia. En verdad, lidiamos con asuntos trascendentes. La base del Seminario de Enriquecimiento Espiritual es precisamente la espiritualidad, como ya lo vimos. Pero vamos a enfatizar diferentes asuntos en el quinquenio: durante los años 2006 y 2007 nos referiremos a la comunión diaria con Dios sobre la base de esta declaración: “Soy salvo cada mañana, para ser santo durante todo el día”. En los años 2008 y 2009 el tema será “Salud y adoración”. El lema será: “Adorar a Dios y cumplir la misión en la alegría de la salud, y no en la tristeza de la apatía y la enfermedad”. En el año 2010 el tema será el bautismo diario del Espíritu Santo, y el desarrollo de dones y habilidades.
Ministerio: ¿Qué espera usted de los pastores en el contexto de este plan?
Pastor Pinheiro: En primer lugar, que cada pastor experimente este plan en su propia vida. He visitado a muchos pastores y he verificado que nuestra mayor necesidad es andar con Dios todos los días, para que podamos tener su mente y su corazón. La misión que tenemos que cumplir exige que nos entreguemos al Señor antes y por encima de cualquier otro compromiso. Tenemos que llevar a cabo muchas actividades, pero el Altísimo debe ser lo primero y debe estar en primer lugar. Si no fuera lo primero, otro seguramente ocupará su lugar en el trono del corazón. Antes que nada, debe estar el Señor. Debemos despertarnos cada mañana respirando a Dios y el poder de su Palabra. En segundo lugar, espero que los pastores logren que sus líderes experimenten cada mañana la vida que procede de la Palabra de Dios. Cuando el pastor está al frente, todo resulta más fácil. También quiero advertir que tengan paciencia y que no se precipiten intentando desarrollar el plan de una sola vez y con toda la iglesia. Primero hay que trabajar con los líderes; por medio de ellos podrán llegar más fácilmente a los demás miembros de la iglesia. Hay dos años para cada asunto. Por lo tanto, hay tiempo de sobra para organizar bien el trabajo. A muchos excelentes proyectos se les acortó la vida útil por causa del apuro, la falta de organización y la búsqueda de resultados inmediatos. Si avanzamos poco a poco, será más fácialcanzar con eficiencia a todos.
Sobre el autor: Zinaldo A. Santos es director de Ministerio, edición de la CPB. Miguel Pinheiro Costa es director del departamento de Mayordomía de la DSA.