“Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca” (Sal. 33:6).

Una interpretación literal de Génesis 1 afirma que un Dios personal creó nuestra tierra y la vida sobre ella en 6 días consecutivos de 24 horas. En este sistema humano que conocemos hoy en día.

La persona que ha experimentado a Dios como un ser amante hallará difícil conciliar esa clase de Dios con un informe encontramos a Dios actuando como un padre que ama a sus hijos y, por lo tanto, creando un entorno de belleza y seguridad para ellos.

Algunos creen que el informe del Génesis es simbólico, o mitológico, y que los seres humanos evolucionaron proceso impersonal, poco compasivo, que termina en dolor y muerte para todos. Por eso, una premisa básica para el evolucionista teísta -uno que cree que Dios usó la evolución como su manera de crear la vida- es que Dios dependió de la muerte como parte del proceso evolucionista. En a través de eras, por medio de un proceso gradual que podría haber comenzado con una célula viva que, de alguna manera, llegó a surgir en una ciénaga, y que a través de millones de años progresó hasta el sofisticado y complejo este paradigma, Dios, no Satanás, es la fuente de la muerte. Pero, ¿podría un Dios de amor elegir milenios de brutal y cruel agonía y muerte, sufrimiento y trauma, como sus medios de creación?

Romanos 6:23 nos dice que la paga, o resultado, del pecado es la muerte. De acuerdo con Romanos 5:12, la muerte entró en el mundo cuando Adán pecó y, por lo tanto, “la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” Así, la muerte entró en el mundo, de acuerdo con el informe bíblico, como un resultado del pecado, no como parte de la creación progresiva de Dios.

La ciencia y la interpretación

La Escritura es clara acerca de la creación y la muerte, pero ¿qué dice la ciencia? Ambos, la creación y la evolución, pueden ser apoyados por datos considerablemente complejos. La diferencia básica entre los dos paradigmas es cómo son interpretados los datos.

Echemos un vistazo a un par de ejemplos:

El registro fósil. Los fósiles generalmente son hallados en una pila de capas de roca, una sobre la otra. La pila es algo así como un libro de historia, con las páginas más antiguas en el fondo. Los fósiles aparecen en un orden específico en esta secuencia de rocas. Las capas inferiores contienen mayormente invertebrados marinos. Los mamíferos y las aves no aparecen hasta mucho más arriba en la secuencia de rocas, y los restos de los seres humanos solamente son hallados en las rocas más jóvenes, las de la parte superior. En otras palabras, caracoles, almejas y estrellas de mar se fosilizaron primero, y los seres humanos recién al fin de la secuencia.

En la interpretación evolucionista de los datos, las estrellas de mar aparecen en el registro fósil antes que los restos humanos, porque habían evolucionado quinientos millones de años antes que lo hicieran los seres humanos. Diferentes animales fueron sepultados y se fosilizaron a medida que evolucionaron, y no había seres humanos hasta que casi todos los otros grupos de animales ya habían aparecido.

El creacionista, sin embargo, observa los datos y dice que los seres humanos y todos los otros tipos mayores de animales fueron creados al mismo tiempo que las estrellas de mar. Pero, cuando comenzó el diluvio global, las estrellas de mar y otros animales que vivían en el mar fueron muertos y sepultados primero en las capas de rocas inferiores. Los seres humanos, sin embargo, vivían en la tierra, en un área diferente, y sobrevivieron hasta cerca del fin del diluvio, cuando fueron sepultados en las capas de roca más elevadas.

La secuencia de los fósiles no registra una secuencia de evolución; muestra, en su lugar, cuándo murieron y fueron sepultados diferentes grupos de animales en el catastrófico diluvio global.

Debido a que no tenemos toda la evidencia y, consecuentemente, no podemos demostrar una explicación correcta, ambos, el creacionista y el evolucionista, encuentran cierta evidencia difícil de explicar.

Problemas para los evolucionistas. La mayoría de los grupos de animales o plantas no están conectados o vinculados entre sí en el registro fósil por series de transiciones evolutivas, como se esperaría en este paradigma.

Problemas para los creacionistas. Unos pocos grupos de fósiles parecen tener buenas transiciones evolutivas. También es difícil de explicar cómo los diferentes grupos de animales llegaron a estar ordenados o arreglados en una secuencia tan detallada en las rocas. ¿Por qué no llevaron las aguas del diluvio unos pocos ratones a la orilla del mar y los sepultaron con las estrellas de mar?

Datación radiométrica. Los hechos: en la pila de capas de rocas, ciertos materiales radiactivos son más abundantes en rocas inferiores, más antiguas, y menos abundantes en las capas superiores. En las capas de rocas superiores se han cambiado, o desintegrado, a través del tiempo, a una forma que no es radiactiva. Esta desintegración radiactiva lleva un largo tiempo: miles de años para el carbono 14, y millones de años para otros elementos.

Interpretación evolucionista de los datos: Los materiales radiactivos indican que las rocas más antiguas tienen una antigüedad de centenares de millones de años. Por lo tanto, las formas de vida fosilizadas en estas rocas también tienen esa antigüedad.

Interpretación creacionista de los datos: La vida ha estado en la tierra por solamente miles de años. Eso significa que la desintegración radiactiva ha ocurrido mucho más rápidamente de lo que la mayoría de los científicos piensan.

Problemas para los evolucionistas. Algunas evidencias en las rocas parecen requerir un período de tiempo mucho más corto para la formación de nuestro mundo. Por ejemplo, en un número de casos, los datos radiométricos para las rocas, como se entiende esa datación, requieren que la superficie de la tierra haya estado expuesta por millones de años a poca o ninguna erosión del suelo y las rocas. Eso no sucede en la naturaleza hoy en día. Lo que normalmente sucede es que, con el tiempo, los ríos y los arroyos erosionan la tierra en cerros, valles y cañones. Esto parece indicar que la datación radiométrica está equivocada.

Problemas para los creacionistas. La física de la radiactividad ha sido estudiada extensamente, y no sabemos qué es lo que hace que los “relojes” radiométricos estén tan seriamente equivocados como requiere el paradigma creacionista. Un creacionista tiene que proponer qué factores desconocidos y aún por ser descubiertos explicarán la evidencia radiométrica.

Naturalismo, leyes naturales y diseño

Muchos científicos han aceptado el paradigma del naturalismo, que niega toda acción sobrenatural en la historia. El naturalismo es un paradigma controlador en la ciencia hoy en día. Se entiende que todo está obrando por causa de la ley natural solamente. Nunca debiera usarse ningún tipo de milagro para explicar el dato observado. Sin embargo, si aceptamos esta limitación, ¿deja suficiente espacio para una explicación adecuada, completamente plausible?

Tomemos un ejemplo: Nuestros automóviles trabajan por la operación de la ley natural. Nosotros no creemos que hay espíritus sobrenaturales dentro de la máquina empujando los pistones. Ahora, ¿es esa una buena razón para negar la posibilidad de que pudo haber habido seres inteligentes involucrados en el origen del auto?

Observe la célula humana. Las proteínas son un importante bloque de construcción en cada célula de nuestro cuerpo. Las proteínas son largas cadenas de pequeñas moléculas llamadas aminoácidos. Un aminoácido es una combinación particular de carbono, oxígeno, hidrógeno y nitrógeno.

Por lo tanto, si mezclamos estos elementos juntos bajo las condiciones adecuadas, las leyes de la química harán que se combinen de tal manera que formen aminoácidos. ¿Significa eso que la vida fácilmente podría comenzar por este proceso?

Ciencia y religión

Para contestar, también debemos considerar el concepto de “información”. La información es una manera de expresar ideas. Las palabras escritas por un poeta son información. La información puede ser precisa, como las instrucciones técnicas acerca de cómo hacer un automóvil.

¿Hay alguna ley natural que pueda producir la información en un libro de poesías o en el manual de instrucciones de un automóvil? ¿Hay alguna manera natural para que una máquina use las leyes de la naturaleza a fin de producir información original, significativa, en un libro?

No. La información es el producto de la inteligencia. Ninguna ley indica si D debiera venir antes de M, o S después de K. El orden de las letras y las palabras en un libro resulta solamente del pensamiento inteligente. Una metáfora bien establecida es altamente relevante y digna de ser repetida en este caso: imagine la probabilidad de que se componga un diccionario por un accidente al azar, o como resultado de dispersar millones de letras en el espacio.

El papel de un libro es mantenido unido por una particular aplicación de las leyes de la química, pero las palabras y las oraciones -la información-, en el libro, no resultan de una ley natural. La información resulta de la iniciativa y el pensamiento inteligente. ¿Por qué eso es tan importante? Porque la vida misma está basada en información particular.

Alrededor de veinte diferentes aminoácidos se juntan, como eslabones en una cadena, para hacer una proteína. Si hacemos una proteína de una serie de aminoácidos, las letras que los representan podrían parecer como esto: ADGOCITBLERACKBNSK; y esta es, en realidad, una proteína fácil. La tarea específica del aminoácido en una proteína es determinada por la secuencia de aminoácidos, así como la secuencia de letras determina el significado de una oración.

Compare el contenido de información en estas dos secuencias de letras: (1) RFOBROIBPODEMOF; (2) DIOS LO AMA. La diferencia de significado es dramática.

De manera similar, la función de una proteína, si es que tiene alguna, también es determinada por su secuencia de aminoácidos. Sin embargo, ninguna ley en la naturaleza contiene la información concerniente a qué secuencia de aminoácidos deberían estar en cualquier proteína. La secuencia de aminoácidos es información, y no está gobernada por ninguna ley natural.

¿Cómo sabe la célula viviente cómo hacer la proteína correcta? La célula contiene instrucciones en su ADN que indican exactamente qué secuencia de aminoácidos harán la proteína conecta. ¿De dónde obtiene el ADN esa información? Ninguna ley natural dicta la información al ADN o a la proteína; -tiene que ser inventada.

La diferencia entre procesos gobernados por una ley y la información, es la llave para la comprensión de qué es la vida.

Nuestros cuerpos están hechos de innumerables “máquinas”; mecanismos como el corazón, y miles de máquinas moleculares microscópicas en cada célula. La operación de cada máquina está gobernada por leyes naturales comprensibles. Pero las instrucciones que permiten al cuerpo hacer todas esas pequeñas “máquinas” son información, y la información no surge de leyes naturales.

La vida únicamente puede existir a causa de la información que controla la manufactura de los millones de partes de un ser viviente. Cuando estudiamos la construcción y el funcionamiento de nuestro automóvil, entendemos que las instrucciones para hacer todas sus partes son el resultado del esfuerzo inteligente de un inventor. ¿No indica la vastamente más compleja información que hace a un animal viviente, que el origen de estos animales dependió de un inventor inteligente?

El origen de formas de vida mayores

Aun si aceptamos la posibilidad de que la vida pudo haber sido creada, ¿cómo llegaron a existir las muchas diferentes formas de vida? Después de que Dios hubo creado el primer microorganismo viviente, con toda la información para hacer más cosas vivientes, ¿lo habrá cambiado gradualmente el proceso evolucionista de mutación y selección natural en diferentes tipos de vida?

Las cosas vivientes cambian. Considere todas las diferentes razas humanas que han salido de un tipo humano original. Aun un creacionista tiene que reconocer que han ocurrido cambios en los grupos que fueron creados. La ciencia llama a este tipo de cambio evolución (microevolución).

Pero, el evolucionismo también intenta explicar cómo pueden originarse tipos de animales o plantas completamente nuevos. ¿Qué sería necesario para desarrollar invertebrados en mamíferos de sangre caliente que dan a luz crías vivas? Eso requeriría desarrollar nueva información de ADN, instrucciones para hacer un esqueleto, pulmones, cerebro y otros órganos nuevos que no existían antes.

Eso sería agregar muchos nuevos capítulos de información precisa al “manual de instrucciones” para hacer la vida. Si no hubiera acción inteligente para diseñar cosas vivientes, todos esos volúmenes de información nueva tendrían que surgir gradualmente a través de cambios resultantes de cambios aleatorios en el ADN, llamados mutaciones, y a través de la selección natural.

¿Podemos probar que eso no puede suceder? No. Nadie puede probar qué sucedió o no sucedió hace mucho tiempo; solamente podemos explorar las posibilidades. La evolución de nueva información comienza con mutaciones que cambian nucleótidos en el ADN, los que cambian un aminoácido en una proteína (“cambiando las letras” en nuestra simple proteína).

En el modelo evolucionista, estos cambios son aleatorios; el proceso de mutación no sabe qué es lo que el animal necesitará. El naturalismo supone que las mutaciones aleatorias y la selección natural producirán cualquier cosa necesaria. Pero, ¿es esto realista? ¿Desarrollará este proceso nuevos órganos complejos, y tejidos previamente no existentes, o los cambios aleatorios serán finalmente destructivos?

Si un caribú, en Alaska, es demasiado lento para dejar atrás al lobo, la selección natural lo eliminará con su prole. Algunos científicos creen que la selección natural puede eliminar únicamente a estos individuos más débiles pero que no producirá ningún nuevo órgano o nuevos tipos de vida animal. De hecho, la ciencia no ha demostrado la existencia de un proceso genético que pueda desarrollar cualquier nuevo tipo básico de vida.

Conclusión

Aunque la investigación científica seria apoya con abundante evidencia al punto de vista creacionista, quedan preguntas sin respuesta para los creacionistas así como para los evolucionistas. ¿Qué debiéramos hacer si, como ciertamente es el caso, no tenemos las respuestas para todas nuestras preguntas?

La respuesta dependerá de nuestra experiencia personal con Dios. Aunque Dios desea que el creyente piense, analice, descubra e investigue, el punto fundamental es: ¿Confiamos en él y en su Palabra? Creemos que él sabe más acerca de la historia antigua que nosotros, porque él estaba allí cuando la tierra fue formada (Job 38; Sal. 33:6) ¿Podemos tomar literalmente su Palabra?

Siete veces, en el informe de la creación, Dios afirma: “Y fue así”. Hablando de su regreso literal, Cristo dijo: “Si así no fuera, yo os lo hubiera dicho”. Si los orígenes de la tierra y de la humanidad hubieran diferido del relato bíblico, ¿no nos lo habría dicho Cristo también?

Bibliografía recomendada

Behe, M. L La caja negra de Darwin. Barcelona: Editorial Andrés Bello, 1999.

Brand, L R. Fe y razón en la historia de la tierra. Lima: Ediciones Theologika, 1998.

Flori, J. y Rasolofomasoandro, H. En busca de los orígenes. Madrid: Editorial Safeliz, 2000.

Roth, A. A. Los orígenes. Buenos Aires: ACES, 1999.

Ciencia de los Orígenes. Loma Linda. Revista especializada publicada por el Geoscience Research Institute.

Sobre el autor: Cindy Tutsch es directora asociada del Patrimonio White en Silver Spring, Maryland, EE. UU. Leonard Brand es profesor de Biología y Paleontología en la Universidad de Loma Linda, California, EE. UU.