Hoy, más que nunca, necesitamos una acción pastoral e intencional.

Quedé impactado y preocupado cuando leí un artículo en la edición electrónica del diario USA Today (15/09/2014) que presentaba los resultados del llamado “Estudio nacional sobre congregaciones”; una visión actual sobre la realidad de las iglesias, las sinagogas y las mezquitas en los Estados Unidos. No es un estudio sobre los adventistas, y ni siquiera somos citados en él, pero es el tercer ciclo de una serie de estudios que se inició en 1998, tuvo su segunda fase en 2006 y en 2014 concluyó la tercera etapa. Estos diferentes ciclos proporcionan una gran base de comparación sobre cómo las iglesias están moviéndose en los Estados Unidos.

 Fueron entrevistados 1.331 líderes de iglesias nacionalmente representativas, y las primeras conclusiones indican un claro cambio de creencias y de estilo de vida en los últimos años. Llamó la atención de los investigadores el hecho de que las iglesias están:

  1. Abriendo sus puertas de forma natural para que integrantes de parejas homosexuales (gays y lesbianas) se transformen en miembros y asuman puestos de liderazgo.
  2. Dando cada vez más lugar a cultos de estilo carismático, lo que involucra manos levantadas, fuertes amenes y danzas.
  3. Apartándose de una postura confesional, de reglas o doctrinas que puedan retardar o dificultar cualquier cambio.

 La aceptación de la homosexualidad activa como algo natural fue identificada como una de las fuertes tendencias actuales. En la segunda etapa de la investigación, en 2006, el 37% de las iglesias aceptaba parejas homosexuales como miembros. Ya en 2014, el índice subió al 48%. Casi la mitad de las confesiones entrevistadas no ve problemas en el asunto. En 2006, el 18% permitía que homosexuales asumieran posiciones de liderazgo; ahora el porcentaje subió al 26%. Fue un aumento muy fuerte, y muy rápido.

 El estudio destacó también los fuertes cambios en la adoración. El número de personas que se congregan en iglesias que usan batería como percusión en el culto casi se duplicó. En 1998 era el 25%; hoy ya alcanza el 46%. El diario cita a Marcia Mc Fee, que trabaja como Consultora de Adoración y actúa en las iglesias más destacadas de los Estados Unidos, llevándolas a tener una adoración con más luz, más sonidos y movimiento. Ella defiende que el mensaje cristiano debe tener “una experiencia de profunda riqueza sensorial”. Según ella, solamente sentarse y escuchar ya no conecta a la mayoría de las personas con Dios. Por otro lado, Mark Chaves, profesor de Sociología de la Duke University y director general del estudio, pondera que todas las expresiones de entusiasmo durante el culto afectan el mensaje. Observa que está habiendo “un énfasis en la experiencia espiritual [mayor] que en la enseñanza religiosa o doctrinal”.

 El estudio reconoció también que la identidad congregacional está perdiendo espacio. Cerca de una de cada 4 congregaciones, el 23%, se describe a sí misma como no confesional; en 1998 eran apenas un 18%. Según el artículo, esta pérdida de identidad confesional ocurre para que estas iglesias tengan mayor libertad para liderar, enseñar y variar su estilo de adoración.

 ¡Qué tremendo alerta para nosotros! Sabemos que la tendencia religiosa de los Estados Unidos en poco tiempo se transforma en una fuerte influencia en nuestra región, y podemos actuar para prevenir esta situación. Por otro lado, es fácil identificar lo que está sucediendo con la mayoría de las iglesias que abrazaron esta visión: la religión se está haciendo cada vez más vacía, preocupada meramente por la satisfacción personal y sin compromiso con el “Así dice el Señor”.

 ¿Es eso lo que queremos para la iglesia remanente? ¿Debemos permitir que estas tendencias sigan su curso natural y ejerzan su influencia sobre nosotros? Somos llamados a asumir una firme posición del lado de lo que es correcto. “Debemos escoger lo justo porque es justo, y dejar a Dios las consecuencias. El mundo debe sus grandes reformas a los hombres de principios, fe y arrojo. Esos son los hombres capaces de llevar adelante la obra de reforma para nuestra época” (El conflicto de los siglos, p. 596).

 Necesitamos una acción pastoral e intencional, para no ser infectados por esta situación. Estoy convencido de que la visión de un discipulado que comprenda comunión, relaciones y misión es la “vacuna” contra esta confusión. Por eso, las iniciativas en estas tres áreas necesitan ser reforzadas en la vida de la iglesia. Nuestros planes, recursos, talentos, tiempo y energías deben ser concentrados en esta dirección, si queremos ver una iglesia más fiel, profunda, fructífera y feliz.

 En este año, nuevamente nuestro proyecto de trabajo está construido sobre esta base. Vamos a hablar sobre salud, para involucrar a la iglesia y compartir la herencia que Dios nos dejó. El mensaje de salud es el “puente” ideal para alcanzar los corazones; es la “llave” que abre puertas aparentemente cerradas a un mensaje religioso. Es el “brazo derecho” del mensaje del tercer ángel. Por medio de él podremos reforzar el discipulado, vacunar a la iglesia y alcanzar a más personas.

 El tema central es “VIVA CON ESPERANZA”. Otra vez un proyecto simple y relevante, que puede ser realizado en cualquier lugar, por cualquier persona, y que está basado en los tres principios del discipulado.

A. COMUNIÓN

10 días de oración y 10 horas de ayuno, del 19 al 28 de febrero.

 El punto de partida será espiritual, porque esta es la base tanto de nuestra vida espiritual como de cualquier actividad de la iglesia. Un movimiento sin esa base puede impresionar a los hombres, aunque no tendrá la bendición de Dios. No podemos olvidar que “la oración y la fe harán lo que ningún poder en la Tierra podrá hacer” (El ministerio de curación, p. 407). Por favor, use su liderazgo para llevar a la iglesia ante la presencia de Dios y a buscar al Espíritu Santo. Serán diez días de oración en las casas o en las iglesias, concluyendo el último sábado, con diez horas de ayuno y una vigilia, en las iglesias.

B. RELACIONES

Multiplicación de los Grupos pequeños con énfasis en la acción pastoral.

 La fiesta de celebración de esta multiplicación será el sábado 29 de agosto. Para que el movimiento sea sólido, necesitamos invertir en la formación de líderes; para esto, el papel del pastor es fundamental. Nuestro desafío es ver a cada colega en la obra pastoral involucrado con un Grupo pequeño de pastores (PGP) y realizando un Grupo pequeño prototipo.

C. MISIÓN

 Serán tres actividades especiales Proyecto Viva con esperanza, los días 30 y 31 de mayo. El sábado 30 realizaremos el Impacto esperanza, saliendo a las calles para entregar el libro misionero Viva con esperanza. El domingo 31 vamos a comprometer a todas las áreas de la iglesia en proyectos de salud en la comunidad, presentando los ocho remedios naturales y el plan de Dios para una vida saludable.

 Realización de dos campañas de evangelismo público.

 -Semana Santa, del 28 de marzo al 5 de abril, festejando los 45 años del programa. Deberá comenzar en los Grupos pequeños o en los hogares, y terminar en la iglesia.

 -La Semana de Evangelismo Público de Cosecha, del 21 al 28 de noviembre. Con la participación de pastores, obreros de diferentes áreas y evangelistas voluntarios.

 Es un proyecto simple, fácil, y con resultados que marcarán la vida de la iglesia y de la comunidad. ¿Por qué no aprovechamos la oportunidad para actuar unidos en la misma visión y acción? Cuando actuamos de esa manera nos hacemos más fuertes, llegamos más lejos, vamos más rápido y recibimos la unción del Espíritu Santo.

 ¡Vivimos en tiempos difíciles! El compromiso de cada pastor en formar discípulos, comprometiéndolos con una vida espiritual sólida, relaciones saludables y una fuerte participación en la misión, va a vacunar a nuestro pueblo. Así podremos tener una iglesia cada vez mejor, en un mundo cada vez peor.

Sobre el autor: Presidente de la División Sudamericana