“Hemos distribuido más de 8.000 Bíblicas en los hogares de amigos y vecinos en la Asociación de Georgia-Cumberland. Esto significa que se dan 16.000 estudios bíblicos por semana, o sea, aproximadamente 55.000 por mes. Creemos que los resultados serán maravillosos”. Así describe Desmond Cummings, presidente de la citada asociación, el Plan Bíblico Familiar que se inició en su campo en febrero de 1965.

Este plan es simplemente una combinación de tres planes existentes: los grupos de amistad, los cursos radiopostales y los estudios bíblicos. Pero es sencillo, fácil y efectivo. Un laico lleva consigo una pequeña Biblia blanca y dos estudios bíblicos guía, y los deja a un vecino o amigo. Después de mostrar que ésta es una forma efectiva de estudiar la Biblia, le explica que la semana siguiente retirará personalmente los cuestionarios contestados. Al finalizar el curso se le obsequia la Biblia.

Este plan básico, originado y promovido primeramente por la Asociación del Sudeste de California, se está usando en forma amplia mayormente en las uniones meridionales y de la costa del Pacífico, aunque hay otras uniones que también lo emplean. Tanto ministros como laicos están entusiasmados con los resultados obtenidos. Y no es para menos. El director de actividades laicas de la Asociación del Sudeste de California, W. Hatch, se enteró por un cuestionario enviado a más de veinte uniones y asociaciones, que de este programa resultaron 700 bautismos en forma directa, y 1.000 en forma indirecta. ¡Y este plan comenzó hace sólo un año y medio!

Se instruye a los laicos para que aprendan a hacer un contacto cálido y amistoso, y a que eviten las discusiones, y el pastor los anima a ser fieles, constantes, amigables, pacientes y dados a la oración.

Cada asociación que usa este plan lo ha modificado de acuerdo con sus necesidades particulares. En Georgia-Cumberland usan las lecciones de la Escuela Radio postal; en Kentucky-Tennessee usan los estudios-guías “Escrito Está”. Generalmente la serie consta de 24 ó 30 lecciones. Las asociaciones proporcionan libritos misioneros tales como El Tiempo Se Acaba de Arturo Maxwell, y otros, para ser obsequiados a las familias que estudian.

La Asociación del Sudeste de California, en marzo de 1965, fue la primera en usar este plan, llamándolo Go-Tell (Ve y di). El mismo presidente de la asociación, John Osborn, está guiando a los directores de departamentos para promover esta empresa evangelística. Para alcanzar el número de 1.700 conversos mediante este plan, 2.763 laicos repartieron 15.000 Biblias y vieron a 12.000 personas terminar el curso.

La idea del evangelismo mediante las Biblias se esparció rápidamente partiendo de California del Sudeste. Las asociaciones de Florida y de Kentucky-Tennessee comenzaron en marzo de 1966 y ya han colocado 5.000 Biblias en hogares no adventistas. Naturalmente, es demasiado temprano para ver un gran número de bautismos. La Asociación de Georgia-Cumberland está a la cabeza en la Unión Meridional con 8.000 familias que reciben lecciones cada semana.

No solamente los dirigentes de los campos quedan impresionados, sino también los laicos. Este es un programa laico, y ha sido aceptado con entusiasmo. He aquí cómo describen los directores de actividades laicas el interés de sus laicos. W. Hatch: “En California Meridional hay más laicos trabajando que nunca antes”; Florida, C. R. French: “Atrae a nuestra gente como no lo ha hecho ningún otro plan en años recientes”; California Central, B. W. Mattison: “Muchos que nunca habían dado testimonio lo están haciendo”; Kentucky Central, W. E. Peeke: “Todos están entusiasmados con esto”.

Hace años Elena de White vio a “centenares y miles de personas visitando las familias y explicándoles la Palabra de Dios. Los corazones eran convencidos por el poder del Espíritu Santo, y se manifestaba un espíritu de sincera conversión. En todas partes las puertas se abrían de par en par para la proclamación de la verdad” (Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 345). Ernest Stevens, pastor en Cedartown, Georgia, cree que el Evangelio nunca será llevado al mundo hasta que los laicos se conviertan en testigos activos, y ve el Plan Bíblico Familiar de su asociación como una respuesta parcial a esta necesidad.

Un director de actividades laicas habló de este plan como de “uno de los planes mayores de ganancia de almas que hayamos practicado como pueblo”.

Directores de actividades laicas en las uniones meridionales y de la costa del Pacífico, ven una cantidad de factores que contribuirán al éxito de este programa. Uno de ellos dijo: “Los contactos personales con los no adventistas harán más fácil llevarlos a la iglesia”. Otro afirmó: “El plan debiera estar bien coordinado y fuertemente dirigido por el pastor. Debiera haber una preparación cuidadosa y entusiasta”. Phillip Follett, director de actividades laicas de la Asociación Californiana Meridional, cree que “la clave del éxito es la inclusión de los laicos”.

Muchos dirigentes de iglesia empeñados en el plan lo consideran como un medio para preparar a la gente para las reuniones de decisión dirigidas por pastores y evangelistas. Se está usando una serie de métodos de concretar el interés, tales como:

  1. Una clase bíblica dirigida por el pastor que profundiza el estudio de las doctrinas de la iglesia.
  2. Una graduación en la iglesia seguida por reuniones adicionales.
  3. Reuniones evangelísticas especiales.
  4. Una serie de sermones evangelísticos el sábado de mañana.

Si Ud. es un pastor que desea comenzar un programa propio de Ve y di, póngase en contacto con el presidente o con el director de actividades laicas de su asociación y vea si se está planeando un programa similar. Luego vendrá la presentación y la aprobación por la junta de la iglesia. Con el apoyo entusiasta de la junta y una provisión de hojas guía para estudios bíblicos, Ud. estará listo para presentar el plan a su iglesia para la acción.

Centenares de pastores han comprobado que sus miembros estaban precisamente esperando una manera tal, sencilla y efectiva, de testificar personalmente a los vecinos.

Sobre el autor: Alumno de Teología del Southern Missionary College.