Cuatro mil pastores reunidos en Foz de Iguazú. ¿Suena familiar? Creo que a todos nos hizo bien compartir esos días, en compañerismo con Dios y con nuestros colegas. Serán días que recordaremos con mucho afecto.

Cuando recibas este número, ya habrán pasado algunos meses desde el concilio ministerial. Posiblemente, habrás regresado a la rutina o, mejor aún, habrás introducido cambios significativos en tu ministerio: en la forma en que diriges las juntas, en cómo preparas tus sermones, en cómo administras tu vida familiar y, por sobre todo, en cómo valoras a cada miembro de tu iglesia.

De lo que sí estoy seguro es que el ministerio volvió a presentarte desafíos y gratas bendiciones. Ambas realidades coexistirán, hasta que los desafíos sean vencidos, junto al mal y hasta que solo permanezca la bendición de la presencia de Dios con su pueblo.

En este número, en el que se reconoce especialmente la vocación pastoral, queremos abordar ambos aspectos.

Se ha incluido el texto completo de la presentación del Pr. Ángel M. Rodríguez, “Polarización teológica: causas y desafíos”. El tiempo nos jugó en contra durante el concilio, y confiamos en que ahora lo podrás leer con más tiempo y dedicación. Este artículo nos presenta un panorama de los desafíos que, contando con la gracia de Dios, tendremos que administrar y conducir a buen puerto. Dios nos escogió para ser sus ministros en estos tiempos solemnes, en los cuales se necesita de la Palabra, por sobre la opinión humana.

Los demás artículos abordan una amplia gama de quehaceres ministeriales, con matices que, seguramente, podrás identificar con tu propia experiencia. En cada caso, Dios ha sido poderoso y fiel al sustentarnos.

Doy gracias a Dios por la vocación que compartimos. No estamos solos. No debemos temer; no debemos desmayar. Cada día nos presenta desafíos, pero nuestro Dios los sobrepasa en todo aspecto. Su gracia satisface nuestro corazón, y la oración nos da acceso a su omnipotencia.

Cumplamos el consejo de Pablo a Timoteo: “[…] esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús” (2 Tim. 2:1).

Sobre el autor: Director de la revista Ministerio, edición ACES.