Ekkehardt Müeller es uno de los directores asociados del Instituto de Investigación Bíblica, organismo oficial de la iglesia mundial responsable por divulgar la teología adventista y responder a preguntas doctrinales. Nació en la Navidad de 1950 en Plauen, Alemania. Inició su ministerio en su país natal, en 1972, en donde trabajó como pastor durante 16 años. Luego, concluyó una Maestría en Divinidades, el doctorado en Ministerio y el doctorado en Teología (Nuevo Testamento) en la Universidad Andrews, Estados Unidos. De regreso en Alemania, fue secretario ministerial de la Unión Alemana del Sur y de la División Euro-Africana; además de dictar educación continua para los pastores. Desde 1997 trabaja en el Instituto de Investigación Bíblica.

El pastor Müeller está casado con Geri, profesora de Música, y fueron bendecidos con dos hijos: Eike y Enno, ambos pastores. Es autor de nueve libros y aproximadamente doscientos artículos académicos y de divulgación. El Pr. Müeller nos habla como teólogo y como pastor de experiencia, a sus colegas sobre su vida familiar y ministerial.

Ministerio: ¿Cómo era la relación con su familia y con la iglesia local, antes de ser pastor?

Pr. Müeller: Mis abuelos maternos se convirtieron al adventismo gracias a un colportor. Muchos años después, mi abuelo fue a otra denominación, pero mi abuela permaneció en la iglesia adventista. Durante la Segunda Guerra Mundial, mi padre perdió contacto con la iglesia, pero mi madre era espiritualmente más fuerte. Mi esposa también es adventista, de tercera generación. Cuando nos conocimos, ella pensaba: “Tengo que descubrir si este es el camino correcto; si no lo es, dejo la iglesia y me voy a otra”. Ambos teníamos la misma actitud: queríamos tener una base sólida para nuestra fe. Lo que me ayudó mucho fue que en la iglesia local nos permitieron comprometernos desde temprano. Cuando tenía 16 años, los miembros de la iglesia insistieron en que enseñara no solo en la Escuela Sabática de jóvenes, sino también en la de adultos. ¡Era una gran responsabilidad, para un joven! Además, cantaba en el coro y tocaba algunos instrumentos.

Ministerio: ¿Cómo describiría su aceptación del llamado al ministerio, cuál fue su experiencia en el seminario?

Pr. Müeller: Sentí el llamado al ministerio poco antes de terminar mi enseñanza secundaria. En el seminario, teníamos un profesor que enseñaba la Biblia usando el método histórico—crítico; que prácticamente excluye a Dios y analiza la Biblia como si fuese un libro común. Como no tenía el conocimiento suficiente, aceptaba todo lo que nos enseñaba, y eso generó una crisis en mi fe.

Felizmente, tuve otro profesor que era un genuino adventista, y decidí seguir su ejemplo. Me ayudó mucho el saber que pertenecía a una iglesia mundial. También, adquirí material teológico que fortaleciera mi fe, como el Comentario bíblico adventista.

Ministerio: Usted proviene de un país secularizado, que cuestiona cada vez más a Dios y a la religión. ¿Cómo se puede predicar el evangelio en lugares con esas características?

Pr. Müeller:La población en Alemania es bastante secular; al mismo tiempo, hay personas que buscan una experiencia espiritual. A ellas no se las alcanza por medio de grandes eventos, sino por medio del contacto personal e individual. Necesitamos mantener nuestra identidad y alcanzar a nuestros semejantes. Creo que no podemos ser ecuménicos, tal como lo hacen ciertas denominaciones que pierden su identidad; pero, existen personas que están buscando la espiritualidad. Les doy un ejemplo: en Alemania, no solo dábamos estudios bíblicos, sino también teníamos un Grupo pequeño. Vivíamos en un edificio de departamentos, así que íbamos a nuestros vecinos y les decíamos: “Tenemos un momento de encuentro para conversar sobre la Biblia. ¿Les gustaría participar?” Participaban adventistas y no adventistas. Creo que, en los países seculares, todavía existen personas accesibles y que reflexionan sobre el significado de la vida. Me acuerdo de un joven universitario de otra denominación, que tenía inquietudes sobre la existencia de Dios. No lograba creer en Dios, pero tampoco podía vivir sin él. Había una lucha inmensa en su interior, e hicimos todo lo posible por ayudarlo.

Ministerio: El Instituto de Investigación Bíblica responde preguntas doctrinales de la iglesia en todo el mundo. ¿Cuáles son los interrogantes que más se repiten?

Pr. Müeller: En el pasado, eran atacadas, mayormente, las doctrinas del Santuario y el don profético. Sin embargo, eso ha cambiado dramáticamente. Hoy, prácticamente cada creencia fundamental ha sido cuestionada por personas dentro de la iglesia, ¡jamás nos habíamos imaginado que la Trinidad se convertiría en un problema significativo! De la misma manera, ¿quién habría imaginado que la Creación constituiría un tema de discusión? Incluso con relación a la Segunda Venida, se hallan extremos: algunos grupos que ponen fechas, a pesar de que la iglesia se opone a ello. Otros plantean que la resurrección es espiritual, y que ocurre durante la vida de la persona. Muchos escriben respecto de temas de estilo de vida, especialmente sobre la sexualidad.

Ministerio: La Creación es uno de los temas más debatidos entre adventistas de países desarrollados. La mayoría de las iglesias cristianas rechaza la literalidad del Génesis. ¿Por qué la iglesia permanece firme en esta doctrina?

Pr. Müeller: Cuando hablamos de la Creación, automáticamente respondemos a la pregunta: “¿De dónde venimos?” En relación con esta, hay otras: “¿Dios existe?”; “¿Cómo es?”; “¿Qué tipo de Dios es?” Si negamos la Creación divina, también quiebra la relación entre el pecado y la muerte; y si tal conexión no existe, también se rechaza la necesidad de salvación. Si no se sigue la definición bíblica de pecado, se convierte en una mera conducta; un comportamiento “cultural distinto”. Además, nosotros asociamos el sábado a la Creación, y establecemos la misma relación con los Diez Mandamientos y las demás enseñanzas bíblicas. De esta manera, todo el sistema de creencias bíblicas se vería comprometido.

Ministerio: La mentalidad posmoderna afirma que el ser humano no puede alcanzar la verdad absoluta, mientras que las iglesias dicen tener la verdad. Como adventistas, ¿cómo podemos afirmar que tenemos la verdad?

Pr. Müeller: La Biblia dice mucho sobre la verdad; entonces, existe una verdad. Obviamente, no podemos conocer toda la verdad, pero lo que tenemos -lo que la Biblia presenta- es una verdad absoluta. Cuando leemos la Biblia se demuestra que Jesús es la Verdad: no se puede evitar esa conclusión. Por otro lado, el posmodernismo, por más que rechace las verdades absolutas, al menos permite que las personas encuentren “alguna” verdad. Este hecho abre las posibilidades para el evangelismo. El presentador y coordinador de los programas Esperanza y La voz de lo profecía en Alemania me mencionó que las personas seculares no tienen mucho interés en los estudios bíblicos sistemáticos que acostumbramos ofrecer. Prefieren la lectura de libros bíblicos u otros materiales religiosos, principalmente aquellos que narran historias. Básicamente, es eso lo que hemos hecho en los Grupos pequeños.

No digo que los estudios bíblicos no funcionan. Actualmente, estoy presentando estudios bíblicos a un joven que estudia Física y que será bautizado. Sin embargo, creo que debemos usar diversos métodos, y comprobar cuál es el que funciona mejor en cada caso. He percibido que otra forma de alcanzarlos es mostrándoles que los amas, que los apoyarás y que estás feliz de estar cerca de ellos; es decir, ser sus amigos. Pero, claro, la amistad no es suficiente; en algún momento de esa relación, será necesario ser más “agresivo” y presentar la verdad bíblica.

Ministerio: En el mundo cristiano, se enfatiza cada vez más la experiencia personal por sobre las doctrinas. ¿Cómo podemos responder a este fenómeno?

Pr. Müeller: La experiencia personal es importante, y forma parte de nuestra vivencia como cristianos; pero no lo es todo. Cuando Jesús se encontró con sus discípulos en Emaús, podría haberles dicho: “Vean las marcas de los clavos. ¡Soy yo!” Si eso hubiera sucedido, habrían tenido una experiencia maravillosa. Pero Cristo no les habría presentado un contenido doctrinal. Ellos necesitaban creer en las Escrituras y tener una convicción sólida respecto de Cristo. Las experiencias se aproximan a las emociones, y estas no son malas. Pero, también, es necesario pensar racionalmente, porque las emociones vienen y van.

Tenemos que tomar decisiones, porque es correcto hacerlo, no solo porque sintamos que lo son. Muchos concurren a la iglesia solo cuando se sienten bien o creen que el culto estará interesante. Necesitamos tener una convicción más sólida que esa. Cuando me arrepiento, sé que estoy perdonado porque Dios prometió: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9). No necesito esperar hasta que sienta que estoy perdonado. La base de nuestra fe debe ser la Palabra de Dios, y no nuestros sentimientos.

Ministerio: El Instituto de Investigación Bíblica ha participado de varios diálogos interreligiosos. ¿Cuál es el objetivo de estos encuentros?

Pr. Müeller: En primer lugar, debo aclarar que el Instituto no organiza estos encuentros, sino el Departamento de Libertad Religiosa. Es verdad que estamos involucrados activamente: uno o dos colegas participan de esos diálogos. El objetivo no es abandonar las creencias adventistas, sino ayudar a otros cristianos y a personas de otras religiones a entender lo que es el adventismo. Es común que existan muchas impresiones equivocadas sobre nuestras creencias; en estos diálogos, tenemos la oportunidad de esclarecer las bases bíblicas de nuestras creencias.

Ministerio: En una época en la que la Biblia y la fe son cuestionadas, ¿qué consejo daría a los dirigentes de la iglesia?

Pr. Müeller:

Creo que debemos enseñar, a los miembros de iglesia que leer la Biblia todos los días es una necesidad crucial. Primeramente, como pastores, debemos servir como ejemplo, a pesar de nuestra vida ajetreada.

Debemos predicar bíblicamente.La mayoría de las predicaciones actuales no son bíblicas, sino temáticas: se reúne un puñado de tópicos y versículos bíblicos, y se crea un sermón. Sin embargo, si selecciona un pasaje de las Escrituras y lo lee varias veces prestando atención a los detalles, se dará cuenta de que van a surgir nuevas ideas.

Al predicarlas, verá que las personas se entusiasmarán.Creo que la Escuela Sabática es otra forma de incentivar el estudio de la Biblia. Me fijé una regla: siempre estoy presente en la clase, aunque no dirija el repaso. De esta manera, transmito el mensaje de que es importante asistir y participar.

Por último, he capacitado a laicos para que prediquen, para que dirijan la Escuela Sabática, para que den estudios

bíblicos y que dirijan Grupos pequeños. En una asamblea reciente, presenté una charla sobre la preparación de sermones; les pedí que hicieran un sermón temático de diez minutos en pequeños grupos, a fin de que luego los evaluaran. Fue interesante que eligieran predicar un sermón bíblico, y no uno temático. De alguna manera, existe el concepto de que se debe abordar un pasaje bíblico. Por lo tanto, creo que existen muchas formas de ayudar a la iglesia de modo que concentre más de su tiempo en las Escrituras.

Sobre el autor: Director asociado del Instituto de Investigación Bíblica de la Asociación General.