Twitter es una red social que permite a los usuarios enviar y recibir actualizaciones personales de otros contactos en mensajes de hasta 140 caracteres, conocidos como “tweets”. Esta red comenzó en los Estados Unidos en 2006, y, según su propia estadística, inició el 2011 con 175 millones de usuarios en el mundo, siendo el portugués el segundo idioma más usado.

En Twitter, las personas son seguidas y tienen seguidores, recibiendo y transmitiendo mensajes. Si estás utilizando este recurso tecnológico, la pregunta es: ¿Lo estás usando sabiamente, aprovechando el tiempo, y transmitiendo mensajes que animen, motiven, instruyan en el camino de la salvación, del servicio, de la esperanza? ¿A cuántos sigues? ¿Cuántos te siguen? ¿Está Jesús en la lista de tus contactos; es él a quien primeramente sigues?

Orlando Costas cita las siete diferencias básicas, desarrolladas por Juan Stam, entre seguir a Jesús y a un rabino:

  • Seguir a Jesús era el resultado de una invitación del Señor, mientras que seguir a un rabino era una iniciativa personal.
  • Hacerse discípulo, o seguidor, de Jesús implicaba una formación práctica que abarcaba toda la vida. El discipulado de los rabinos se limitaba solo a lo intelectual.
  • La invitación de Jesús se fundamentaba en una relación personal La de los rabinos era, básicamente, una cuestión doctrinal.
  • Seguir a Jesús era un don de la gracia, mientras que seguir a un rabino obligaba al alumno a pagar por su aprendizaje, a cambio de la instrucción recibida. Era una relación Comercial.
  • El discipulado de Jesús exigía un compromiso absoluto, los rabinos no exigían, ni podían pedir, tal cosa
  • Con Jesús, la vida de sus discípulos era una realidad comunitaria. Existía un grupo y el compañerismo entre ellos. Con los rabinos, apenas existía un compañerismo ocasional y excepcional.
  • El discipulado de Jesús era permanente, de por vida. La relación y el aprendizaje nunca cesaban; deseaban depender de él y servirlo. En la enseñanza rabínica, el aprendizaje era un programa temporal y puntual, e incluía una graduación: el discípulo aspiraba a ser rabino.

No estás por casualidad en el ministerio. Todo se inició por la gracia del Señor y en la invitación personal de Jesús para que lo sigas. ¿Lo estás siguiendo? ¿En todo? ¿Involucra todo tu ser? ¿Toda tu vida? ¿Tienes una relación personal con él; de compañerismo? ¿Es permanente? ¿Es tu compromiso absoluto con él? ¿Estás siguiendo a Jesús como tu Pastor? ¿Eres el pastor a quien las ovejas siguen porque ven en ti al Pastor?

  • El pastor busca el bienestar de las ovejas, no los bienes de las ovejas.
  • El pastor disfruta de la convivencia; no le gustan las reuniones.
  • El pastor llora por sus ovejas, no hace que sus ovejas lloren.
  • El pastor tiene autoridad espiritual, no es autoritario y dominador.
  • El pastor mira a los ojos, no cuenta cabezas.
  • El pastor apacigua a las ovejas, no las inquieta.
  • El pastor siempre aprende, no es dueño de la verdad.
  • El pastor tiene seguidores, no admiradores.
  • El pastor vive lo que predica, no predica lo que no vive.
  • El pastor enseña con la vida, no pretende enseñar con discursos.
  • El pastor sabe orar en secreto, no solo en público.
  • El pastor vive para sus ovejas, no se abastece de ellas.
  • El pastor sube al púlpito, no al palco.
  • El pastor es un siervo humilde, no un jefe orgulloso.
  • El pastor señala hacia Cristo, no a sí mismo.
  • El pastor es usado por Dios, no usa a las ovejas en nombre de Dios.
  • El pastor habla sobre la vida cotidiana, no discute sobre el sexo de los ángeles.
  • El pastor se deja conocer, no se aleja donde nadie lo alcance.
  • El pastor alimenta a las ovejas, no se alimenta de ellas.
  • El pastor ayuda a las ovejas a madurar, no perpetúa su puerilidad.
  • El pastor ayuda a las ovejas a seguir libremente a Cristo, no genera ovejas dependientes y seguidoras de él mismo.

“Seguir a Jesús requiere una conversión de todo corazón en el comienzo, y una repetición de esa conversión cada día” (EGW, Carta 39,1899). Quienes son seguidores de Cristo se negarán a sí mismos y obedecerán todos sus Mandamientos. De ningún soldado se puede decir que obedece a su comandante, si no obedece sus órdenes. Cristo es nuestro modelo. Imitar a Jesús, lleno de amor, ternura y compasión, exige que nos acerquemos a él diariamente (Elena de White, Carta 31a, 1894).

Te recomiendo que sigas permanente, prioritariamente, Twitter: @jesucristo, para que tu iglesia vea a Jesús en ti, y lo sigan a él, de modo que pronto estemos todos juntos y lo sigamos por toda la eternidad.

Sobre el autor: Secretario ministerial de la DSA.