Charles Grandison Finney nació en 1792 y murió en 1875. Fue el instrumento humano mediante el cual Dios produjo un notable reavivamiento espiritual en los Estados Unidos.
James D. Lawson, en su libro Deeper Experiencies of Famous Christians, dice de el:
“Finney parecía estar de tal modo ungido con el Espíritu Santo, que la gente a menudo quedaba impresionada con un sentimiento de convicción de sus pecados con sólo verlo a él. Cuando celebraba reuniones en Utica, Nueva York, visitó una gran fábrica. Mientras observaba las máquinas, uno de los operarios lo vio y se echó a llorar experimentando un profundo sentimiento por sus pecados, luego otro y un tercero hicieron lo mismo, hasta que finalmente tantos obreros estaban llorando y sollozando que tuvieron que parar las máquinas mientras Finney les hablaba de Cristo como su Salvador….
“El gran reavivamiento producido en 1858-1859, uno de los movimientos espirituales más grandes de la historia mundial, fue el resultado directo de sus reuniones. El Dr. Liman Beecher afirma: ‘Esa fue una magnífica obra de Dios y el reavivamiento religioso más grande que ha presenciado el mundo’. Se calcula que seiscientas mil personas fueron conducidas a Cristo en este reavivamiento”.