Pregunta: Pastor Belvedere, agradeceríamos que nos dé algunas informaciones sobre el plan realizado durante 1970 en el campo en que Ud. trabaja. ¿Podría darnos algunos datos en cuanto a su población y el número de adventistas que allí viven?

Respuesta: La Asociación Bonaerense cuenta con cerca de diez millones y medio de habitantes y 6.409 miembros de iglesia.

Pregunta: ¿Es fácil evangelizar ese campo, o han encontrado dificultades para llevar adelante el mensaje?

Respuesta: La Asociación Bonaerense constituye un gran desafío. No es fácil trabajar en ella. Las grandes distancias entre los hogares y el trabajo, la televisión, el cine y muchas otras atracciones, hacen difícil traer gente a las reuniones. Además, se suma la idiosincrasia del porteño que es muy desconfiado. Como ilustración podemos decir que por cada mil volantes que se distribuyen, sólo asisten de cinco a diez personas no adventistas, según el tema que se trate.

Pregunta: Sabemos que ha desarrollado un plan de evangelismo en todo el campo de la asociación durante 1970, ¿podría decirnos cómo surgió esa idea?

Respuesta: Ese plan surgió en una reunión de la gente de la asociación. Discutíamos la necesidad de no dispersar las fuerzas, sino por el contrario, concentrarlas para el logro del objetivo que el Señor dejara a la iglesia: ganar almas.

Pregunta: ¿En qué consistió el plan?

Respuesta: Consistió en un proyecto de predicación en los momentos en que la población está psicológicamente mejor dispuesta a escuchar nuestro mensaje y aplicarlo a través de los distintos departamentos. De este modo, cada departamental aplica el plan en la esfera en que le toca actuar sin chocar con métodos diferentes de sus compañeros. Por otro lado, se simplifica la tarea del pastor local porque no necesita elaborar programas distintos, sino que el mismo plan que él pone en acción lo ejecutará con los jóvenes, los laicos adultos, etc., adaptándolo a la mentalidad y características de cada núcleo. De este modo, en fechas claves, por ejemplo Semana Santa, la iglesia puede estar unida en torno de un mismo objetivo. Los pastores, los jóvenes y el resto de la hermandad laica de la Asociación Bonaerense decidieron hacer el experimento. Fue así como se realizaron 147 reuniones de barrio, 17 programas de La Voz de la Juventud, además de las reuniones de los pastores. En total se congregaron más de 4.300 personas no adventistas para ver y oír acerca de la vida, pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo.

Pregunta: ¿Cuál fue la reacción de los obreros ante ese plan? ¿Participaron todos?

Respuesta: Pasó lo de siempre. Un grupo de ellos recibió el plan con mucho entusiasmo; otros con algo de resistencia, y otros… Los primeros volvieron “con regocijo trayendo sus gavillas”.

Pregunta: ¿Realizaron algún plan que sirviera como incentivo para la participación de las fuerzas laicas?

Respuesta: Participaron 262 predicadores laicos (entre jóvenes y adultos) y colaboraron con ellos alrededor de 600 hermanos más. Con los que predicaron, realizamos algunas semanas antes una asamblea de todo un día para instruirlos sobre la forma de utilizar el material y realizar satisfactoriamente las reuniones. En esa ocasión se les entregó el manual preparado para ese fin, volantes para la propaganda, diapositivas, proyectores, etc., para que estuviesen debidamente preparados y equipados para la tarea.

Pregunta: ¿Controlaban el trabajo realizado por los obreros y los laicos a través de informes regulares?

Respuesta: Sí. Además realizamos una reunión con los obreros pocos días después de Semana Santa para evaluar los resultados.

Pregunta: Nos interesa muchísimo saber cómo lograron coordinar la labor de los diferentes departamentos que participaron del Evangelismo Unido 1970. ¿Podría decirnos algo al respecto?

Respuesta: El presidente de la asociación fue el coordinador del plan, y la junta de la asociación encargó al director de la Asociación Ministerial que redactase el manual y los bosquejos de los sermones; el Departamento de Actividades Laicas promovió las reuniones de barrio y proveyó el material audiovisual; el Departamento de Jóvenes estimuló el programa de La Voz de la Juventud; el director de la Asociación Ministerial estaría encargado de impulsar el plan entre los pastores. Los administradores y departamentales animaron a todos —aunque no estuvieron específicamente relacionados con su departamento— a llevar adelante en forma integral el plan.

Pregunta: ¿Qué materiales prepararon para facilitar el trabajo?

Respuesta: Para el plan de Semana Santa preparamos un manual de instrucciones y sermones en el que se presentaba el material completo para las cuatro primeras noches (jueves, viernes, sábado y domingo) y luego el material para las siete semanas de adoctrinamiento que siguen a las cuatro primeras noches. También se proveyó un manual con nueve temas de decisión, los que fueron presentados en nueve noches consecutivas al fin de las siete semanas de adoctrinamiento. Se proveyó a los laicos de ayuda audiovisual y de un curso bíblico del hogar para dar los estudios bíblicos a los interesados. Para el “Día de los Muertos” se prepararon otros materiales: un manual con sermones, material necesario para desarrollar catorce reuniones, diapositivas, etc.

Pregunta: Me imagino que eso ha significado una fuerte inversión de dinero. ¿Cómo consiguieron los fondos?

Respuesta: El secretario-tesorero hizo cuanto “malabarismo” pudo para entregar gratuitamente el manual de Semana Santa, el manual de temas de decisión, la totalidad de los volantes y algunos otros materiales. En el caso del material para el “Día de los Muertos”, la asociación financió las dos terceras partes más el costo total de los volantes que se utilizaron.

Pregunta: ¿Cuáles han sido hasta el momento los resultados del trabajo hecho?

Respuesta: Al cierre del tercer trimestre del primer año de prueba, ya llevábamos el doble de bautizados que el año anterior, contando con el mismo número de obreros. Pero creemos que eso es sólo el comienzo, ya que las fuerzas laicas han recibido una inspiración tremenda y las expectativas mayores en cuanto a realizar el plan en el futuro. Los laicos han trabajado con gusto ya que todo ha sido cuidadosamente trazado. Estamos seguros de que en 1971 tendremos mayor participación laica y frutos mayores aun que en 1970.