Cuando Jesús comparó la evangelización con la pesca probablemente no pensaba en un sedal atado a una caña y lanzado a una tranquila corriente con un trocito de atractiva carnada en el anzuelo. Jesús tenía la visión de ganar a muchos: el evangelio proyectado al mundo entero.
La ganancia de almas, como la pesca, es una de esas actividades donde la cantidad es determinada por las herramientas que se usan. Usted puede pescar uno o dos peces con una caña y un anzuelo, pero en grandes cantidades sólo se atrapan con una red. Usted podría ganar algunas almas mediante su testimonio personal, individualmente, pero a los grandes públicos en general sólo se los alcanza con el evangelismo masivo, cuando se anuncia el mensaje al mayor número posible de gente.
Las audiencias evangelísticas una vez más se limitan a la capacidad del auditorio, el estadio o a la calidad tecnológica del equipo de sonido para amplificar la voz del predicador. Actualmente, diversos tipos de herramientas sofisticadas facilitan notablemente la tarea de la predicación a públicos numerosos. Por ejemplo, en Sudamérica, Alejandro Bullón predica regularmente a 50,000 ó 60,000 almas en grandes auditorios y estadios.
Oportunidad de alcanzar masivamente a las personas
El evangelista Billy Graham condujo hace poco una campaña evangelística vía satélite desde Europa con más de dos millones de asistentes participantes en 1,400 ciudades a través de 59 países. Este año, Mark Finley de It Is Written y la División Norteamericana estarán lanzando, por la gracia de Dios, su propio esfuerzo evangelístico vía satélite, bajo el nombre NET ’95. Para el continente Norteamericano, esta gran aventura espiritual proyecta la visión del pueblo de Dios hacia algo mucho más grande de lo que jamás se había experimentado. Gracias a la planeación de semejante prioridad en pro del evangelismo, los recursos financieros y humanos de la iglesia serán reencauzados hacia la misión de la iglesia: evangelizar al mundo. Pastores y miembros trabajarán unidos a través de cinco zonas horarias para alcanzar una meta común fuera de serie.
El éxito se prueba a nivel local
Si bien NET ’95 tiene un enfoque y un blanco extraordinarios, el éxito absoluto de dicha aventura dependerá de lo que ocurra a nivel local. El finado político estadounidense, Tip O’Neil, dijo que “todo es local en política”. Si aplicamos ese concepto al evangelismo, todo en la ganancia exitosa de almas es, en última instancia, local.
De hecho, la tecnología moderna jugará un papel importantísimo. Estará predicando uno de nuestros más preparados y talentosos evangelistas. Un calificado equipo, dirigido por C. D. Brooks, del programa televisivo Breath of Life, se unirá a Mark Finley en Chatanooga, Tennessee. Se solicitará la participación de los mejores músicos. Los técnicos, operadores de cámaras y directores más capaces crearán un producto de óptima calidad.
Pero recordemos, a menos que algo ocurra en la iglesia local, los resultados serán muy pobres. ¡Todo en la ganancia de almas es, en última instancia, local! Es por ello que los grandes evangelistas como Billy Graham, Mark Finley, C. D. Brooks, Bill Scales y Alejandro Bullón insisten en involucrar a los laicos de las iglesias locales en la preparación de sus cruzadas. Por lo mismo, debería invertirse en la preparación de un evento tal mayores esfuerzos y mucha energía, mientras se lleva a cabo la cruzada y durante el seguimiento, que debe ser una actividad inherente al proceso completo, y no la idea de una actividad posterior.
Cómo participar con éxito
¿Qué pueden hacer los pastores y ancianos para asegurar el éxito a nivel local de semejantes oportunidades? Pruebe lo siguiente:
Promueva esta actividad como la respuesta de su congregación a la gran comisión de Cristo.
Ore pidiendo una abundante participación de las personas que pueden colaborar en su zona.
Trabaje para asegurarse de que cada miembro y visita posible asistan a todas las actividades de la cruzada.
Prepare a su público para participar en la cruzada evangelística mediante la realización de pre-eventos diseñados para atraer mucha gente a su iglesia.
Motive a los laicos para que acepten la responsabilidad personal de invitar a sus vecinos y compañeros de trabajo, así como a sus propias familias a asistir a las reuniones.
Organice el mejor equipo y prepare el ambiente lo más atractivamente posible para sus invitados.
Visite a cada persona que asista e invítela a aceptar a Jesús como su Salvador personal.
Bautice a aquellos que acepten a Jesús y conozcan su mensaje de verdad.
Convierta en discípulos a los nuevos conversos. Prepárelos para que se transformen en miembros saludables de la iglesia del Señor y testigos en la comunidad, a fin de que ellos a su vez alcancen a otros.