Un modelo de terapia breve y flexible para dar esperanza al matrimonio.
En esta época posmoderna, en que el maligno emplea toda su astucia para destruir el modelo de familia establecido por Dios, fortalecer los lazos matrimoniales es cuestión sine qua non. El matrimonio puede ser comparado con el cuerpo humano. Cuando hay un problema físico, este repercute en alguno de los otros sistemas del cuerpo. De forma semejante, el matrimonio, cuando es perturbado, presenta síntomas: conflictos con parientes, descontrol financiero, discusiones sin sentido, intrigas, etc. Ese es el ámbito donde el consejero matrimonial presta su ayuda, que tiene como objetivo alcanzar un “punto bisagra” en la vida del matrimonio, lo que conducirá a mejoras continuas después de las sesiones de terapia.
Eso es exactamente lo que Everett Worthington se propone hacer en Aconselhamento conjugal [Terapia matrimonial] (ed. Palabra, 2007). Es un libro que explica el concepto teórico y, al mismo tiempo, presenta técnicas para experimentarlo en la práctica. Worthington es uno de los consejeros matrimoniales más respetados y publicados de los Estados Unidos, autor de diversos libros y director del departamento de Psicología de la Universidad de Virginia. En este libro, presenta una forma de terapia de corta duración, que integra principios bíblicos y psicología; lo que él llama “Terapia conyugal centrada en la esperanza”.
El libro contiene dos partes principales. En la primera parte, dividida en cuatro capítulos, el autor sintetiza la teoría. Muestra de qué modo usar la estrategia para construir esperanza, promoviendo la motivación, sugiriendo caminos viables y fortaleciendo la resolución de los matrimonios de esperar que Dios actúe en la relación entre los esposos. La segunda parte tiene once capítulos, con más de cien intervenciones o pruebas para aplicar la teoría; y un último capítulo, en que el autor presenta los elementos esenciales para una terapia que produzca efectos permanentes.
Puedes estar tentado a preguntar: Una terapia de “corta duración” ¿realmente funciona? Worthington menciona que su propuesta no es meramente una medida pequeña de una cosa buena, sino una nueva manera de concebir el proceso de la terapia matrimonial (p. 21). Sin embargo, admite que hay casos en que será necesario un período más largo en el tiempo; por eso su método es intencionalmente breve, pero flexible.
Una visión panorámica del método muestra que el autor trabaja seis áreas principales: relación terapéutica, objetivo, enfoque, estrategia, blancos e intervenciones. Además de esto, explora las condiciones para aconsejar, la planificación necesaria para cada sesión y los ejercicios prácticos, ajustados a la estrategia general del abordaje. De esa manera, el libro busca despertar la voluntad de aconsejar a los matrimonios y obtener éxito.
Se destaca la explicación clara y concisa del autor respecto de las causas de los problemas matrimoniales, y cómo ayudar. Los matrimonios funcionan debido a varias y complejas razones, y fallan –de la misma manera– por razones múltiples y complejas. Pero los consejeros, y los matrimonios, necesitan de una estrategia que capte la esencia del problema y cree la posibilidad de revertir la situación. Worthington afirma que “al adoptar la estrategia de promover amor, fe y trabajo, se realiza ese intento. Se crea la oportunidad de que el matrimonio construya esperanza” (p. 57).
En suma, Aconselhamento conjugal [Terapia matrimonial] está indicado para el pastor que desea prepararse para aconsejar a matrimonios que estén al borde de un colapso en la relación, o que desean fortalecer su matrimonio. Haciendo esto, también va a fortalecer a las familias de su congregación.
Sobre el autor: editor asociado de la revista Ministerio Adventista.