El grabado de nuestra portada muestra al pastor Walter Schubert en acción, en el momento de presentar su conmovedor mensaje en el último día del congreso ministerial celebrado en San Francisco, inmediatamente antes del Congreso de la Asociación General. Como valiente evangelista, este fiel predicador ha proclamado con poder el Evangelio eterno. Dios le ha dado el don de presentar el mensaje de la gracia en diferentes idiomas, particularmente en tres: inglés, castellano y alemán. En algunos países lo conocen como “el predicador del amor”. Nadie puede escucharlo sin darse cuenta de que ama a Dios y a la gente a quien predica.
Durante años fue director del departamento ministerial de la gran División Sudamericana. Desde hace ocho años ha sido un miembro apreciado de la Asociación General, en Washington. En este nivel, ha servido como profesor, consejero y evangelista en diversos campos del mundo. Pocos predicadores han logrado hacer el impacto que él ha realizado sobre esta generación. Agradecemos a nuestro Padre celestial por el éxito de los esfuerzos de este predicador, por los miles de personas a quienes indujo a aceptar la salvación y a prepararse para recibir a nuestro Salvador próximo a venir.
La experiencia de este dedicado siervo de Cristo ha estado señalada por la humildad, el trabajo duro y la consagración. Ha inspirado a los obreros de Dios donde quiera que ha trabajado. La condición de su salud exige que sirva en una esfera menos combativa. Pero nos animamos pensando en que pronto el evangelismo será cosa del pasado, porque ya se habrá terminado la obra evangélica. Cuando venga nuestro Señor en gloria, traerá consigo su recompensa, para dar a cada uno según hayan sido sus obras.
Al buscar el pastor Schubert un lugar más tranquilo dentro de la obra ministerial, sabemos que los obreros adventistas de todo el mundo se unen para decirle: “El Señor te bendiga y te guarde”.