El autor nos brinda información acerca de una de las tantas disciplinas de raíces orientales que deambulan en nuestra cultura.

Revista: Ministerio Adventista

Número: Marzo-abril 1989

Sección:

Título: Reflexología: ¿ Curativa, inofensiva o peligrosa?

Subtítulo: El autor nos brinda información acerca de una de las tantas disciplinas de raíces orientales que deambulan en nuestra cultura.

Autor: Elvin Adams

El paciente se sienta confortablemente en una posición reclinada, con los pies, los tobillos y las piernas más bajas, descubiertas y extendidas. Un reflexologista enfrenta los pies del paciente y, algunas veces con firmeza y otras suavemente, presiona y masajea las plantas; primero un pie y luego otro. Presta mucha atención a ciertos “reflejos”, donde la sensibilidad revela “depósitos de cristales” que a su vez indican una “lentitud de circulación” en algún órgano en cierto sitio distante del cuerpo.

La reflexología pretende restablecer la circulación en órganos debilitados o enfermos. Supuestamente libera las cualidades curativas de la naturaleza que se hallan dentro del cuerpo, restaurando el equilibrio y la salud del paciente.

Hoy día vemos que se pone mucho énfasis en los remedios naturales. Parte del atractivo de la reflexología es su supuesta base “natural” de operación. “Recuerden — dice un escritor— [la reflexología] es el modo de obrar de la Naturaleza, y el modo de obrar de la Naturaleza es también el modo de obrar de Dios; ¡y yo creo que con Dios de nuestro lado no podemos fracasar!”[1]

Al comienzo de la historia de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, Elena de White reconoció la naturaleza psicosomática de muchas enfermedades. “Por doquiera prevalece la enfermedad mental. Los nueve décimos de las enfermedades que sufren los hombres tienen su fundamento en esto”.[2]

Pero esto también representa un tema corriente en la reflexología: “Sí, ellos nos dicen que cerca del 80% de todas las enfermedades que sufrimos hoy se deben a las tensiones y emociones. Entonces, si nosotros, por el masaje de compresión del pie, somos capaces de aliviar la tensión y relajar al individuo, ¿no estaremos también siendo usados como instrumentos en las manos de Dios? Lo más maravilloso acerca de esta manera natural de restaurar la salud es que resulta muy superior a las drogas, las que dejan sus marcas años más tarde”.[3]

Elena de White escribió acerca del valor de los remedios naturales. “El aire puro, el sol, la abstinencia, el descanso, el ejercicio, un régimen alimenticio conveniente, el agua y la confianza en el poder divino son los verdaderos remedios. Todos debieran conocer los agentes que la naturaleza provee como remedios, y saber aplicarlos… El empleo de los remedios naturales requiere más cuidados y esfuerzos de lo que muchos quieren prestar. El proceso natural de curación y reconstitución es gradual y les parece lento a los impacientes”.[4]

La literatura reflexológica expresa pensamientos similares. “Nosotros vivimos en una sociedad orientada hacia las drogas, y a causa de esto actualmente nuestra nación es un caos. Si más doctores consiguieran que sus pacientes se alejaran de las drogas y se inclinaran más hacia los remedios naturales, pienso que veríamos un gran cambio en nuestra nación, un cambio hacia lo superior. Si más pacientes hablaran con sus doctores acerca de los remedios naturales y de su importancia para el cuidado preventivo de la salud, pienso que más doctores harían un gran esfuerzo por practicar la medicina preventiva”.[5] Para el reflexologista, de todas maneras, un remedio natural es un masaje del pie antes que los ítem enunciados en el Ministerio de curación.

Raíces antiguas

La reflexología tiene sus raíces en la antigüedad. Se remonta a la cultura oriental, y pudo haber sido practicada tan atrás en el tiempo como el 3000 AC. “El modelo básico de flujo energético está reconocido en todas las ramas de la curación natural —acupuntura, Shiatsu, terapia zonal, reflexología y terapia de polaridad”.[6] El padre de la reflexología moderna fue el Dr. William Fitzgerald, quien dividió verticalmente el cuerpo en diez zonas, cinco del lado derecho y cinco del izquierdo.

De acuerdo con los reflexologistas, el masaje de los pies puede determinar la condición de todos los órganos y conducir a un diagnóstico correcto de la enfermedad. Por medio del masaje del pie se pueden mejorar las funciones de todos los órganos del cuerpo. “La reflexología del pie es el estudio en los pies de los reflejos que corresponden a todas las partes del cuerpo… La reflexología es una práctica excitante y efectiva, y esto es así porque su objetivo es estimular el cuerpo entero, fortalecer el retorno a la homeostasis a lo largo de todos los complejos sistemas del cuerpo”.[7]

La descripción de las bases teóricas de la reflexología añaden: “Los reflejos en los pies en realidad son ‘acciones reflejas’ de las regiones del cuerpo. Sus localizaciones y las relaciones de unos con otros en los pies siguen un modelo anatómico lógico, el que se asemeja estrechamente a la del mismo cuerpo. La premisa de cuán exactamente los reflejos de los pies corresponden a la anatomía de todo el cuerpo es simple: la presente imagen física del cuerpo se proyecta sobre ellos. Esta imagen está organizada con el uso de la teoría zonal”.[8]

Los mecanismos se describen de esta manera: “Existen canales de energía que corren a través del cuerpo; cada músculo y órgano importante está conectado por una red de nervios hasta un minúsculo punto en el pie donde termina la energía… Los depósitos cristalinos se forman en las terminaciones nerviosas. Por medio del masaje de compresión profunda del pie, los depósitos se quiebran, estimulando todo el cuerpo a mantenerse animado largo tiempo en óptima eficiencia. Clarificar las sendas de energía da como resultado la restauración de la vitalidad, el equilibrio, la desaparición de los síntomas de enfermedad y la consecuente restauración de la salud”.[9]

Otro escritor sobre reflexología explica el sistema: “La fuerza vital del cuerpo circula a lo largo de las sendas, y podemos presionarlas en, estimativamente, unos 800 puntos en el cuerpo… Las manos, así como los pies, contienen ‘botones de reflejos’ que están conectados con todos los órganos y glándulas. Cuando se masajean estos centros reflejos, ellos envían una onda estimulante de nuevo vigor a cualquier parte del cuerpo en donde estén conectados; esto sucede instantáneamente, y sin los efectos colaterales que a veces sufrimos por la ingesta de medicamentos. Nosotros estamos corrigiendo el desequilibrio en esta corriente primaria y, por lo tanto, ayudando a la naturaleza a realizar la curación”.[10]

La reflexología es practicada por profesionales dedicados, quienes ardientemente buscan una asociación con los profesionales en conocidas disciplinas del cuidado de la salud. Sin embargo, han fallado particularmente en proveer alguna evidencia objetiva de su teoría, a no ser más que anecdóticas afirmaciones de beneficio. En varios obras importantes sobre la reflexología, lo más poderosamente racional que se ofrece es que los “testimonios prueban los trabajos reflexológicos. Yo puedo darles no sólo cientos, sino miles de relatos de casos que he recibido por correspondencia de personas de todas partes del mundo, quienes me informan de los resultados maravillosos que están consiguiendo por usar el simple método del masaje reflejo”.[11]

Sin evidencias creíbles

Desafortunadamente, los testimonios por sí solos no constituyen una evidencia creíble. Las suposiciones básicas de la reflexología están en el error. Los neurocirujanos y los anatomistas han confeccionado con sumo cuidado un plano de todas las ramificaciones, los ganglios y las sendas significativos de los componentes centrales y periféricos del sistema nervioso. La más grande concentración de tejidos nerviosos aparece en el cerebro y la médula espinal. Todos los dedos, de las manos y los pies, los brazos, las piernas y los órganos —realmente todos los puntos en el cuerpo— tienen su representación en el cerebro, no en los pies. No existen conexiones “reflejas” neurológicas entre los pies y algún órgano principal de cuerpo.

El proceso de enfermedad en varios sistemas de órganos no produce depósitos cristalinos en los pies. Los depósitos cristalinos se forman en los pies en la enfermedad de la gota, en la osteoartritis y bajo ciertas otras condiciones. La diabetes, el ataque al corazón, los desprendimientos de retina, la depresión o la úlcera péptica no producen cristales en el pie. Los reflexologistas, de todas maneras, creen que cualquier enfermedad o función adversa de cualquier órgano del cuerpo produce depósitos cristalinos en un espacio específico de la planta del pie. Los anatomistas, fisiólogos, terapeutas corporales, médicos y todos los que tienen una base científica han demostrado claramente que tal no es el caso.

Aún más alarmante es la lista de enfermedades y afecciones que los reflexologistas están deseando tratar con supuesto beneficio. Aunque ningún daño significativo puede ocurrir por recibir un masaje de pie por circunstancias de reposo, si uno pone una fe excesiva en ese proceso y así evita la creíble consulta médica o quirúrgica, entonces la demora puede resultar en una futura enfermedad o muerte.

Una lista parcial de afecciones que la reflexología pretende tratar efectivamente incluye: agotamiento, fractura de cráneo, ataque fulminante, diabetes, hipoglucemia, función de la tiroides (exceso o falta), asma, afecciones del riñón, cálculos biliares, enfermedades del hígado, incontinencia de la vejiga, hemorroides, neuritis, herpes, tumores fibroides, artritis, alcoholismo, cataratas y resfrío. La lista de afecciones supuestamente curadas por la reflexología va más allá de las tratadas por todas las diferentes disciplinas de la medicina.

“Usted ya no necesita vivir más tiempo bajo el temor de las así llamadas enfermedades incurables —dice un autor—. Nada es incurable —las enfermedades son el resultado del mal funcionamiento de las células, y la imperfección de los tejidos corporales se debe a elementos no naturales de vida… Investigo constantemente nuevos métodos de curación natural, y cuando halle uno que sea mejor que los métodos positivos y simples de la reflexología, traeré ese método para ustedes”.[12]

La reflexología también alega poder influir sobre la mente y el desarrollo de la percepción extrasensorial. “Por la noche, antes que se vaya a la cama, tome un alfiler y frote su cabeza suavemente sobre esa línea cruzada del dedo medio, comience en el centro, donde corre la línea vertical, y frote sólo en una dirección. Si usted frota desde el centro del dedo hacia el anular o cuarto dedo, usted soñará sobre el futuro. Si usted golpea la cabeza del alfiler suavemente hacia el dedo índice desde la línea izquierda, usted soñará acerca del pasado… Haga esto por espacio de media hora antes de ir a la cama… De esta manera estaremos usando el masaje reflejo para ayudarnos a desplegar energía psíquica, capacitándonos así para contactar y usar el ‘Conocimiento cósmico’ y aquel ‘Mar de sabiduría universal’ que nos rodea a todos”.[13]

A través de sus antiguas raíces místicas, la reflexología también contiene a veces elementos de panteísmo. “Vuestro cuerpo es un instrumento o vehículo a través del cual se expresa el principio de vida, o Dios. Toda persona que camina sobre la tierra es Dios, o la vida, en manifestación”.[14]

¿Son posibles todas las cosas?

Internalizar estas eternas cualidades místico-divinas por medio de la reflexología, supuestamente hace posible todas las cosas. “Usted puede aprender a usar la plenitud de las fuerzas de su reflejo de percepción extrasensorial, de manera que pueda obtener lo que desea de la vida”.[15]

Un libro sobre reflexología pretende que con este método se hace posible el rejuvenecimiento, e incluso cita las Escrituras para sostener la idea. “Algunos de los antiguos maestros a menudo hablaron de casos de rejuvenecimiento, pero su registro no ha sido entendido. ‘Su carne será más tierna que la del niño, volverá a los días de su juventud’. ‘De modo que te rejuvenezcas como el águila’. ‘He aquí, todas estas cosas hace Dios dos o tres veces con el hombre’ (Job 33: 25; Sal. 103: 5; Job 33: 29)”.[16]

 “El cuerpo del hombre es una materialización de los gases invisibles del aire, que consiste en átomos electrolizados dotados de inteligencia. El hombre tiene correspondencia en color, número y vibraciones con el sistema solar en el momento de nacer. El hombre (usted) llega a estar corporificado en una prisión de materia, y su mente es inseparable de los elementos cósmicos.

 “Su mente puede, y lo hace, controlar su cuerpo, y tan pronto como cree que hay esperanza para renovar su salud y comienza a usar las vías naturales dadas por Dios para tomar el reloj hacia atrás, entonces ‘se rejuvenecerá como las águilas’ “.[17]

En el mejor de los casos, la reflexología es un frotamiento relajante del pie. Algunas personas pueden emprender tratamientos de reflexología y sentir que están recibiendo beneficios de ellos. De todas maneras, debemos darnos cuenta de que las teorías de la reflexología están en conflicto con verdades fundamentales de la anatomía, la fisiología, la psicología y el tratamiento de las enfermedades. Además, el uso de la reflexología identifica a la persona con conceptos de naturaleza humana que están en conflicto con la verdad cristiana.

En la primitiva historia de los adventistas del séptimo día, Elena de White advirtió acerca de tales disciplinas: “Estos instrumentos satánicos pretenden curar la enfermedad. Atribuyen su poder a la electricidad, al magnetismo o a los así llamados ‘remedios simpáticos’, cuando en realidad no son más que canales de las corrientes eléctricas de Satanás. Por este medio él arroja su ensalmo sobre los cuerpos y las almas de los hombres”.[18]

¿Qué decir de aquellos cientos y miles que dan testimonio acerca de los beneficios de la reflexología? Elena de White comenta sobre este tipo de beneficios cuando dice: “Los que se entregan al sortilegio de Satanás, pueden jactarse de haber recibido gran beneficio por ello, pero, ¿prueba esto que su conducta era prudente o segura? ¿Qué importa que la vida haya sido prolongada? ¿O que se hayan obtenido o no ganancias temporales? ¿Valdrá la pena, al fin, haber despreciado la voluntad de Dios? Todas esas ganancias aparentes resultarán al fin una pérdida irreparable. No podemos quebrantar con impunidad una sola barrera de las que Dios erigió para proteger a su pueblo contra el poder de Satanás”.[19]

¿Y qué acerca de todas las inconsistencias entre la teoría de la reflexología y las ciencias de la anatomía y la fisiología? El gran cuerpo de evidencias acumuladas por la ciencia, ¿podrá ser descartado en favor de la desacreditada teoría de la reflexología? Elena de White también comenta sobre esto: “Toda verdad, ya sea en la naturaleza o en la revelación, es consecuente consigo misma en todas sus manifestaciones”.[20]

La teoría reflexológica está en conflicto, fundamentalmente, con el gran cuerpo de conocimientos establecidos por muchas y diferentes disciplinas científicas y curativas.

Sobre el autor: Elvin Adams es director asociado del departamento de Salud y Temperancia de la Asociación General, Estados Unidos.


Referencias

[1] Maybelle Segal, Reflexology (N. Hollywood, Melvin Powers Wilshire Book Co., 1976), pág. 1.

[2] Elena G. de White, Joyas de los testimonios, t. 2, pág. 143.

[3] Segal, Ibíd., pág. 3.

[4] Elena G. de White, El ministerio de curación, pág. 89.

[5] Segal, Ibíd., pág.

[6]  Anna Kaye y Don C. Matchan, Reflexology for Good Health (N. Hollywood, Melvin Powers Wilshire Book Co., 1978), pág. 10.

[7] Kevin y Bárbara Kunz, The Complete Guide to Foot Reflexology (Englewood Cliffs, Prentice-Hall Inc., 1982), págs. 1, 2.

[8] Ibíd., pág. 2.

[9] Kaye y Matchan, Ibíd., pág. 11

[10] Mildred Cárter, Hand Reflexology: Key to Perfect Health (West Nyack, Parker Pub. Co. Inc., 1975), pág. 10.

[11] Ibid., pag. 13.

[12] Ibíd., pág. 10.

[13] Ibíd., págs. 221, 222.

[14] Ibíd., pág. 223.

[15] Ibíd.

[16] Ibid., pág. 240.

[17] Ibid., págs. 240, 241.

[18] Elena G. de White, El evangelismo, pág. 442.

[19] White, Joyas de los testimonios, t. 2, pág. 58.

[20] White, Patriarcas y profetas, pág. 106.