¿Cómo puedo reconocer la consunción? ¿Cómo puedo diferenciarla de otro problemas psicológicos? ¿Qué puedo hacer al respecto?
¿Qué significa consunción? Tal vez, recientemente, hayamos leído u oído al respecto, pero el término se convirtió en un lema utilizado para describir un cierto número de problemas. La palabra atrapó la imaginación del público a partir de 1980, año en que se publicó el libro: Burnout: The High Cost of Achievement [Consunción: El elevado costo de la realización],1[1] pero ahora está en peligro de perder todo significado real a causa de la cantidad de enfermedades que se han agrupado bajo el mismo vocablo. Estudios recientes nos muestran que los pacientes, e incluso los clínicos, muchas veces diagnostican mal al colocar la depresión, la anemia o el simple aburrimiento bajo la expresión “consunción”
Pues bien, ¿qué es consunción? Y lo que es aún más importante, ¿cómo afectará al pastor? Mi definición sucinta, ontológica, es la siguiente: “El gradual y, finalmente, severo y/o peligroso agotamiento (o vaciamiento) de los recursos físicos, mentales y espirituales por someter a un excesivo esfuerzo a uno (o más de uno) de ellos sin tomarse tiempo para recobrarse o recargarse”.
Los síntomas
La tabla de la página nos muestra muchos de los síntomas, y nos describe cómo se desarrollan. Pienso que es necesario comprender que el desarrollo de la consunción no necesariamente sigue con exactitud este modelo. Por ejemplo, un pastor u otro profesional asistente puede experimentar los síntomas del grado cuatro antes que sean evidentes los del grado dos, aunque, por lo general, se manifiesten todos los grados.
Estos grados no deberían considerarse como niveles de la consunción, sino como peldaños que conducen a ella.
En la persona del pastor y en la vida de hogar son diversas las influencias que pueden retardar o acelerar el desarrollo de la consunción. La reconsagración personal o los esfuerzos de una esposa dedicada y hábil pueden aliviar los síntomas por un tiempo. Pero si la consunción es el resultado del agotamiento en otras áreas que la espiritual, la reconsagración no necesariamente proveerá las energías que están menguando. Y si la esposa no cuenta con los recursos psicosociales para hacer frente a las necesidades de su esposo, sus reacciones pueden acelerar el proceso de la consunción.
Los administradores que tratan con el pastor deben procurar aliviar tanto los problemas de él como los de ella. Una táctica comúnmente usada (para tratar de ayudar al pastor a despertar del letargo) consiste en trasladarlo a una nueva iglesia. Pero ésto no podrá alejarlo de la consunción. Ella se mudará con el pastor, y pronto también se manifestará en el nuevo lugar.
En las etapas posteriores, un síntoma grave es la pérdida del discernimiento —la habilidad de tener una visión amplia y de comprender las razones más allá de los eventos. Incluso también a veces se presentan, en los grados posteriores, enfermedades psicosomáticas tales como resfrío persistente, jaquecas excesivas, dolores en la parte más baja de la espalda, o diarrea.[2]
Dado que la consunción es el resultado del agotamiento de las reservas de energía, es importante reconocer que no todos experimentarán estos síntomas exactamente de la misma forma. Una persona cuyos recursos físicos están agotados, mostrará síntomas diferentes de otra que está consumida mentalmente. Así, un carpintero que trabaja arduamente experimentará los síntomas de manera diferente que un matemático que trabaje en exceso.
Agotamiento y disminución son los síntomas primarios, y los que nos conducirán a un diagnóstico de la consunción. Obviamente, la pérdida del discernimiento es un síntoma muy posterior, el cual indica que la consunción se encuentra en un grado avanzado.
Quiénes son afectados
La tragedia de la consunción es que incluso golpea a los obreros más altamente motivados, idealistas y entusiastas en las profesiones auxiliadoras.[3] En la iglesia, muchas veces son los líderes profesionales de tiempo completo las víctimas de la consunción.[4] Se estima que es muy amplio el número de pastores que la padece. R. Oswald encontró que “uno de cada seis clérigos estaba agotado experimentando los efectos debilitantes de la consunción”,[5] mientras que otro estudio realizado en Wisconsin, en el mismo año, indicaba que sólo el dos por ciento de los pastores involucrados estaba agotado.[6]
Las causas
Las causas de la consunción pueden agruparse bajo tres encabezamientos básicos.
Primero están las causas dentro del propio individuo, tales como las formas de ser psicológicas, las cuales dificultan o imposibilitan el tratar con creatividad y flexibilidad los acontecimientos estresantes. En segundo lugar, están las causas externas, tales como el ruido, la violencia, el estado del tiempo, o las catástrofes. Y en tercer término, están las causas interactivas que resultan de nuestra relación con el ambiente. La manera como responderemos a estas causas determinará el impacto que harán en nuestras vidas.
Los clérigos son especialmente susceptibles al tercer grupo de causas, por motivo de su constante interacción con ia gente. E. M. Ansell señala que cualquiera que tenga un contacto interpersonal e intenso con la gente, y de ese modo asume el papel de asesor, es un candidato a la consunción, y tanto más susceptible lo es el obrero especialmente celoso o excesivamente dedicado.[7]
Entre los profesionales dedicados al asesoramiento, los factores que contribuyen a la consunción incluyen la limitación del trabajo a una sola actividad, el trabajar en exceso, la dificultad general para tratar con los problemas de la gente, el desánimo, y la tendencia de la obra terapéutica de hacer resaltar los propios conflictos del profesional. Agregados a estos problemas están la frustración y el sentido de desesperanza que se produce por preocuparse intensamente, pero a la vez sentirse incapaz de aliviar algunos de los problemas de la gente.[8]
Estas frustraciones conducen a una serie de síntomas que hacen que cada vez sea más difícil ser efectivos en la ayuda profesional. Primero, el ayudador consumido comienza a obrar mecánicamente, mostrando poco o ningún interés por la persona a quien sirve. Segundo, él o ella desarrolla un sentido de separación y falta de identificación con los problemas de la otra persona. Tercero, el trabajo llega a ser una mera ocupación antes que un gozo. Cuarto, el cinismo y la apatía impiden que el asesor se introduzca en el problema ajeno y lo encare con agresividad. Quinto, el ayudador se convierte en un paranoide y proyecta culpa sobre otros, incluyendo a clientes o pacientes, por sus problemas personales. Sexto, se desarrollan la fatiga, la irritabilidad y las enfermedades psicosomáticas.
Cómo prevenir la consunción
Habiendo determinado las causas de la consunción, ahora podemos avanzar y fijar nos en las maneras de evitar estas causas. He aquí siete medidas preventivas:
- Asista a buenos seminarios y conferencias. Esto le proporcionará nuevas dimensiones y perspectivas que renovarán su archivo de ideas para sermones, actividades y programas.
- Evite concentrarse sólo en la acción de dar, sin realizar algo que le proporcione alguna sensación de gratificación o realización personales.
- Haga algo diferente con regularidad. Trabaje en su jardín, pinte la casa, tómese un día libre y salga con su familia. También puede renovarse al interesarse en otras personas antes que en su trabajo. Pero no se exceda en su actividad independiente, o ella sólo contribuirá a su estado de agotamiento.
- Esté seguro de que reconoce sus propios límites. No se exceda tratando de abarcar y asumir la responsabilidad de todo lo que necesita ser hecho. Delegue autoridad y dé a sus miembros una oportunidad de sentirse necesitados e importantes en la iglesia.
- No se atemorice al tratar con los sentimientos negativos acerca de su trabajo. Es mucho mejor obrar a través de ellos que internalizarlos. La relación con ellos incrementará su discernimiento de los problemas y del trabajo, y evitará los trastornos que se podrían manifestar más tarde, es decir, los desórdenes psicofisiológicos tales como el asma, las alergias y las úlceras pépticas.
- “Pare el mundo y bájese”. Cada tanto tómese tiempo para hacer un inventario de sus responsabilidades versus sus recursos. Y mientras hace esto, tómese tiempo para meditar, conversar con Dios, buscar consejo, pero no como lo hace rutinariamente. Hágalo como una intensa confesión y revelación propia —lo encontrará sedante y renovador.
7. Si ninguno de estos remedios lo ayuda —después que los ha probado minuciosamente—, puede ser que ya esté experimentando una consunción bien madura. Busque ayuda. El síndrome de la consunción no es una enfermedad terminal.
Cómo interrumpir el ciclo de la consunción
Durante los dos últimos años he estado dirigiendo varios seminarios sobre el estrés para directivos, en los cuales he tratado el tema de la consunción. Dos presidentes de asociación me pidieron que les dé alguna orientación particular para ayudar a los pastores a vencer la consunción. En cada caso, mi sugerencia ha sido que dedicara tiempo para hacerle conocer al pastor que es importante — no exactamente como una terapia, sino porque él como individuo es importante. Invítelo a comer, comparta con él los planes que, aunque sean informales, a menudo escapan a la esfera y al nivel ministerial. Esos almuerzos de trabajo, que los administradores algunas veces emplean para recomponer las decisiones que ya han tomado, si se los realizara con alguien que esté en la senda de la consunción, podrían convertirse en un mecanismo de transformación del pastor.
Cada uno de los administradores, a quienes les he sugerido esto, han tratado de hacerlo, y luego compartieron conmigo la realidad de que la terapia fue de ayuda. Tres diferentes pastores les habían escrito para expresarles qué grandes cambios había realizado en sus vidas este tipo de tratamiento.
2a:
Impacto en el hogar
La esposa y los hijos se quejan de que él nunca está en la casa. Ellos se han hecho cargo de los quehaceres que el pastor deberla realizar.
PIERDE EL SENTIDO DE DIRECCION
Grado 3
Comienza a dejar las cosas a medio hacer. Se terminó la luna de miel con la iglesia; la visitación y la predicación se convierten sólo en una tarea que debe ser hecha.
Grado 4
Resulta evidente el agotamiento físico. Experimenta desórdenes en el sueño. Siente constantemente como que el tiempo pasa volando. Se siente aburrido y desvalido. Se manifiesta la depresión; a veces también la ansiedad. Las lealtades de los miembros de iglesia comienzan a cambiar.
4a:
Impacto en el hogar
Confrontado por la esposa, el pastor racionaliza o responde sarcásticamente para esconder una hostilidad implícita. Comienza a deteriorarse la cohesión de la familia, pero ésta todavía aparece con el pastor en público para mantener la imagen.
PIERDE EL SENTIDO DE PROPOSITO
Grado 5
La evidente pérdida de enfoque muestra al pastor sin sentido de dirección. Comienza a perder el control de las actividades y de la organización de la iglesia. Incluso las ocupaciones caen en una taladrante rutina por causa de la pérdida de la innovación.
5a:
Impacto en el hogar
La irritabilidad y la pérdida de la paciencia aliena a la familia, la cual comienza a estrechar filas sobre el pastor. Es el punto de retorno de la cohesividad familiar. En este momento, una renovación espiritual podría demorar el ciclo de la consunción.
SE PREGUNTA POR EL LLAMADO
Grado 6
Resulta notoria la falta de entusiasmo. Los sermones son repetitivos y faltos de contenido. Se hace evidente el ausentismo de las actividades desarrolladas por la iglesia. Los administradores oyen acerca de los problemas del pastor, pero su reacción hacia ellos es paranoide, resentida, hostil.
6a:
Impacto en el hogar
Puede ser evidente para otros el síndrome de Plummer-Vinson en uno o más niños, como también la pérdida de la cohesividad de la familia. Los problemas trascienden los ámbitos del hogar.
Grado 7
Desarrolla una actitud negativa y superficial hacia el trabajo y la iglesia y sus miembros, o desarrolla
La siguiente lista de señales y sí un profundo sentimiento de culpabilidad por no satisfacer las expectativas de la tarea
Cómo reconocer la consunción en el ministro
La siguiente lista de señales y síntomas no es exhaustiva, pero tiene la intención de ayudar a los administradores a identificar y ayudar a los pastores” que están en el camino a la consunción.
- Incrementado ausentismo que se demuestra a través de resultados pobres, menor demostración de compromiso con la Obra, escaso contacto con los miembros de iglesia y/o los administradores.
2. Bajo nivel de entusiasmo. Actitud negativa hacia nuevos planes o límites de tiempo. Pérdida del entusiasmo por informar las realizaciones.
3. Declinación de la cantidad y la calidad del trabajo. No alcanza las metas, o las alcanza tan mecánicamente que necesita de una cuota de estímulo.
4. Pérdida de enfoque. Los miembros de iglesia se quejan por la pérdida de una clara dirección. El pastor culpa al sistema de una rigurosa implementación de planes. El enfoque puede desplazarse de la ganancia de almas hacia otras actividades o preferencias personales que exijan menos. Un turbulento cuestionamiento con respecto al futuro y a la posibilidad de cambiar de profesión.
5. Pérdida de la comunicación. Comienza a evitar el contacto con los dirigentes, sus planes no “convencen” a los líderes de la iglesia local, se resiente ante sus críticas. Pero en lugar de reparar su vallado, gasta energía en crear hostilidad. Se sienta como una “roca muerta” en las reuniones y los seminarios. Es evidente la pérdida de participación. Su comportamiento puede llegar a ser paranoide.
6. Estancamiento del crecimiento espiritual. Comienza a descuidar los devocionales, o ha considerarlos menos significativos.
7. Propósitos inadecuados. Como resultado de su temprana sobre extensión, por agotamiento, el pastor puede adoptar un mínimo de propósitos, o no responder en absoluto a ellos.
8. Enfermedades prolongadas, comúnmente las de tipo psicosomáticas.
Sobre el autor: José A. Fuentes, cuando escribió este artículo, era profesor auxiliar en la Escuela de Salud de la Universidad Loma Linda, y psicólogo de la Clínica Familiar Clearview de Loma Linda, California. Trabajó como pastor y administrador por veinte años antes de entrar al campo del cuidado de la salud.
Referencias
[1] Freudenburger, H. y G. Richelson (Garden City, Anchor Press, 1980).
[2]Ansell, E. M. “Professional Burnout: Recognition and Management”, Journal of the American Association of Nurse Anesthetists, abril de 1981, págs. 135-142.
[3] Muldary, J. Burnout and Health Professionals: Manifestations and Management (Norwalk, Appleton- Century Crofts, 1983).
[4] Oswald, R. Clergy Burnout: A Survival Kit for Church Professionals (Minneapolis, Ministers Life Resources, 1982).
[5] Oswald, “Clergy Burnout” (casete) (Minneapolis, Clergy Resources, 1982).
[6] Redigier, G. Coping with Clergy Burnout (Valley Forge, Judson Press, 1982).
[7] Ansell, ibid.
[8] Corey, G., M. S. Corey y P. Callaban. Issues and Ethics In the Helping Professions, 2a. ed. (Monterrey, Books/Cole Publishing, 1984).