La gran necesidad de usar plataformas en línea para la nutrición espiritual de los miembros de la iglesia y el evangelismo ha requerido de la dedicación y la creatividad de los pastores más allá de lo común. En esta entrevista, el pastor Daniel Bosqued, creador de los videos titulados “La verdad en dos minutos”, comparte un poco de su experiencia en la creación de contenido para Internet.
Nacido en España, Daniel Bosqued es Licenciado en Enfermería, Psicología y Teología, área en la que tiene un doctorado de la Universidad Adventista del Plata. Fue pastor de distrito, líder de jóvenes de la Unión Española, y docente y director de posgrado de la Facultad de Teología de la UAP. Actualmente es el rector del Campus Adventista de Sagunto, en su tierra natal. Casado con Maijo Roth desde 2008, la pareja tiene dos hijas.
¿Cómo ha sido tu experiencia con la predicación y la evangelización por medios virtuales?
Mi primera experiencia con la evangelización por medios virtuales fue con la serie “La verdad en dos minutos”, hace ya más de diez años. Todo comenzó con un video que permitiese de alguna manera presentar la doctrina adventista de forma resumida, y que se pudiese compartir con facilidad.
En una época en la que no había WhatsApp, Instagram, stories ni cosas así, gracias a Dios fue un acierto porque el video comenzó a compartirse de forma orgánica con mucha facilidad. Rápidamente vimos que el formato de mensaje “corto, directo y al punto” podría ser de utilidad para “condensar” verdades bíblicas y lograr una mayor difusión. Así surgió la idea de ir haciendo poco a poco más videos. De ese modo, hemos lanzado quince videos que han tocado la vida de muchas personas.
Mi experiencia en este sentido es muy especial. Me ha permitido contactar con personas de todo el mundo que me escriben por las redes y me cuentan sus problemas, la importancia que la Biblia está teniendo en sus vidas, y muestran su agradecimiento por los mensajes.
La segunda fase ha venido por las predicaciones y semanas de oración que se difunden por Internet. Antes, un pastor predicaba un culto para su congregación, y quizá podía compartirlo en otro momento con alguna otra iglesia. Pero con la retransmisión y difusión de los cultos por YouTube, el impacto puede ser exponencial.
¿Cómo ha sido afectada la predicación adventista, en cuanto a medios, formato y temáticas, por causa de la pandemia?
Además del aumento exponencial de la difusión de cultos y predicaciones por las redes, se ha extendido como nunca el formato de videos grabados, seminarios por Zoom, etc. En este contexto se mezcla la difusión por las redes con la inmediatez de un evento en vivo. En ese sentido, la pandemia ha marcado un cambio cualitativo e irreversible en la utilización de las redes como estrategia de evangelismo y de atención espiritual a las iglesias.
En cuanto al contenido, ha sido muy dispar. Por lo que he podido escuchar ha habido un renovado interés en la gente por contenidos proféticos y escatológicos por un lado, y por otro por mensajes de esperanza en medio de una situación tan complicada como la que hemos vivido. En ese sentido, creo que el mensaje adventista es más relevante que nunca porque combina perfectamente ambos elementos.
¿Cuáles son las ventajas y las desventajas de la predicación y la evangelización virtuales?
Para empezar, creo que la presencia física es insustituible. Sin embargo, también es cierto que la difusión por medios digitales nos va a permitir llegar más lejos y más rápido con el mensaje adventista en esta generación. Por eso, una de las ventajas de la evangelización virtual es su capacidad de difusión. Un video puede dar la vuelta al mundo en 24 horas. El mensaje puede llegar al último rincón del mundo como nunca antes.
Otra ventaja es que la gente puede elegir de muchas fuentes diferentes. Se puede nutrir con diferentes mensajes, seminarios, clases virtuales, etc. Nunca hubo tanta información teológica al alcance de un clic.
Sin embargo, hay varios desafíos. En primer lugar, puede disminuir el compromiso de los miembros con la asistencia a la iglesia y la participación en programas presenciales. Así, se puede difuminar la identidad del creyente como miembro de una iglesia local. Por otro lado, un volumen tan alto de datos puede generar cierta “infoxicación”, porque literalmente no tenemos tiempo de procesar tantas opciones, tantas predicaciones, cursos, seminarios, ponencias y congresos. Por último, la universalización de las redes permite que algunos personajes tengan un público que en circunstancias normales no tendrían. Es decir, Internet se convierte en una plataforma para todo tipo de mensajes, incluyendo las distorsiones teológicas, los movimientos independientes y las teorías de conspiración.
¿De qué manera puede el mensaje adventista ser más contextualizado y creativo para llegar a la mentalidad posmoderna, sin perder su esencia?
Creo que tenemos que mejorar en nuestra forma de “contar” el mensaje. Jesús lo que más hizo no fue “teología” tal y como la entendemos hoy. Él se dedicó a contar historias impregnadas del evangelio. Creo que en un mundo que se está saturando de predicaciones, seminarios y charlas por Internet, tendríamos que lograr diferenciarnos contando la verdad del mensaje del evangelio de una forma que llegue más a la gente. Sé que la iglesia está haciendo esfuerzos definidos en la línea de crear películas y series cristianas que lleguen a todos los hogares con el mensaje del evangelio, y creo que esa es una buena manera.
Otra forma es a través de la vida de los propios cristianos. En la actualidad, mucha gente no sigue a “instituciones” o “marcas”; sigue a personas. Hoy se los llama influencers. Creo que los creyentes particulares pueden hacer mucho en favor del evangelio viviendo el mensaje y contándolo de forma natural en sus redes. No necesariamente hay que pasar todo el día en Internet (que no es bueno para nadie), sino compartiendo de forma natural experiencias diarias, mensajes, reflexiones que puedan llegar a la gente.
Con tantas opciones en Internet, muchas de ellas no siempre positivas, ¿qué consejos darías a los pastores para aprovechar al máximo esta herramienta y lograr captar el interés de las personas?
Debemos concienciarnos de que ya no predicamos solo para los hermanos que vemos en las iglesias. La audiencia potencial de un culto, mensaje o reflexión que subamos a Internet es el planeta entero. En ese sentido es bueno que podamos esmerarnos en la forma de comunicar, que exploremos otros formatos de predicaciones, y que seamos intencionales a la hora de compartir nuestra doctrina distintiva de una forma pertinente y amena para la gente de hoy en día. El resto es ponernos como siempre en manos del Señor para que él pueda hacer su labor conectando mensajes con personas.