Distribución De Los Temas
La distribución de los temas en el ciclo de conferencias puede realizarse de las más diversas maneras. A cada evangelista le corresponde considerar cuál es el método que le resulta más conveniente para eslabonar los diferentes tópicos, tomando en cuenta su temperamento y la idiosincrasia del auditorio ante el cual se presentará para cumplir con su noble misión.
Durante un cuarto de siglo hemos coleccionado listas de temas de los más diversos evangelistas. Algunas de ellas proceden de América del Norte; otras, de América Central, como también de América del Sur y de Europa. Al analizar todas esas series se pueden clasificar las más elaboradas en tres grupos inconfundibles, cada uno de los cuales responde a un plan diferente: ordenación cronológica, ordenación alternada y ordenación temática.
Caracteres diferenciales de las series cronológicas y alternadas
En las series de temas ordenados en forma cronológica, prima el propósito de presentar las conferencias de un modo panorámico sobre un fondo histórico. En ciertos ambientes ese método ofrece sus ventajas porque va pintando un cuadro en el cual van apareciendo los problemas y sus soluciones en el orden de su aparición histórica.
Una serie de temas presentada en forma cronológica puede comenzar con el tema de la creación del universo, seguir con el de la creación y la rebelión del hombre, para pasar al problema del origen del mal, el cataclismo diluviano, la esperanza del plan de salvación en los días patriarcales, la providencia con el pueblo de Israel, la promulgación del Decálogo, la expectativa mesiánica, el primer advenimiento del Mesías y su predicación, el triunfo del cristianismo en los días apostólicos, la cuestión del cambio del día de reposo, las etapas de la historia profetizadas en el libro de Daniel y en el Apocalipsis; las señales del segundo advenimiento de Cristo; la resurrección de los muertos y el milenio; el juicio final y el castigo de los impíos; el hogar de los salvados y su carácter sempiterno.
La presentación en forma cronológica de las grandes verdades bíblicas es una recapitulación ordenada de los acontecimientos y de las figuras presentadas por las Sagradas Escrituras. Por su carácter eminentemente biográfico interesa en forma especial a los niños y a los adolescentes. Se presta de un modo admirable para evangelizar a gente que se encuentra en esa etapa de la vida. Interesa también a las personas de pocos conocimientos que se encantan con una presentación que no exige mucho razonamiento porque los temas están penetrados de una gran objetividad. En tales ambientes resultan fascinantes si van ilustrados con proyecciones luminosas.
Muchos evangelistas son partidarios de un sistema más complejo, que puede ser fácilmente reconocido, porque combina en forma alternada dos series de temas. Al interrogar a diversos evangelistas de éxito acerca de los motivos que los inducen a recurrir al método alternado, explican que es el resultado de la actitud del público con respecto a la asistencia. El caso es que, según sean las regiones, pronto se descubre que en ciertos días de la semana concurren más personas que en otros. Teniendo esto en cuenta, los oradores ordenan las conferencias principales en los mejores días, de tal manera que el que sólo asiste en esas ocasiones puede seguir los puntos claves del mensaje. En los días menos concurridos tratan otros temas, prefiriendo los que son de tenor espiritual, de modo que, frecuentemente, tales reuniones van tomando progresivamente el tono más confidencial de las reuniones de estudio bíblico o de oración.
Grandes oradores, manejando con maestría el método alternado, han alcanzado muy buenos resultados. Es indudable que ese método tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Entre las ventajas puede destacarse el hecho de que las personas más interesadas en el mensaje pronto se encuentran en un clima de reuniones muy espirituales que favorecen sus decisiones. Entre los inconvenientes que se notan está el de que se van barajando dos series de temas, y no todos los que tienen una inclinación lógica pueden apreciar esa alternación, en la que impresiona la falta de armonía y relación entre una conferencia y la que le sigue. También se nota alguna dificultad en aumentar el auditorio durante los días menos favorecidos porque no hay un nexo lógico entre un tema importante y los temas inmediatos que le siguen. No obstante, si el orador sabe hacer distinguir el carácter de esa trama de conferencias diferentes, el obstáculo de la falta de secuencia puede ser superado por las personas que se entusiasmaron con las conferencias principales.
Los ciclos de conferencias dictadas en forma alternada se caracterizan por su estructura heterogénea y, por lo tanto, ofrecen la ventaja de intercalar temas imprevistos en cualquier momento, en relación con festividades patrióticas, etc. Esas series de temas son presentadas generalmente como listas de temas para la primera semana, segunda, tercera, cuarta, etc. Otras veces, para destacar la ilación lógica de cada una de las series combinadas, se las separa, señalando cuáles son los “temas de los domingos” y cuáles los “temas de entre semana.”
Los ciclos de conferencia de ordenación temática
Además de las series de temas dispuestos en orden cronológico y en forma alternada o combinada, están los ciclos de conferencias de ordenación temática. En tales ciclos se distinguen dos procedimientos diferentes.
Uno de los procedimientos de ordenación temática es el que dispone la secuencia de los temas en forma de una serie lógica que permite desarrollar los principales rasgos del mensaje adventista, tal como el que fue dado a conocer por el pastor Víctor Ampuero Matta en la serie dominical que dictó en la Iglesia de Palermo en 1947 y que fue publicada en el mismo año por la revista El Predicador Adventista (año 15, No. 4, pág. 9), bajo el título “Lista de Temas para Conferencias.”
El otro procedimiento de ordenación temática sólo difiere del sistema anterior en que es uno de los más antiguos, por el hecho de ordenar los temas en etapas definidas, orientadas en forma pedagógica, de modo que, según el caso, el ciclo de conferencias puede dictarse en forma breve o amplia, sin omitir el contenido esencial de las diversas etapas que completan el mensaje.
Aunque reconocemos los méritos de todos los otros sistemas, porque los hemos ensayado durante una década, el método que nos ha resultado más satisfactorio es el que publicamos en el año 1942 bajo el título “La Exposición Lógica de la Verdad,” y que ha circulado posteriormente en varios colegios bajo el título de “Ciclo de Conferencias Adventistas.” Siete años después, el mismo método de ordenación temática de los ciclos de conferencias en etapas fue adoptado por el conocido evangelista de la División Sudamericana, pastor Walter Schubert.’
La “Lista de Temas para Conferencias Públicas,” dada a conocer por el mencionado pastor en El Predicador Adventista (año 17, No. 5, septiembre-octubre de 1949), presenta una seriación de 42 conferencias, agrupadas en ocho etapas: I. Temas introductorios (cuatro conferencias); II. Temas para establecer confianza en las Sagradas Escrituras (tres conferencias); III. Temas para la aceptación de la segunda venida de Cristo (seis conferencias); IV. Temas para la aceptación de Cristo como Salvador (tres conferencias); V. Temas sobre los mensajes de los tres ángeles (quince conferencias); VI. Temas de salud (dos conferencias); VIL El estado de los muertos (tres conferencias); VIII. Temas varios para confirmar a los nuevos creyentes (seis conferencias).
Tanto el ciclo de conferencias que presentamos en el año 1942, como el que presentó el pastor Schubert en 1947, han sido preparados en etapas y la seriación de temas es muy similar, porque en ambos casos se ha tomado en cuenta a un público católico, indiferente, o con escasos conocimientos religiosos. Reproducimos a continuación la lista de etapas que publicamos en el año 1942 y que, por consiguiente, debe ser actualizada en lo que a los temas introductorios se refiere, porque conviene que tales temas siempre enfoquen los acontecimientos que llaman la atención en el momento de dictar la conferencia.
Etapas para un ciclo de conferencias adventistas
Primera etapa: Temas Introductorios. Cuatro conferencias acerca de diversos acontecimientos y problemas de actualidad.
Segunda etapa: Temas que acreditan la biblia. Cuatro conferencias referentes a la Biblia y a su valor científico respecto a los orígenes del universo y del hombre, su valor histórico demostrado por la arqueología y su significado como fuente de sabiduría y brújula de la humanidad.
Tercera etapa: Temas de carácter profético. Ocho conferencias que enfocan las profecías en general acerca de las antiguas civilizaciones; el capítulo 7 de Daniel (sin el papado), las profecías mesiánicas; los discursos proféticos de Cristo acerca de la destrucción de Jerusalén, las conmociones de la naturaleza, el aumento del crimen y la inmoralidad.
Cuarta etapa: Temas expositores del evangelio. Cinco conferencias dedicadas a la cuestión del origen del mal, el plan de salvación, el arrepentimiento, la fe y la relación entre el Evangelio y la salud, destacando la importancia de la vida temperante.
Quinta etapa: temas concernientes al decálogo. Cinco conferencias acerca de la ley como trasunto del carácter de Dios, como norma del Juicio, destacando la relación de las profecías de Daniel con el Decálogo (los 2.300 días y Daniel 7, última parte).
Sexta etapa: Temas alusivos al sábado. Cuatro conferencias destacando la importancia del sábado como monumento de la creación, y día de reposo cristiano, señalando el origen del descanso dominical y la restauración del reposo sabático en la Tierra Nueva.
Séptima etapa: Temas referentes al más allá. Seis conferencias que enfocan el sentido de la muerte. La imposibilidad de comunicarse con los difuntos, la esperanza de la resurrección, la cuestión de las retribuciones y castigos, el significado del milenio y la transformación definitiva de la humanidad mediante el don de la inmortalidad.
Octava etapa: Temas de decisión. Seis conferencias acerca de la inminencia del retorno de Cristo, la parábola de las diez vírgenes, el fin del tiempo de gracia, el camino de la rebelión y el sendero de la obediencia, la oración como radiotelefonía del alma y el enigma del nuevo nacimiento.
Novena etapa: Temas apocalípticos. Ocho conferencias acerca del Apocalipsis recalcando las bendiciones de su estudio y señalando sus principales profecías, con el propósito de hacer notar la lucha entre el bien y el mal y destacar el triunfo final del pueblo que guarda los mandamientos de Dios y tiene la fe de Jesús.
En vista de que la simple enumeración de los cincuenta temas que integran el ciclo de las nueve etapas recién mencionadas no sería de tanto valor como un comentario alusivo a los propósitos de cada una de ellas, en el próximo número se enfocarán las características que deben tener los temas introductorios de un ciclo de conferencias adventistas.