Las diferentes áreas que los pastores deben conocer y dominar a veces pueden llegar a ser abrumadoras en el ministerio. Implican cuestiones teológicas y doctrinales, resolución de conflictos interpersonales y finanzas eclesiásticas, entre otras. Para enfrentar los desafíos que se presentan, es importante buscar siempre crecer en el aspecto del liderazgo y la predicación. Sin embargo, además de las áreas directamente vinculadas al ministerio, también es necesario invertir tiempo y recursos para atender y desarrollar las áreas personal y familiar.

 No obstante, aunque reconozcamos que necesitamos desarrollarnos en una amplia gama de áreas, puede ser difícil encontrar la manera de ser lo más deliberados posible para crecer tanto como sea posible. La siguiente es una propuesta de un plan de crecimiento personal, que puede ser personalizado de acuerdo con la realidad experimentada en tu ministerio.

 Destina tiempo. Antes de entrar en detalles, hay que aclarar una cosa: la idea de que podemos “encontrar el tiempo” para implementar un plan en nuestro ritmo diario y semanal no es más que un mito. Si tratas de “encontrar tiempo” para estas cosas, no sucederán. Debes destinar tiempo.

 Por ejemplo, puedes planificar que cada día, de 8 a 9, o de 15 a 16, sea tu tiempo de desarrollo. Es importante establecer un horario fijo y agregarlo a tu agenda como un compromiso innegociable. Eso es destinar tiempo.

 Da prioridad a tu tiempo con las Escrituras y la oración. La capacitación y el poder de un ministroresultan de la calidad de su comunión con Dios. Porlo tanto, es esencial dedicar tiempo diario al estudioy a la oración. Sin estas dos cosas, el ministerio serásuperficial. Diariamente debemos pedir al Señor quenos guíe y haga su voluntad a través de nosotros. 

  Escribe tu plan. Intenta no hacer una lista muylarga. Comienza con lo más importante y añade metasa medida que alcances las primeras. El plan de accióndebe ser mensurable (horas diarias o días a la semana,por ejemplo), específico, de tiempo limitado (pueden serde tres, seis o doce meses, para medir los resultados yreevaluar cómo proceder), alcanzable y realista.

 Por ejemplo: (a) elabora un plan sistemático de lectura. Además del estudio de la Biblia, es importante leer otros materiales. No puedes dejar de leer los libros del Espíritu de Profecía. Debes consultar también las sugerencias en la sección “Recursos” de la revista Ministerio; (b) materiales en audio: esta es una excelente manera de maximizar tu tiempo. Puedes escuchar audiolibros, sermones y otros materiales mientras diriges, haces ejercicio o realizas cualquier otra actividad; y (c) tomar tiempo para estar con su familia. Aprovecha todos los momentos que puedas para disfrutar con tu familia. Sé intencional al planificar y participar en actividades que dejarán recuerdos agradables para tu esposa e hijos. Puede ser una excursión, una caminata o un picnic, salir juntos, etc.

 Es posible que ya estés practicando ciertos puntos de este plan sugerente, o que tengas que implementar otros. Lo importante es tener un plan de acción. El comienzo de un nuevo año es una gran oportunidad para tomar decisiones. Ten la seguridad de que Dios bendecirá tus esfuerzos. Él quiere que crezcas y te desarrolles en el ministerio.

Sobre el autor: editor asociado de la revista Ministerio.