1 Las herramientas y las fuentes consultadas por la IA ¿son confiables? La búsqueda parece ser sin criterio, pues utiliza solo la información que está disponible en su base de datos. Quedan fuera, por ejemplo, libros, diccionarios, léxicos y comentarios de autores y editoriales que dialogan adecuadamente con nuestra teología.
2 Puede convertirse en un estímulo para la pereza intelectual. Ahora el pastor no necesita ni siquiera escoger sus fuentes: tendrá un sermón listo rápidamente, aunque direccione las preguntas y hasta incluso proponga los temas. Si algunos pastores tienen dificultades para hacer sermones nuevos, ahora la pereza tendrá un aire de “inteligencia”. En el formato “antiguo” de investigación, el pastor debía elegir sus fuentes, incluso en medio de varias fuentes confiables. Este proceso de selección es altamente estimulante y educativo.
3 Tal vez uno de los mayores peligros de la IA para el ministerio sea la producción de sermones impersonales, sin el perfil de un predicador. Eso es incluso peor que un “sermón enlatado”, ya que, al menos, un sermón enlatado proviene de un pastor o teólogo experimentado y confiable. Con la IA, el sermón proviene de “alguien” que nunca predicó un sermón, y mucho menos se preparó espiritualmente para eso. Los pastores comenzarán a predicar sermones elaborados por máquinas y dirigidos a personas; es decir, quien no tiene “olor de oveja” hará los sermones de quien o para quien cuida de las ovejas. ¡Un gran peligro!
4 En esta era de inmediatez, usar la IA un día antes de predicar parece ser una tentación atrayente. De hecho, estamos inmersos en una cultura de lo fácil, lo simple y lo rápido. De esta manera, habrá más tiempo para perder en cosas superficiales, como darle “me gusta” a fotos o ver videos entretenidos. Sin embargo, el ministerio pastoral no debe ser rehén de esta cultura fast-food, alimentándose de comida procesada, artificial y sin nutrientes. En vez de preparar sermones instantáneos, necesitamos valernos de sermones preparados en bibliotecas comunes, investigados con un contenido sólido y rico, realizados por personas reales y no por máquinas. Por lo tanto, pastores y dirigentes de la iglesia necesitan consultar libros físicos y digitales, aplicaciones confiables (como Logos, por ejemplo) y, sobre todo, la Biblia.
5 La preparación de un sermón debe realizarse con oración y estudio de la Biblia, de los libros del Espíritu de Profecía y de otros libros teológicos confiables. Eso demanda tiempo, esfuerzo, y una relación con Dios. Cuando un predicador depende enteramente de la IA para producir sus mensajes, está suprimiendo el trabajo del Espíritu Santo. Nótese que esa es una cuestión de teología, ideología, identidad y decisión.
Sobre el autor: rector del SALT y director del Espíritu de Profecía de la División Sudamericana.