“Nuestra tarea es altamente espiritual, y nos invita a mantener nuestros ojos en Jesucristo y en su Palabra”.

            El pastor Ted N. C. I Wilson tiene 65 años, nació en Takoma Park, Estados Unidos, y pasó su infancia en Egipto. Tiene una maestría en Divinidad, por la Universidad Andrews; otra en Salud Pública, por la Universidad de Loma Linda; y un doctorado en Educación Religiosa, por la Universidad de Nueva York. Comenzó la carrera pastoral en 1974. Entre otras funciones, fue presidente de la División Euroasiática, presidente de la editora Review and Herald y vicepresidente mundial de la Iglesia Adventista, hasta que fue electo como presidente de la iglesia en 2010 y relegido el día 3 de julio de este año, en la asam­blea realizada en San Antonio, Texas (Estados Unidos).

            De su casamiento con Nancy Louise Vollmer nacieron tres hijas (dos casadas con pastores), que le dieron nueve nietos. En esta entrevista, el pastor Ted Wilson expone sus ideas respecto del liderazgo espiritual.

¿Qué es el liderazgo, para usted?

            Un liderazgo humilde, servicial, señala a Cristo y a su misión en favor de las personas. Es ayudar a las personas para que descubran el plan de Dios para la vida de cada una de ellas y para el mundo, de acuerdo con la Biblia. Un verdadero liderazgo espiritual, dirigido por el Espíritu Santo, se orienta hacia el éxito de la iglesia, en vez de la ganancia personal. Un liderazgo cristiano exalta a Cristo, su justicia, el mensaje del Santuario, el sábado, los mensajes angélicos y la inminente venida de Jesús.

En su opinión, ¿cuál es la característica más importante del líder espiritual?

            Hay muchas características importantes, pero, probablemente, una de las más impor­tantes es el espíritu humilde y dispuesto a aprender, enraizado en la plena confianza en Dios, en su Palabra y en lo que Dios intenta cumplir a través de una vida dedicada a su servicio.

¿Qué características considera usted vitales para el ejercicio de un liderazgo eficaz?

            Puedo enumerar la habilidad para captar rápidamente los detalles de una situación en particular, para analizar racionalmente cualquier problema; una disposición para examinar todos los lados de la situación; la imparcialidad en el trato de cuestiones y personas; y la habilidad para no ser sobrecargado con cuestiones superficiales. El líder eficaz debe ser alguien altamente espiritual, amable y empático, que vive en comunión con Dios por medio del estudio de la Biblia, cuidadoso en el estudio del Espíritu de Profecía y con una vibrante vida de oración.

¿Cuán importante es la visión para el liderazgo, y cómo ha desarrollado usted su propia visión en relación con la iglesia?

            La visión es vital. Es ver el cuadro mayor. Es ver qué puede y qué debe suceder. El vivir en total dependencia del Espíritu Santo abre los ojos del líder para lo que Dios desea para la organización, hacia dónde la quiere llevar. El líder eficaz también escucha a otros líderes y otras personas para construir la visión de la organización. Dios comparte plenamente su visión con el líder que estudió su Palabra.

Si las personas resisten la visión del líder, ¿qué es lo que deberá hacer?

            El líder no debe tener miedo de compartir, con cuidado y convicción, lo que Dios le ha mostrado. Si las personas se resisten, debe escuchar más cuidadosamente lo que tienen que decir. Son necesarias posteriores discusiones y mucha oración, mientras el líder intenta conseguir el consenso. Debemos recordar que el Espíritu Santo siempre guía a la verdad.

¿De qué manera usted está administrando conflictos y diferencias de opinión?

            El Señor quiere que su pueblo esté unido, y Jesús oró tiernamente por eso, de acuerdo con lo que leemos en Juan 17. Oró para que seamos uno en él, así como él es uno con el Padre. Pero Cristo sabía que habría fuerzas del mal en el final de los tiempos que intentarían dividir a la iglesia de Dios. He descubierto que el escuchar cuidadosamente en el contexto de un diálogo dirigido por el Espíritu Santo es un camino seguro para tratar con diferencias de opinión. Es vital que, en oración y cuidadosamente, el líder dialogue metódicamente con otros dirigentes y con miembros de la iglesia.

¿Cuál es el papel del equipo de trabaja cuando se habla de liderazgo, y cómo ha hecho usted para construir un equipo de liderazgo?

            De acuerdo con lo que el apóstol Pablo explica en 1 Corintios 12 y en Efesios 4, es fundamental que haya un esfuerzo unido para la conquista de las metas de una organización. Debemos trabajar juntos, en forma semejante a lo que varios miembros del cuerpo deben hacer para trabajar en armonía, teniendo en vista el saludable funcionamiento del cuerpo. Para mí, los miembros del equipo de liderazgo deben ser personas comprometidas con la Palabra de Dios y deben tener una comprensión del papel profético de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, como iglesia remanente de Dios. También deben saber cómo trabajar humildemente con las personas, y deben confiar en el poder de Dios. Finalmente, deben ser personas de oración. Las personas que oran juntas encuentran un fuerte eslabón que las une a Cristo.

¿Cómo hace para promover una atmósfera en la que las personas son motivadas a perseguir metas mutuamente benéficas?

            Es importante que un líder cristiano cultive un contexto en el que las personas se sientan capacitadas para perseguir sus metas sin interferencias indebidas. El líder debe capacitar, incentivar a los demás y animar para que haya un pleno compromiso de los liderados. Debe buscar obtener el máximo compromiso posible, y es vital que sepa expresar aprecio y gratitud por las ideas y por el apoyo obtenido de parte de los otros.

Mencione, por favor, un personaje bíblico, a excepción de Jesús, y otro que no sea bíblico, que usted considera como ejemplos de liderazgo eficaz.

            Es difícil nombrar solamente un personaje bíblico que ejemplifique el liderazgo cristiano. Sin embargo, Moisés es uno de los más notables ejemplos de líder manso y determinado. Él sacó fuerzas de su completa dependencia de Dios, y fue tan altruista que solamente deseó lo mejor para el pueblo de Dios. Lo mismo podría decirse de Josué, de José, de Ester, de Daniel y del apóstol Pablo. El liderazgo de cada uno y el compromiso que tenían muestran lo que sucede cuando personas talentosas y hábiles se colocan totalmente delante del Señor para que él las use.

            John Huss es un ejemplo del tipo de líderes que Dios busca. Por su firme e inflexible creencia en la Palabra de Dios, Huss inspiró a millares de personas para que se levantaran por la verdad, incluyendo a Martín Lutero. John Huss estaba tan conectado al Señor que fue cantando para ser quemado. Él murió en las llamas, mientras cantaba y pedía la misericordia de Dios. ¡Qué ejemplo de confianza!

¿Qué versículo o pasaje de la Biblia resume mejor su comprensión del liderazgo espiritual?

            Hay muchos. El primero es Josué 1:6 al 9, que resalta la importancia del coraje. El siguiente, Josué 24:14 al 18, que muestra la importancia del completo compromiso con Dios y la dependencia de él. Miqueas 6:8 destaca que el líder cristiano debe hacer lo que es recto, amar la misericordia y andar humildemente con Dios, en caso de que quiera ser eficaz. Finalmente, Santiago 1:5 muestra que el líder cristiano necesita desesperadamente sabiduría y dirección, para ser exitoso. Pido a Dios el cumplimiento de esas promesas cada día.

En su opinión, ¿cualquier persona puede ser un líder?

            Es Dios quien capacita a las personas para el servicio. Si él ha dotado a alguien para liderar, esa persona debe humildemente asumir y usar el don del liderazgo para la gloria de Dios. Ninguna persona debe usar el don para atraer la gloria para sí misma. Dios derrama los dones del Espíritu, pero espera que nosotros ejercitemos los dones bajo su total dirección. Creo que Dios nos provee oportunidades para ejercer el liderazgo en varios niveles diferentes, en tiempos distintos, y que nosotros debemos aprovechar esas diversas oportunidades que Dios nos presenta. También creo que Dios desea, en su propio tiempo, abrir otras puertas para mayores roles de liderazgo. Lo que él espera es fidelidad de nuestra parte, dondequiera que seamos colocados.

¿Cuál considera que es su tarea más importante como líder mundial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día?

            Tal vez la tarea más importante sea ayudar a los miembros de la iglesia a comprender que esta iglesia no es meramente una confesión religiosa más, sino un movimiento profético, el movimiento del advenimiento. Somos la iglesia remanente de Dios, y nuestra tarea principal es proclamar los mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14. Nuestra tarea es altamente espiritual, y nos invita a mantener nuestros ojos en Cristo Jesús y en su Palabra. También nos lama a orar humildemente por la lluvia tardía del Espíritu Santo y por el pronto regreso de Jesús. De acuerdo con los libros de Daniel y de Apocalipsis, y también por lo que dice el libro El conflicto de los siglos, de Elena de White, estamos muy cerca del final del tiempo. Debemos comprender quiénes somos y lo que Dios intenta realizar por medio de su iglesia remanente.

¿Qué tipo de liderazgo pastoral cree usted que la iglesia necesita para cumplir su misión en el siglo XXI?

            La iglesia necesita pastores que alimenten el rebaño con la Palabra de Dios, y que inviertan considerable tiempo en visitar a los miembros, y que los entrenen para el ministerio personal y el evangelismo. Una de las mayores bendiciones que los pastores pueden poseer es una visión para la conquista de personas; visión que motive a los hermanos a avanzar bajo la dirección del Espíritu Santo. Los miembros de nuestras iglesias no deben ser acostumbrados a depender solamente del pastor, sino que deben ser entrenados para trabajar, para nutrir a las iglesias mientras los pastores, unidos a los miembros, proclaman el mensaje a través del evangelismo.

Como iglesia, ¿qué valores necesitamos desarrollar a fin de que tengamos éxito en nuestra misión?

            Necesitamos humildad total delante del Señor. Necesitamos un reavivamiento y una reforma, que vendrán mediante el estudio de la Biblia y del Espíritu de Profecía; así como a través de intensa oración y dependencia del Espíritu Santo. Necesitamos una perfecta comprensión de la Iglesia Adventista del Séptimo Día como movimiento profético. Y necesitamos personas que crean en la Palabra de Dios como está escrita, sin imponer el mé­todo histórico-crítico en su interpretación. La Biblia se interpreta a sí misma.

¿Cuál es su pasión? ¿Qué lo mueve como líder?

            Soy apasionado por Cristo, por su justicia y su gran plan de salvación. La salvación es un maravilloso don para todo el que la acepta. Soy apasionado por la maravillosa explicación de la salvación por medio de los rituales del Santuario. Soy apasionado por la segunda venida de Jesús, y lo que ese acontecimiento significa para el futuro. Soy apasionado por el plan de Dios para la Iglesia Adventista del Séptimo Día, su iglesia remanente, mientras proclama los tres mensajes angélicos. Soy apasionado por la autenticidad y la relevancia de la Biblia y del Espíritu de Profecía. Soy apasionado por la misión en las grandes ciudades, donde vive más del 50 % de la población del mundo. Finalmente, soy apasionado por el maravilloso destino del movimiento adventista.

Se ha dicho que, en relación con el liderazgo, ser es más importante que hacer. Háblenos, por favor, sobre eso.

            El liderazgo debe ser un saludable equilibrio entre ser y hacer. La visión y los planes del líder deben estar fundamentados en la Biblia y en el Espíritu de Profecía, si es que desea tener éxito. A veces, el líder tendrá que ser paciente, pues los resultados no siempre aparecen inmediatamente. La verdad prevalecerá siempre. El líder debe inspirar, y eso sucederá cuando tenga una íntima comunión con el Señor. Creo que es absolutamente vital que el líder dependa completamente de Jesús, todo el tiempo, clamando por sabiduría.

¿A quién considera usted como su mentor?

            Mi padre fue mi primer mentor. Yo siempre presté mucha atención a la manera en que él trataba los problemas y los desafíos; y me gustaban nuestras conversaciones sobre liderazgo. Con el paso de los años, he tenido el privilegio de tener algunos excelentes profesores, pastores y administradores que me dieron buenos consejos y advertencias. He sido bendecido con muchos modelos de liderazgo.

¿De qué maneras alimenta usted su relación con Cristo?

            Estudio la Biblia y el Espíritu de Profecía; busco estar constantemente en oración; e intento escuchar la voz del Espíritu Santo a través de las impresiones y de los consejos de otras personas. Proclamar el último mensaje de Dios al mundo requiere un espíritu humilde y receptivo a la enseñanza. La Completa sumisión al Señor es el único camino por el cual un líder espiritual puede, verdaderamente, tener éxito.

¿Qué libros recomendaría a alguien que desee saber más sobre el liderazgo cristiano?

            Además de la Biblia, mis libros favoritos son los de Elena de White. Yo recomendaría a todos los líderes que usen más tiempo con la serie “El Gran Conflicto”, y leyendo libros como Testimonios para los ministros, el tomo 9 de los Testimonios para la iglesia, El ministerio de curación, Medicina y salvación, El evangelismo, El camino a Cristo y Palabras de vida del gran Maestro. Quiero enfatizar que el liderazgo cristiano resulta más de la asociación con los consejos y la verdad de Dios que de la asistencia a seminarios o la adopción de modernos métodos de liderazgo, por más necesarios que hoy sean o puedan llegar a ser. Sin embargo, es altamente instructivo para todo líder escuchar un poco y oír cómo otros líderes administran las diversas situaciones que les toca enfrentar. Mucha de la educación en liderazgo puede ser adquirida por medio de la observación y el procesamiento de esa observación a través de la reflexión y la revisión, teniendo como base los principios bíblicos.

¿Qué mensaje final le gustaría compartir con los lectores de la revista Ministerio?

            El verdadero liderazgo espiritual resulta de la comunión con el Señor, para escuchar su voz calma, serena, a medida que el líder progresa en los desafíos del liderazgo. Cuando el líder cristiano dependa completamente del Señor, verá cambios increíbles y sobrenaturales, que tendrán lugar para la gloria de Dios. Nuestro gran Dios dirigirá sus pasos.