En los periódicos aparecen continuamente noticias referentes a la triquinosis, una enfermedad del cerdo que se trasmite al hombre. Debido a que muchas personas no tienen acceso a esas publicaciones, citamos en este artículo algunos de los comentarios acerca de esta enfermedad.
En el Journal of the American Dietetic Association (Revista de la Asociación Dietética Americana) de septiembre de 1956, págs. 802-806, apareció lo siguiente:
“Los Estados Unidos—un país que se enorgullece de su cultura sanitaria y de los progresos hechos en el campo de la higiene pública—tienen el porcentaje mundial más elevado de infección producida por el gusano de la triquina. Se calcula que durante su vida el promedio de los norteamericanos ingiere carne infectada de triquina unas doscientas veces.
“Pocos casos de infección degeneran en una enfermedad grave; …la infección no se trasmite de persona a persona.
“La propagación de la triquinosis entre el ganado porcino de los Estados Unidos ha experimentado relativamente poca disminución durante los cincuenta años pasados.”
El autor del artículo que comentamos declara que algunos creen que a los judíos se les prohibió comer cerdo debido al conocimiento de la existencia de esta enfermedad. Las ratas y los osos también pueden ser infectados por ella. Las autoridades médicas calculan que el 16 por ciento de los norteamericanos, o sea unos 22 millones, pueden estar infectados de esta enfermedad agotadora de las fuerzas. Sin embargo raramente se observa un caso de infección entre la población judía.
“Normalmente la triquinosis no se presenta en los cerdos si éstos no tienen acceso a desperdicios que contengan restos de carne cruda de puerco o ratas muertas.”—Ibid.
Debido a que los primeros síntomas de la triquinosis a menudo se asemejan a los de otras enfermedades, muchas veces se la confunde con la influenza, la sinusitis, el reumatismo crónico, la tuberculosis, etc. Las triquinas enquistadas pueden vivir por años en los músculos de sus huéspedes. La triquinosis es incurable, excepto cuando el organismo eventualmente enquista a los gusanos, porque no hay manera de extraerlos una vez que han invadido los tejidos humanos.
Hay dos métodos de higiene preventiva para controlar esta enfermedad: (1) Si a los cerdos se los alimenta con desperdicios, éstos deben ser sometidos a una prolongada cocción: (2) debe enseñarse al público a cocinar muy bien la carne de cerdo.
En el “Anuario de Agricultura” para 1956 (EE. UU.) encontramos la siguiente declaración:
“Probablemente los cerdos sean susceptibles a un número mayor de enfermedades que cualquier otro animal doméstico; y muchas de sus enfermedades son transmisibles al hombre. Entre ellas se cuentan la brucelosis, la leptospirosis, la salmonelosis, la tripanosomiasis, la triquinosis y la cisticercosis. Se considera la triquinosis y la cisticercosis como problemas de salud en muchos lugares del mundo.”—Pag. 19.
En el “Instructor Cuide for Sanitary Food Service” (Guía para el Instructor del Servicio de Alimentación Sanitaria) leemos lo siguiente:
“Pregunta: ¿Es la triquinosis una enfermedad rara?
“Respuesta: No. Una de cada seis personas la tiene o la tendrá antes de su muerte, si ingiere carne de cerdo o productos a base de cerdo.”—Pág. 163.
“Las autopsias revelan que una de cada seis personas que mueren en accidentes, de cáncer, tifus, tuberculosis, o por otras causas, están infectadas de triquina.”—Pág. 171.
Sobre el autor: Directora asociada de Educación Sanitaria, Depto. Médico