En este bimestre, específicamente en el último sábado de octubre, se celebrará el Día del Pastor en la Iglesia Adventista. No es un día para glorificar al hombre, sino para prestar atención especial y reconocer la tarea que ha llevado a cabo. El espacio que normalmente reservamos para las entrevistas lo dedicaremos en este número a publicar las declaraciones de los presidentes de las uniones y de la División Sudamericana, por medio de las cuales manifiestan su gratitud a los pastores por su trabajo dedicado y fiel, llevado a cabo para gloria de Dios, el bienestar del rebaño y el crecimiento de la Causa.
Pr. Bruno Raso
Presidente Unión Austral
Querido colega en el ministerio:
En esta fecha cuando la iglesia recuerda de manera especial el ministerio del anciano y del pastor, quiero llegar con estas líneas para expresarte nuestra gratitud y reconocimiento por tu ministerio, quiero agradecerte por tu Paciencia, por tu Amor por los seres humanos, por tu Servicio abnegado, por tu Trabajo fiel y por tus Objetivos claros; ruego por un Renovado ministerio a favor del pronto y glorioso regreso de Jesús. En palabras simples, te digo: ¡MUCHAS GRACIAS, PASTOR!
“Aparecerán trabas para impedir el progreso de la obra del Señor, pero no teman. A la omnipotencia del Rey de reyes, nuestro Dios, observador del pacto, une la bondad y el cuidado de un tierno PASTOR. Nada puede obstruir su camino. Su poder es absoluto y es la garantía inamovible del cumplimiento de sus promesas a su pueblo Puede quitar todo obstáculo para el adelanto de su causa. Tiene medios para eliminar toda dificultad… Su benignidad y amor son infinitos, y su pacto es inalterable” (Elena G. de White, Alza tus ojos, 8 de septiembre).
Te recuerdo los sabios consejos del anciano pastor a su hijo: “Vive cada día cerca de Dios, vive cada día cerca de la gente; vive de tal manera que Dios esté cerca de la gente y la gente esté cerca de Dios”.
Que nuestro ministerio pueda ser tan cercano a Jesús y a la gente que muy pronto podamos estar muy cerca de él por toda la eternidad. Que cuando aparezca el Príncipe de los pastores podamos recibir la corona incorruptible de gloria (1 Ped. 5:4).
Un abrazo fraternal, unidos en NUESTRO PASTOR y en su misión.
Pr. Eric Monnier
Presidente Unión Boliviana
Querido pastor:
Jesús fue llamado “el buen pastor” (Juan 10:11). Él mereció y merece plenamente ese título. Pero a ti también te llaman “pastor”, incluso hasta “buen pastor”, porque escogiste seguir sus huellas.
En este día, también como una de tus ovejas, deseo manifestarte mi gratitud por tu labor a favor de mi persona.
Pastor, gracias por tu disposición al sacrificio por los otros. Gracias por no lastimar los corazones de los hijos de Dios, incluso de los que a veces te critican. Gracias por usar todas tus facultades intelectuales, toda tu fuerza física y moral en su servicio, para hacer el bien y bendecir a los demás. Gracias por tus sermones, aunque en algunas ocasiones sean largos, pero que animan cuando uno se siente triste y abatido. Gracias por tus reprensiones cuando lo necesitamos. Gracias por tus oraciones sinceras, ardientes y fervientes; gracias cuando tú nos haces cantar aun cuando no sea tu don. Gracias por la capacidad especial que tienes de exponer la Palabra de Dios con claridad. Gracias por la confianza que emana de tu persona y que refleja a nuestro poderoso Dios. Gracias por tus consejos sabios, que vienen en momentos tan oportunos; gracias por tu fe en el Creador y en sus criaturas.
Dios ciertamente te bendecirá por la dedicación que tú colocas en la tarea del Señor.
Pr. Guido Quinteros Rocha
Presidente Unión Chilena
Apreciado pastor:
Puede ser que en este momento te encuentres trabajando en un distrito alejado, pequeño, o quizás en una gran metrópolis. Podría ser también que te encuentres liderando algún departamento, o desarrollando una labor de capellanía en alguna de nuestras instituciones. En fin, cualquiera que sea tu línea de acción, “¡la gente te llama Pastor!”; y por esta razón quiero agradecer, en primer lugar, a Dios por darte ese privilegio, y a ti por ser un instrumento en sus manos. A tu esposa, por sus oraciones y su comprensión, y a tus hijos por su capacidad de adaptarse a todas las circunstancias.
Permíteme compartir contigo palabras de inspiración que surgen de la Escritura con el fin de animarte al recordarte uno de los privilegios que Dios nos concedió:
“Yo Jehová que te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones, para que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas” (Isa. 42:6, 7).
¡Por eso te llaman Pastor! Felicidades, que Dios te bendiga.
Pr. Manuel Egas
Presidente Unión Ecuatoriana
Querido colega:
Quiero decirte en este día especial que tu labor es más valiosa que las piedras preciosas y que pronto el Príncipe de los pastores te dará el reconocimiento que los seres humanos no siempre sabemos dar.
Al celebrar el Día del Pastor, es con placer que reconocemos el trabajo abnegado que se efectúa en las trincheras del deber. Es ahí donde se libran las batallas, es ahí donde se forjan los hombres, es ahí donde nacen los líderes. Muchas veces nuestras fuerzas flaquean y nos desanimamos, pero nuestro Capitán nos dice: “Adelante”, adelante porque la victoria está a la vista, adelante porque el fin está cercano, adelante porque pronto recibiréis la corona incorruptible.
Pr. Wandyr Mendes de Oliveira
Presidente Unión Este Brasileña
Noble compañero. Tú eres pastor no porque “ellos” (los miembros) te llaman pastor. Eres pastor no porque tienes una credencial, no porque recibiste un llamado de la junta directiva del Campo, no porque terminaste una serie de estudios, no porque tu madre o tu padre hicieron un voto a Dios y te dedicaron al ministerio. Eres pastor porque Dios te eligió, te preparó y te habilitó para ocupar esta noble entre las más nobles funciones.
Cuando estuvo en esta Tierra, el Señor Jesús estableció su iglesia. Él sabía que sus hijos tendrían necesidad de un amigo que les mostrara el camino del éxito como individuo, como familia, como miembro de la iglesia y como ciudadano del cielo. Y para eso él te eligió.
Los miembros no dicen: “Este es el pastor de la iglesia”, o “Este es nuestro pastor”. Pero, sin duda, dicen: “Este es mi pastor”.
La Unión Este Brasileña agradece a Dios por haberte transformado en un pastor que es un ejemplo de espiritualidad y de dedicación a la “misión”.
Reconozco que deberíamos demostrar nuestro aprecio y respeto por tu ministerio todos los días, semanas y meses del año.
A Dios y a ti nuestro agradecimiento por el pastor que eres.
Pr. Helder Roger
Presidente Unión Nordeste Brasileña
Queridos colegas: ¡Este es su día! Un día para reflexionar sobre la grandeza de la obra que realizan.
Un día para meditar sobre el resultado de su trabajo y sentirse satisfechos.
Un día para recordar que muchas ovejas oran por ustedes todos los días.
Un día para alegrarse con la promesa de que: “Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad”.
Finalmente, un día para compartir todo esto con la otra mitad del pastor, su querida compañera de la vida y ministerio, su esposa.
Nuestro sincero homenaje a todos los matrimonios pastorales de la División Sudamericana.
Pr. Izéas Santos Cardoso
Presidente Unión Norte Brasileña
Ser pastor es atender al llamado divino para dedicación integral y exclusiva en el cumplimiento de la misión, que es la predicación del evangelio eterno.
Agradezco a Dios por el ministerio pastoral de la Unión Norte Brasileña, donde los pastores, conscientes del inminente regreso del Señor Jesús, se dedican a tiempo y fuera de tiempo a despertar y preparar a un pueblo especial para el encuentro con Cristo.
Enfrentan calor, lluvia, polvo, barro, selva y ríos; nuestros pastores han logrado duplicar el número de miembros en los últimos cinco años en nuestro territorio amazónico, y comprometen cada día a un porcentaje mayor de la membresía en la terminación de la obra.
Estoy agradecido a Dios y al ejército pastoral de la Unión Norte Brasileña por las victorias alcanzadas en los últimos años, con el poder del Espíritu Santo.
Pr. Melcho Ferreira Castillo
Presidente Unión Peruana
No es lo que la gente ve en ti, o como ellos te llamen, sino lo que tú sientes en lo profundo del corazón acerca de la bendita vocación de ser un ministro de Dios y su Palabra.
En este día maravilloso, en el que se celebra las vocaciones ministeriales, quiero expresar una palabra de gratitud y felicitación a todos los pastores de la División Sudamericana.
Que Dios los bendiga y mantenga siempre en sus manos, para que nunca se olviden de este bendito ministerio.
Pr. Ignacio Kalbermatter
Presidente Unión Sur Brasileña
En este día tan significativo me congratulo con el ministerio pastoral en cualquier sector de la obra. No hay mayor privilegio para un ser humano, no existe más excelente servicio que ser un pastor.
Al ser llamados pastores, esta palabra expresa las cualidades más excelentes que pueden existir: comprensión, paciencia, misericordia, integridad, pureza, justicia, perdón, amor y salvación.
Querido pastor, muchas gracias, pues día a día reflejas los atributos divinos para salvar vidas. Por tu ministerio dedicado y consagrado muchos tendrán la oportunidad de alcanzar no una existencia temporaria, sino una vida eterna. Y será en la eternidad, junto a nuestro gran pastor Jesús, que recibirás el reconocimiento perfecto que humildes palabras no pueden totalizar por la grandeza de tu ministerio.
Pr. Ruy Nagel
Presidente de la División Sudamericana
A usted, mi estimado pastor, que en los diversos ramos de la obra se ha esforzado por cumplir la misión evangélica, imitando la vida de abnegación y sacrificio de Jesús; a usted pastor, que trabaja para mantener en el redil no sólo a las 99 ovejas, sino que con lágrimas va en procura de la oveja herida y desgarrada, nuestro profundo reconocimiento y gratitud por su compromiso en la evangelización del continente sudamericano.
Estamos viviendo en tiempo prestado, y nos urge posicionamos como fieles mayordomos del rebaño del Señor. En este “Día del Pastor” es necesario que hagamos una introspección de nuestra vida y consagremos a Dios nuestro cuerpo, espíritu y mente; que preparemos a “una iglesia gloriosa, que no [tenga] mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que [sea] santa y sin mancha” (Efe. 5:27) para encontrarse con Jesús en breve.
Enormes son los desafíos que están delante de nosotros, pero no tenemos que temer al futuro. Si tenemos fe en Dios, “nos alegraremos de ser colaboradores de Cristo, y no temeremos confiar en su cuidado. Si confiamos en Dios para obtener fuerza tendremos claras percepciones del deber y aspiraciones abnegadas; nuestra vida será regida por un pro- pósito noble, que nos elevará por en- cima de motivos sórdidos” (Obreros evangélicos, p. 119).
Apreciado compañero de jornada, le deseo a usted y a su familia un ¡Feliz Día del Pastor! Que el Espíritu Santo lo habilite para continuar su ministerio pastoral y que, en ocasión del regreso del Sumo Pastor, pueda presentarse delante del Señor aprobado, “como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad” (2 Tim. 2:15).