Teólogos ponen en práctica lo aprendido en el aula y plantan iglesias.

El Imperio Romano era un mundo de ciudades autogobernadas, dividido en provincias, sujeto al gobierno centralizado del emperador. En esa civilización nació el cristianismo como un movimiento urbano[1] liderado mayormente por jóvenes.[2] Jesús “al comenzar su ministerio era como de treinta años” (Luc. 3:23) y sus doce discípulos también eran jóvenes. [3] La misión compasiva del Mesías se centraba mayormente en “las ciudades y aldeas”. “Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino. Saulo, otro joven,[4] luego llamado Pablo, continuó “el ministerio compasivo de Jesús” en las ciudades clave de gran parte del Imperio Romano (Hech. 13-28). Él participó en la confirmación de la iglesia de Antioquía la que se convirtió, a su vez, en un gran centro cristiano y base de la fundación de iglesias en las ciudades importantes del Imperio.[5] El criterio de llegar a las ciudades clave llevó a Pablo a Pafos, ciudad portuaria de Chipre; Perge de Pamfilia; Antioquía de Pisidia; Iconio; Listra; y Derbe del sur de Galacia (Hech. 13-14). Estas ciudades estaban conectadas estratégicamente por los caminos romanos como Filipos por donde pasaba el comercio del oeste al este. Por la “Vía Ignacia”[6] llegó a Tesalónica, pero no se detuvo en Anfípolis ni en Apolonia porque mantenía su estrategia de “seleccionar ciudades importantes, y convertirlas en centros para la propagación del evangelio”.[7] Con el mismo criterio va a Berea, Atenas y Corinto (Hech. 17-18).[8] Todas estas ciudades “eran centros políticos y comerciales importantes, y por lo tanto, en la mente de Pablo, eran sitios estratégicos desde donde el evangelio de Cristo podría esparcirse por todo el imperio”.[9]

Se puede notar lo que hace Pablo cuando viajó por Galacia y Frigia confirmando a los hermanos. Él permaneció tres años en Éfeso. Esta ciudad era un centro administrativo y religioso de la provincia romana de Asia. Por eso, era importante establecer una iglesia fuerte desde donde se esparciera el Evangelio. Pablo trabajó acompañado por Bernabé, Juan, Marcos, Aquila y Priscila, Apolos, Tíquico, Timoteo y otros misioneros mayormente jóvenes (Hech. 13-15; 18:24-28; 1 Tim. 4:12; 2 Tim. 4:12).[10] En Éfeso se queman libros de magia por 50 mil dracmas y se arruina el negocio de los “templecillos de Diana” (Hech. 18:18-19:41).

LLAMADO A LA EVANGELIZACIÓN

En el siglo XXI, se debieran focalizar las ciudades más grandes con una estrategia que incluya especialmente a los estudiantes de teología y otros obreros jóvenes. Se debieran establecer iglesias que a su vez abran otras iglesias en los barrios y zonas de influencia de estas ciudades. Elena de White aconsejó tener una comisión de siete personas para atender las necesidades de las grandes ciudades con un ministerio compasivo. En 1910 decía: “Siete hombres debieran haber sido elegidos para que se unieran con el presidente y pusieran en marcha la obra en las grandes ciudades […]. Estos siete deben ser hombres que tengan una amplia comprensión […] humildes y modestos de corazón. Nunca debieran las ciudades haber sido descuidadas como lo son […]. No menos de siete hombres deben ser elegidos para llevar las grandes responsabilidades de la obra de Dios en las ciudades populosas. Y estos hombres deben humillarse […] y buscar al Señor en forma fervorosa para obtener sabiduría santificada. Deben relacionarse con Dios como hombres deseosos de ser enseñados. Deben ser hombres de oración […]. Deben investigar las necesidades de las ciudades y empeñar esfuerzos fervorosos y decididos para hacer avanzar la obra” (Carta 58, 1910).[11]

El 11 de noviembre de 2010, la Iglesia Adventista del Séptimo Día (IASD) reconoció los errores que han estorbado la evangelización del mundo. Solo el Espíritu Santo podrá finalizar la obra pero su iglesia debe colaborar. Por eso, se publicó el libro Llamado urgente al reavivamiento, la reforma, el discipulado y la evangelización. Allí se dice: “Reconocemos en forma especial que Dios utilizará a los niños y jóvenes en este último reavivamiento poderoso, y animamos a toda nuestra juventud a participar en la búsqueda de Dios por un reavivamiento espiritual en sus vidas y, así, recibir el poder del Espíritu Santo para poder compartir su fe con los demás”.[12]

Entonces, con la humildad obrada por el Espíritu Santo todos los misioneros pero especialmente los “siete hombres” y los jóvenes debieran interesarse y atender “las necesidades de la gente” como lo hacía Jesús. Porque, “solo el método de Cristo será el que dará éxito para llegar a la gente. El Salvador trataba con los hombres como quien deseaba hacerles bien. Les mostraba simpatía, atendía a sus necesidades y les ganaba su confianza. Entonces les decía: ‘Seguidme’”.[13]

Durante 2010 hubo diferentes congresos cristianos festejando el centenario del Congreso Mundial de Evangelización de Edimburgo de 1910. En el Congreso de Evangelización de Boston 2010 el lema fue “Los cambiantes contornos de la misión y el cristianismo mundial”. Dana Robert, en su conferencia “Boston, estudiantes, y las misiones desde 1910 a 2010”, enfatizó “la importancia del liderazgo del estudiante en la misión”. Ella citó varios “estudios de casos” y su conclusión fue que “los estudiantes permanecen en las fronteras de los desafíos de transformar el mundo en esta generación”.[14] Hace más de 20 años, C. Peter Wagner ya desafiaba con mucho éxito a sus estudiantes a establecer iglesias. Él decía: “La gente más joven que aún tiene más opciones y más flexibilidad es mucho más propensa a tener éxito en este aspecto”.[15]

El mejor equipo para abrir iglesias se forma con estudiantes de teología, obreros jóvenes y otros jóvenes. El Seminario Adventista Latinoamericano de Teología (SALT) tiene como una de sus prácticas obligatoria, la Residencia de Evangelización Pública, asignatura que implica participar en una campaña evangelizadora que, casi siempre, da origen a varias iglesias. Durante los últimos 35 años, la sede Argentina del SALT ha participado cada año en la apertura de unas quince iglesias.[16]

REALIDAD SUDAMERICANA

La Unión del Este de Brasil (UNEB) invertía más de cinco millones de dólares anuales en las nuevas capillas donde se abrirían iglesias con el apoyo de los estudiantes de la Facultad de Teología de Bahía. De esta forma, los estudiantes participan, cada año, en la apertura de unas sesenta a setenta iglesias. Como requisito de la Práctica Pastoral, los estudiantes deben participar, por lo menos, en la apertura de una iglesia.[17]

En la DSA están surgiendo varios proyectos juveniles de Misión Global que establecen iglesias con éxito. Algunos de ellos son: el Proyecto Caleb, surgido en la UNEB y que ahora se lo impulsa a nivel mundial; el Proyecto Antioquía de los estudiantes de Teología de Bahía; el Proyecto Macedonia de la Unión Peruana del Norte; el Proyecto de Misión Global de los estudiantes de teología del Ecuador que se dedican a establecer iglesias solo en municipios nuevos.[18] Según Cristhian Álvarez, director de Teología del Ecuador, si el proyecto ecuatoriano tuviera un apoyo económico y estratégico semejante al que se le brinda a los estudiantes de teología de Bahía, en 6 años se podrían establecer iglesias en cada uno de los 76 municipios no alcanzados del Ecuador.[19] En 2011, en Ecuador se fundaron 77 nuevas iglesias y congregaciones, y se espera para 2015 establecer la obra adventista en los 217 municipios del Ecuador.[20]

El informe de Misión Global a la Junta de la DSA, de mayo de 2008, mostró que los adventistas estaban presentes en 5.554 (59%) municipios de los 9.395 de Sudamérica. El desafío es alcanzar los 3.831 municipios (41%) sin presencia adventista. Si todas las uniones focalizaran los municipios sin obra y se brindaran los apoyos necesarios a los estudiantes de teología, en 5 años, se estarían plantando iglesias en los 3.831 municipios no alcanzados de la DSA. Ver Tabla 1.

MUNICIPIOS CON Y SIN PRESENCIA ADVENTISTA EN LA DSA EN 2008[21]

Pero, para que eso suceda, es necesario provocar un cambio porque, si bien los adventistas son reconocidos por fundar iglesias por medio de la evangelización pública, en la DSA solo el 13% de las iglesias surgen por este medio. El 87% de las iglesias se abren por desprendimiento de miembros. Estas iglesias se abren, generalmente, en los mismos barrios de las iglesias madres. En el quinquenio de 1990 a 1995, en la DSA, se abrieron 1.600 iglesias. Solo doscientas de ellas, el 13%, fueron establecidas por medio de evangelización pública; y 1.400 iglesias, el 87%, por desprendimiento de miembros.[22] Es decir, se están abriendo más iglesias en los municipios ya alcanzados.

Entre 2010 y 2015 se intentarán abrir 10.000 iglesias en la DSA.[23] Si solo el 13% de estas se abrieran en municipios no alcanzados, en 5 años solo se llegaría a 1.300 municipios de los 3.831 sin obra adventista. Y llevaría unos quince años llegar a todos los municipios. Pero si todas las uniones de la DSA apoyaran, mayormente en la evangelización en nuevos municipios, se podrían alcanzar los 3.831 municipios en apenas 5 años. Entonces en 2015, para la gloria de Dios, podríamos decir parafraseando a Pablo: “Desde Quito, Ecuador, y por los alrededores hasta Ushuaia, Argentina, todo lo hemos llenado del evangelio de Cristo (Rom. 15:19).[24]

Sobre el autor: Profesor de Teología en la Universidad Adventista del Plata.


Referencias

[1] Rodney Stara, The Rise of Christianity: A Sociologist Reconsiders History (Princeton, New Jersey: Princeton University Press, 1996), p. 147

Clever De Oliveira Gonçalves, A Critique of the Urban Mission of the Church in the Light of an Emerging Postmodern Condition (Berriens Springs, Michigan: Andrews University, 2005), p. 143.

[2] Este énfasis en un trabajo mayormente en las ciudades, y con jóvenes, no pretende desmerecer el trabajo en las zonas rurales y de gente de mayor edad. Solo pretende enfatizar dos claves muy efectivas de la misión cristiana del siglo I.

[3] Jesús llamó a sus discípulos “muchachos” (Juan 21:5, BJ, NVI, DHH).

[4] Lucas registra que los que apedrearon a Esteban “pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo” (Hech. 7:58).

[5] Álvarez Zaldúa, La plantación de iglesias en territorios no alcanzados, p. 532.

[6] Siegfried Horn, Diccionario bíblico adventista del séptimo día (Buenos Aires: ACES, 1995), p. 1.151.

[7] Nichol, Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 7, pp. 231, 232.

[8] Álvarez Zaldúa, ibíd., p. 533.

[9] Ibíd., p. 531.

[10] Nichol, Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 6, p. 313.

[11] White, El evangelismo, p. 32.

[12] Unión Argentina de la IASD, Llamado urgente al reavivamiento, la reforma, el discipulado y la evangelización

(Florida, Buenos Aires: ACES, 2011), p. 12. La cursiva fue agregada.

[13] Elena de White, El ministerio de curación (Mountain View, California: Pacific Press, 1959), p. 102.

[14] Norman E. Thomas, “2010 Boston: The Changing Contours of World Mission and Christianity”, IBMR, v. 35, nº 1 (enero, 2011), pp. 10, 11.

[15] Wagner, Plantando iglesias para una mayor cosecha, p. 17.

[16] Daniel Rode, 5 de abril de 2012.

[17] Roberto Pinto y Daniel Rode. Entrevista a líderes de la Unión del Este de Brasil y de la Facultad de Teología de Bahía, 16 al 19 de julio de 2009.

[18] Cristhian Álvarez Zaldúa, “La plantación de iglesias en territorios no alcanzados: Un axioma para el cumplimiento de la misión en la DSA”, Teologia e Metodologia da Missao, pp. 523-538.

[19] Ibíd., pp. 523, 537.

[20] “Informe especial, plantando iglesias”, Revista Adventista (febrero de 2012), pp. 22, 23.

Christian Álvarez Zaldúa, “Informe a la Iglesia de la UAP”, 4 de febrero de 2012.

[21] Álvarez Zaldúa, La plantación de iglesias en territorios no alcanzados, p. 523. Los porcentajes fueron agregados.

[22] Alejandro Bullón. Entrevista personal, mayo de 1996.

[23] Objetivo de Misión Global del quinquenio 2010-2015.

[24] La cursiva fue agregada en la paráfrasis del autor.