Los Seminarios del Apocalipsis ya se han convertido en un instrumento eficaz de la estrategia evangelizadora de la Iglesia. En este artículo, el autor nos presenta cómo hacer para ganar más almas mediante estos seminarios.

Un instructor le decía a un soldado: “Un pelotón está formado por 30 hombres, los que a su vez están divididos en tres grupos de combate. Cada grupo de combate, de 10 hombres, tiene tres grupos de acción; cada uno de los cuales está formado por tres soldados, y a todos los comanda un sargento. Los tres primeros son tiradores; los otros tienen la responsabilidad de darles municiones. En caso de que haya una baja, el segundo tirador toma el lugar del primero…”; y así continuaba con la cátedra que dictaba en el cuartel. Moisés también tenía grupos de 1.000, de 100 y de 10 hombres. Jesús tenía doce discípulos, y un grupo íntimo de tres. Las cátedras en las universidades se dictan mediante grupos pequeños, dirigidos por jefes de trabajos prácticos. Mediante la Escuela Sabática, la iglesia está dividida en clases para estudiar la Biblia y para realizar la acción misionera. Este es el plan de Dios. Elena de White dice: “La formación de grupos pequeños como base del esfuerzo cristiano, me fue presentada por Uno que no puede errar” (Servicio cristiano, pág. 72).

Esta es la estrategia de la iglesia en 1988 para conquistar con el Seminario Revelaciones del Apocalipsis los reductos de Satanás. En ese año tendremos alrededor de 55.000 clases de Escuela Sabática en el territorio de la División Sudamericana. ¿Se imagina si cada clase se transforma en una unidad evangelizadora y realizase, al menos, un seminario por año? ¿Pensó si cada seminario rindiera un número de tres conversos? ¿Ya hizo la cuenta de cuántas personas se convertirían en su distrito? En la División habría 165.000 personas ganadas para la verdad. Mucho más de las 74.538 que hemos ganado en 1986; como ve, es simple, no hay secretos ni teorías complicadas o fórmulas abstractas.

A continuación le proponemos algunos pasos para que organice unidades evangelizadoras eficientes en su iglesia:

a. Reúna la comisión de la Escuela Sabática, la comisión de Actividad Misionera y al secretario de iglesia; además, invite a esta reunión a algunos miembros que conozcan bien a los feligreses de su iglesia.

b. Para esa reunión, tenga un mapa de la ciudad en el que su iglesia esté claramente señalada. Además divida el mapa en los diferentes barrios que conforman su distrito eclesiástico.

c. Tenga a mano una lista completa de los miembros de iglesia y de Escuela Sabática, y algunas hojas de papel para realizar anotaciones.

d. Comience con el primer nombre de la lista. La secretaria leerá el nombre del miembro de iglesia, otros localizarán en el mapa el lugar dónde vive, y a continuación se anotará el nombre en la hoja correspondiente al barrio donde se domicilia. Tenga una hoja para cada barrio.

e. Al llegar al fin de la lista, habrá hojas que contengan muchos nombres y otras pocos. Distribuya estos nombres en clases de diez a doce personas, agrupándolos por vecindad.

f. Elija maestros y suplentes para cada una de las clases, y escriba los nombres en las tarjetas de Escuela Sabática.

g. Reúna a los maestros y entrénelos en el arte de enseñar y dirigir a los miembros de la clase para el trabajo misionero. Enséñeles, por precepto y ejemplo, cómo realizar seminarios de Apocalipsis con los alumnos de sus clases.

h. Provea materiales de seminarios de Apocalipsis a todos los maestros e inspírelos a realizar por lo menos un seminario por año.

i. Mantenga vivo el entusiasmo, visitando a los maestros de las Escuelas Sabáticas, predicando sermones del Apocalipsis y distribuyendo abundante material acerca de este tema.

j. Enseñe a los miembros cómo llevar personas al bautismo.

k. Visite a los candidatos al bautismo, bautice a los que estén preparados, y en público dele el crédito al hermano que ganó a alguien para Cristo.

Hay iglesias y pastores que reconocen la validez del principio de los pequeños grupos para la acción misionera, pero que afrontan algunos obstáculos para organizar las unidades evangelizadoras. Para estos casos, sugerimos esta otra fórmula:

a. Entre los miembros de su iglesia, elija a personas que tengan capacidad de liderazgo.

b. Presénteles el plan de seminarios del Apocalipsis y muéstreles cómo funciona.

c. Dígales, después de mucha oración, que fueron escogidos para dirigir un seminario, y hágales un llamamiento para que respondan a este compromiso.

d. Entrénelos bien, por precepto y por ejemplo

 e. Pídales que cada uno de ellos escoja tres miembros de la iglesia para que lo ayuden como auxiliares en los seminarios.

f. Deles abundante material, inspiración espiritual y programe con ellos el lugar y la fecha de iniciación del seminario.

g. Visite continuamente a los líderes de cada grupo, anímelos, cuénteles sus propias experiencias y anuncie a la iglesia los resultados del trabajo misionero.

h. Enseñe a los líderes a lograr decisiones de las personas interesadas.

i. Repita el ciclo.

Por primera vez, durante 1986 se utilizaron los seminarios de Apocalipsis como instrumentos evangelizadores. Durante 1987, los resultados fueron altamente positivos; por eso, creemos que mediante las unidades evangelizadoras, o grupos de acción, el método que estamos proponiendo para 1988 redundará en muchas almas para el Señor.

Por último, quiero darle un consejo. Un gran consejo, que tendrá que ver con su éxito como pastor. Presento este  plan a los miembros de su iglesia. Ellos están ansiosos de que en su iglesia y en el mundo ocurra alguna cosa, a fin de ver pronto a Jesús volviendo en las nubes de los cielos.

Sobre el autor: Henrique Berg es el director de Ministerios de la Iglesia de la División Sudamericana.