Antes de hablar de Dios a los hombres, el evangelista necesita hablar con Dios acerca de los hombres

Durante la década de 1960, algunas asociaciones y misiones instituyeron el “Club de los 100”, del cual formaban parte los pastores que durante un año conseguían llevar al bautismo, junto con sus iglesias, a un mínimo de cien personas. Era un honor formar parte de ese club. Durante un buen tiempo, ése fue el objetivo acariciado por muchos pastores. En la década siguiente apareció el club de los “centuriones”, con el mismo objetivo.

Los tiempos han cambiado. Con el énfasis moderno en el tema del crecimiento de la iglesia y sus respectivas técnicas, ya hay pastores, en algunos lugares de la División Sudamericana, que dirigen campañas evangelizadoras que dan como resultado mil bautismos anuales. Otro factor que contribuye a ese avance es lo que se podría llamar la “descentralización evangélica que implica una cantidad de opciones para el cumplimiento de la misión. Si en lo pasado todo giraba en tomo del pastor o del evangelista, que resplandecía como una estrella solitaria llevando a cabo sus campañas, ahora existen varios métodos que se adaptan a las diversas regiones y circunstancias. Además de integrar en la iglesia a gran cantidad de conversos, esos métodos facilitan un mayor desarrollo de los miembros de iglesia en el cumplimiento de la misión.

Pero esas nuevas opciones para la obra misionera no descartan la evangelización pública; ésta continúa siendo un excelente método de predicación para grandes auditorios. Siempre habrá situaciones, circunstancias y ocasiones en las que será necesario llevarla a cabo, con significativos resultados. Muchos siervos de Dios, que se dedican exclusivamente a esta tarea, todavía tienen mucho que compartir acerca de sus experiencias, para motivar e inspirar a otros a cumplir el encargo de la evangelización.

Uno de esos hombres es el pastor Luis Gonçalves da Silva, nacido hace 35 años en Martinópolis, Sao Paulo, Rep. del Brasil. Cuando concluyó sus estudios secundarios, hizo cursos de extensión en Teología, patrocinados por la División Sudamericana, y de Psicología Cristiana, en la Universidad Adventista de Sao Paulo, además de un curso de Comunicación Social. Actualmente, como pastor ordenado, completa sus estudios teológicos en el Seminario Adventista Latinoamericano de Teología en Ingeniero Coelho, Sao Paulo, Rep. del Brasil.

El pastor Gonçalves trabaja hace 16 años como evangelista. Ya sirvió en las asociaciones Paulista del Este, del Sur y en la Paulistana, y actualmente coordina las tareas de evangelización en la Asociación Paulista Central. Está casado con Elkeane Moreira Aragáo Silva, y tiene dos hijas: Kelainie (nueve años) y Kelsie (seis años). Desde su oficina en la Asociación, habló con el Ministerio acerca de su experiencia en la evangelización. A continuación publicamos los principales tramos de esa entrevista.

Ministerio: Hay quienes dicen que el evangelista nace como tal; otros que se hace. ¿Cuál es su opinión el respecto?

Pastor Gonçalves: Creo que las dos opiniones pueden ser correctas. Hay quienes nacen con el don de la evangelización, y en ese caso son privilegiados. Pero también creo que es posible adquirir ese don. En la historia bíblica y de la iglesia cristiana tenemos casos de hombres que, al ser llamados por Dios, manifestaron su total nulidad, pero que el Señor los transformó en mensajeros poderosísimos.

Ministerio: ¿Cuál fue su caso? ¿En qué circunstancias sintió el llamado de Dios para ser evangelista?

Pastor Gonçalves: Creo que Dios me dio ese don antes de nacer, aunque durante mucho tiempo yo no estaba al tanto de eso. Es decir, no cono- da la verdad. Nací en un hogar católico, y desde los 13 años y hasta los 18 fui dirigente en la congregación que frecuentaba. Llegué a ser sacristán y enseñaba el catecismo. Entonces, Dios me convirtió en la ciudad de Sorocaba, Sao Paulo, y fui bautizado por el pastor Alcides Campolongo. En la misma semana de mi bautismo me invitó a ser instructor bíblico. Y, al trabajar en las campañas evangélicas, sentí el llamado divino y lo acepté.

Ministerio: ¿Cuáles son las cualidades que usted destacaría en un evangelista de éxito?

Pastor Gonçalves: El evangelista tiene que ser un hombre de mucha oración y profunda comunión con el Señor; antes de hablar de Dios a los hombres, necesita hablar con Dios acerca de los hombres. El evangelista tiene que ser sencillo como paloma y prudente como serpiente, como dijo Jesucristo. Con esto quiero decir que no se puede quedar sobre un pedestal, donde la gente más sencilla no lo pueda alcanzar ni tocar. El evangelista necesita mezclarse con la gente, y ésta le tiene que gustar. Sólo así la podrá evangelizar. También creo que debe hablar el idioma de la gente. En verdad, el evangelista debe equilibrar un estilo erudito, en el sentido de que debe tener una cultura general y, especialmente, conocer la Palabra de Dios y saber exponerla en un estilo popular, es decir, debe transmitir sus conocimientos de manera que la gente entienda su discurso. Jesús era popular. No se debe confundir el estilo popular de un evangelista con el histrionismo del predicador artista, del showman. El evangelista debe ser, por sobre todo, un cristiano, un pastor.

Ministerio: Pareciera que ya no surgen nuevos evangelistas, como en el pasado. ¿Percibe usted lo mismo?

Pastor Gonçalves: Hay quienes dicen que los evangelistas son una especie en extinción, pero yo no lo creo. Tal vez sea necesario hacer algo para formar evangelistas o despertar a los que tienen el don. Pero hay evangelistas. También es verdad que hay, lamentablemente, quienes tienen prejuicios en cuanto a la evangelización. Se ha formado una idea equivocada, y para muchos la evangelización pública lleva al bautismo a gente que no está bien preparada, sólo para alcanzar blancos, con lo que se fomenta la apostasía. En primer lugar, debo recordar que la apostasía es un problema de larga data y, tal vez, tengamos que convivir con él, hagamos evangelización pública o no. La primera apostasía se produjo en el cielo. Dios era el “evangelista” de los ángeles. ¿Habrá fallado? ¿No los habrá instruido en forma completa y correcta? ¿Por qué apostató la tercera parte de los ángeles? Esos ángeles se convirtieron en demonios y enemigos de Dios. Pero el Señor no tuvo la culpa. Hay que hacer una revolución en la iglesia, a fin de que todos participen en la evangelización, aclarando que no se trata sólo de un acontecimiento, sino de un proceso, de un estilo de vida.

Ministerio: Usted comenzó sus actividades como evangelista en Aparecida del Norte, Sao Paulo, un lugar desafiante por ser el centro del catolicismo brasileño. ¿Qué recuerdos tiene de ese trabajo?

Pastor Gonçalves: Realmente, el trabajo en Aparecida del Norte fue el desafío más grande que Dios me lanzó en su misericordia. Iniciamos la tarea conjuntamente con la Asociación Paulista del Este y con el Hno. Paulo Sergio Vaz, un empresario adventista de Sao Paulo. Fue en 1992. Aparecida tiene 36 mil habitantes y es el segundo Vaticano del mundo, con dos grandes basílicas y muchas iglesias diseminadas por todo el municipio. Comenzamos en un garage, en la casa de un ex adventista, y no había un solo adventista en la ciudad. Después, alquilamos un salón donde funcionaba una fábrica de imágenes religiosas. La dueña del salón (ex directora del círculo de oración de la Iglesia Católica) tuvo un altercado con el obispo y, enojada, resolvió alquilar el local a una Iglesia Evangélica. Tuvimos muchos problemas. Dos veces me atacaron a golpes de puño y puntapiés. En otra oportunidad tuve que comparecer ante un grupo de pastores evangélicos, pues estaban perdiendo muchos miembros, que se unían a nuestra iglesia. Pero Dios hizo muchos milagros: quedamos amigos con esos pastores, un centro umbanda se cerró y la sacerdotisa se bautizó junto con sus familiares. El 26 de septiembre de 1992 tuvimos una fiesta inolvidable: el primer gran bautismo, de 119 personas, en la ciudad más católica del Brasil. Hoy, tenemos ahí una iglesia de 120 miembros activos.

Ministerio: ¿Recuerda algunas otras experiencias notables de este trabajo?

Pastor Gonçalves: Bautizamos a la empleada del sacerdote. Un muchacho que planeaba atacarme fue alcanzado por el poder de Dios, se convirtió y hoy es instructor bíblico en nuestro equipo. Gasté todo mi sueldo comprando tablas, con el fin de construir bancos para la ex fábrica de imágenes religiosas. Días después, se terminó el alimento en mi casa y nos quedamos sin nada que comer. Oré a Dios y le dije: “Señor, tengo hambre y no quiero pedir comida a los interesados en el mensaje. Hablo con ellos de un Dios poderoso que resuelve los problemas de la gente, y ahora yo estoy pasando por necesidades; tienes que hacer un milagro”. Todavía estaba arrodillado, cuando el hermano Elias Silva, de la Iglesia de Guaratinguetá, llamó a la puerta. Lo fui a atender, y me dijo: “Estoy enterado de la obra que está haciendo, y quiero ayudar a quien necesite alimentos. ¿Sabe usted de alguien que esté en esa situación?” Sin vacilar, le respondí: “Yo mismo” Emocionado, continuó diciendo: “Estaba desanimado, pero ahora veo que Dios me usó para ayudarlo. Mi familia y yo nos vamos a unir a su obra” Su hija, profesora de Música, se encargó de ese aspecto de las reuniones. Un joven interesado se bautizó, se casó con ella, hoy es pastor, y ambos sirven en la Asociación Paulista del Sur.

Ministerio: La permanencia de un evangelista en su función siempre estuvo relacionada con resultados numéricos, importantes e inmediatos. ¿Cómo le va a usted en este sentido?

Pastor Gonçalves: El resultado de una campaña evangélica es natural cuando el evangelista se consagra a Dios y planifica con coherencia. Los blancos de los hombres ni siquiera se acercan a lo que Dios quiere hacer en nosotros, con nosotros y por nosotros. Los blancos sólo les molestan a los que se limitan a ellos. Los blancos de Dios son más amplios y profundos de lo que nos podemos imaginar; implican gente verdaderamente salvada para su reino. Si tiene esa perspectiva en mente, el evangelista no se va a limitar a correr detrás de los números. Hará la obra de la mejor manera posible, confiará plenamente en el Señor y dejará con él los resultados. Por supuesto, todo tiene que estar bien planificado. Si usted falla en la planificación, estará planificando para fallar. Trabajo con un excelente equipo de instructores bíblicos, y trato de conseguir la participación de la iglesia y del pastor.

Ministerio: ¿Cuáles son las dificultades más grandes que ha encontrado usted en su tarea como evangelista?

Pastor Gonçalves: Hay dos dificultades: una es interna y la otra externa. La interna es la falta de información: si no hay información, faltará el apoyo y Ja participación de los miembros de la iglesia. Cuando el pastor del distrito y la iglesia apoyan la evangelización, Dios hace el milagro de las conversiones. La dificultad externa es que muchos evangélicos han sido instruidos por sus pastores para que no estudien la Biblia con los adventistas. Creen que ya están salvos y entienden que no necesitan un estudio doctrinal más profundo. Es un gran problema, porque Dios mismo dice: “Mi pueblo será destruido por falta de conocimiento”

Ministerio: ¿Por qué enfatiza usted los temas proféticos en sus campañas? ¿No sería mejor comenzar con temas más “livianos”?

Pastor Gonçalves: “El Apocalipsis es la respuesta” es una serie de conferencias proféticas basadas en Daniel y Apocalipsis. En esa serie se presentan las 27 doctrinas de la Biblia según las entienden los adventistas. No fui yo quien escogió ese modelo, sino la conducción divina. Es una obra maravillosa y que influye positivamente sobre los que concurren a nuestras reuniones. Es necesario ver la reacción de la gente para entender lo que estoy queriendo decir. Dan la impresión de tener sed de la verdad sin rodeos; y se satisfacen plenamente cuando la oyen. Pero siempre habrá personas negativas, que se convertirán en enemigas de la verdad. Eso no debe desanimarnos; por el contrario, la gente en general no quiere que se la engañe. Creo que perdemos el tiempo cuando damos vueltas en tomo de la verdad sin presentarla tal como es. Usted puede y debe decirle la verdad a quienquiera que sea, siempre que lo haga con sabiduría, tacto y amor. Basta con seguir el consejo de Pablo: “Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme, porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio! Por lo cual, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la comisión me ha sido encomendada. ¿Cuál es, pues, mi galardón? Que predicando el evangelio, presente gratuitamente el evangelio de Cristo, para no abusar de mi derecho en el evangelio. Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos, para ganar a mayor número. Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no estoy sujeto a la ley), como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley; a los que están sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley. Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos de me hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos (1 Cor. 9:16-22).

Ministerio: ¿Cuáles han sido los resultados al evangelizar de esta manera?

Pastor Gonçalves: Muchas iglesias se han reavivado, y quince mil personas se bautizaron. Los jóvenes se despiertan a la evangelización, ya que nuestro equipo está conformado por jóvenes. Ya se fundaron muchas congregaciones donde no había un solo adventista. Grabamos todo en VHS, y hoy tenemos, aproximadamente, seiscientas conferencias diseminadas por todo el Brasil y en cerca de quince países. Dios dice, en su Palabra, que cuando no hay profecía el pueblo se desenfrena (o se disipa) (Prov. 29:18).

Ministerio: ¿Cuál es el índice de permanencia en la iglesia de las personas bautizadas en sus campañas?

Pastor Gonçalves: Hay un promedio de abandono que va del 10 al 15%. Entre el 85 y el 90% permanece firmes en la fe, gracias a Dios, conservar a los nuevos creyentes creamos el proyecto “Adopte un hermano”, según el cual toda persona bautizada pasa a ser adoptada espiritualmente por un hermano de experiencia. Eso alivia al trabajo del pastor y los ancianos, además de incluir a otras personas en el programa de evangelización. A este proyecto le añadimos el plan “Biblias abiertas y pies mojados”, de la Asociación Paulista Central, que promueve la comunión con Dios y la participación misionera.

Ministerio: ¿Cómo le fue en la Asociación Paulista del Sur?

Pastor Gonçalves: Estuvimos en la Asociación Paulista del Sur desde el segundo semestre de 1997 hasta diciembre del año 2002. De entre los veinte lugares en los que tuvimos campañas de evangelización, están las iglesias del Instituto Adventista de Encino, Alborada, Capeo Redondo, Campo de Forma, Intervalos y Mar Paulista. En todo ese período bautizamos, aproximadamente, cinco mil personas.

Ministerio: Y ahora, recién llegado a la Asociación Paulista Central, ¿cuáles son sus proyectos?

Pastor Gonçalves: La Asociación Paulista Central tiene en marcha un proyecto denominado “Comunión y Acción”, que anima a los hermanos a orar tres veces por día en horarios determinados, y a estudiar, por lo menos, un capítulo de la Biblia por día en familia. Cada adventista también debe llevar a Cristo, por lo menos a una persona por año. Se pidieron diez mil Biblias para evangelizar a diez mil personas. En este contexto, entrenamos a los hermanos con voluntarios y pastores. Se intenta animar a los hermanos a hacer de la evangelización un estilo de vida. Cada pastor deberá dirigir una campaña de evangelización. También necesitamos crecer en la fundación de iglesias en los lugares donde no hay presencia adventista, y aumentar el número de ellas en las grandes ciudades de nuestro campo, tales como Campiñas, Sorocaba, Jundial, Limeira, Piracicaba y otras.

Ministerio: ¿Qué lecciones de su experiencia le gustaría compartir con los lectores?

Pastor Gonçalves: Aprendí que en la obra de evangelización necesitamos orar mucho, planificar bien el trabajo y llevarlo a cabo con dedicación. Nada sustituye las visitas en los hogares, donde realmente conseguimos las grandes decisiones en favor de Cristo. Es necesario que el evangelista se mezcle con la gente, se haga amigo de ella, gane su confianza, le demuestre simpatía, y entonces presente el mensaje. Ése fue el método de Jesús y, si lo ponemos en práctica, los resultados serán maravillosos. Aprendí también que la gente está sedienta de la verdad. Entonces, debemos presentarla con amor, invitando a la gente a seguirla. Nunca debemos dejar de hacer llamados.

Sobre los autores: Zinaldo A. Santos es Director de la revista Ministerio, edición brasileña, y Luis  Gonçalves da Silva es Evangelista de la Asociación Paulista Central, Rep. del Brasil.