Si la esposa de un pastor lo acompaña en O sus viajes, no debiera hacerlo por conveniencia personal, para pasear y ser servida, sino para trabajar con él. Debiera tener sus intereses unidos a los de él para hacer el bien” (Testimonies, tomo 1, pág. 452).

 Si la esposa del pastor puede asistir con él a las reuniones de obreros, es bueno que lo haga. Allí encontrará la inspiración que la ayudará en su obra como compañera del pastor. Necesita que su corazón sea rehenchido con el amor de Dios. Ella también necesita dedicar de nuevo su vida a la obra de la cual su esposo .es responsable.

 Aun los mejores ministros a veces necesitan que se los anime. ¿Cómo podría una esposa prepararse mejor para animar a su esposo, a no ser asistiendo a las reuniones que se planean para los obreros y sus esposas? Con seguridad que en la iglesia encontrará quien cuide a sus hijos mientras ella está ausente.

 La esposa del pastor siempre debe estar dispuesta a ayudar en las actividades de la iglesia. Puede lograr mucho animando a los directores de la división infantil a realizar buenos programas. Puede colaborar en las actividades del Club de Conquistadores. Crea un buen espíritu en la iglesia si la esposa del ministro está dispuesta a hacer su parte en las tareas de la misma. Puede ayudar en algún programa de limpieza general de la iglesia, en la Sociedad Dorcas, o en cualquier otro proyecto. Mientras asiste a estas sesiones de trabajo, la esposa del pastor puede ejercer una influencia moderadora si la conversación se hace descomedida o si se chismea. Cada ocasión puede ser una oportunidad para relacionarse mejor con algunos miembros de la iglesia que pueden necesitar palabras de ánimo o dirección a causa de ciertos problemas.

 La familia del ministro puede hacer que sus visitas a las iglesias del distrito dejen un saldo de interés y de placer. Demasiado a menudo el pastor visita solo los grupos más reducidos, y los miembros no conocen a su esposa e hijos. Sin embargo, si el pastor llevara a su familia en todas sus salidas, podría producirles contratiempos a sus hijos y pérdida a la escuela sabática donde son miembros. De manera que los padres debieran hacer un programa de visitas periódicas con sus hijos a otras iglesias. Deben tenerse en cuenta su bienestar, especialmente si son muy jóvenes, y los intereses de los miembros de la iglesia.

 Muchos miembros fieles no pueden asistir a la iglesia debido a su enfermedad o invalidez, y cuando reciben la visita del pastor con su familia, se llenan de gozo y obtienen beneficio de ella. Además, los niños, al ver a esos infortunados, pueden comprender mejor el sufrimiento humano.

Se necesita amor, tacto, y oración

Ocasionalmente encontramos unas pocas personas que no están en buenos términos con el pastor y su familia. No importa cuán bondadosa y pacientemente se los trate, permanecen inamistosos. La esposa del pastor puede desempeñar un papel importante en la tarea de quitar las sospechas y la mala voluntad. Algunas veces una invitación al hogar para participar en una comida con la familia ganará al reacio. Una buena comida y una atmósfera amistosa subyugan más de un corazón endurecido. Y si este acto de bondad puede realizarse de corazón, puede llegar a ser una verdadera gracia ministerial.

 “Con mansedumbre y humildad, aunque con noble confianza en sí misma, debe ejercer una influencia dominante sobre las mentes de quienes la rodean… Esto es lo que la gente espera de ella, y con derecho. La esposa del predicador puede hacer mucho bien si quiere. Si posee el espíritu de renunciamiento, y siente amor por las almas, puede hacer a su lado casi tanto bien como él” (Obreros Evangélicos, págs. 212, 213).

 Algunas veces las hermanas de la iglesia vacilan en adoptar decisiones respecto de algunos de sus problemas. Es conveniente que la esposa del pastor las guíe para que realicen las decisiones debidas. Por esto es importante que su corazón esté lleno de amor por las almas de aquellos a quienes Dios ha confiado al cuidado de su esposo, y en cuyo bienestar ella tiene un genuino interés. La juventud también necesita su amor y atención. Sin embargo, cuando trata estos problemas de la iglesia debe hacerlo con gran discreción y con el consejo de su esposo.

 La esposa del pastor debe ser conservadora en su manera de vestir. Cuando el pastor, estudia con miembros en perspectiva y les pide que descarten sus joyas, y aun un insignificante anillo de oro, conviene que su esposa no lleve relucientes botones y brillantes prendedores, y así posiblemente resulte un estorbo para que acepten el mensaje. Debiera ser modesta en su manera de vestir.

 La Sociedad Dorcas constituye un buen campo de actividades para la esposa del pastor. Si el grupo local no es muy activo, puede, con unas cuantas sugerencias acertadas, despertar su entusiasmo. Puede animar a las señoras a ayudar a alimentar y vestir a los pobres, y también a emprender proyectos especiales, tales como ayudar financieramente a los jóvenes que cursan estudios secundarios y superiores en los colegios adventistas. También puede estimular a la iglesia para que ayude a los jóvenes que no pueden asistir a los campamentos MV. Muchas de las hermanas de la iglesia nunca han estado en nuestras escuelas o campamentos, y no comprenden la importancia de que los jóvenes asistan a ellos. Algunas palabras de la esposa del pastor pueden ayudarles a comprender su responsabilidad.

 Por encima de todo, la esposa necesita pasar más tiempo sobre sus rodillas, orando que el Señor le dé a su esposo muchas almas como fruto de su trabajo, y también sabiduría y tacto para saber qué hacer y decir cuando surgen problemas especiales.

 Algunas mujeres jóvenes ocasionalmente se sienten oprimidas y abrumadas por el peso de la responsabilidad que implica el privilegio de ser la esposa de un pastor. Esto no debiera ocurrir, porque la esposa del ministro puede tener una vida rica y plena si aprovecha al máximo sus oportunidades, y si descubre el gozo de la obra que comparte con su esposo. Además, la victoria debió ganarse cuando se casó y prometió a su compañero y joven ministro ser una ayuda en su santa profesión. Ninguna cosa es tan perjudicial para su éxito como una esposa infeliz y quejosa. Siempre debería estar gozosa y procurar aliviar las cargas de su esposo en su ministerio por el rebaño. También debería ser una torre de fortaleza para otros menos capaces de hacer frente a los ataques de Satanás. Esto es posible cuando se mantiene junto al gran Pastor, en oración y consagración diarias.

 Sí, es un maravilloso privilegio ser la esposa de un pastor.

Sobre el autor: Esposa de un pastor de la Asociación de Illinois