En su sabiduría Dios ha instruido a su iglesia a crear múltiples “agencias” para llevar al hombre el mensaje salvador del Evangelio.
Algunos denuncian la excesiva separación en departamentos de las actividades de la iglesia, pero todavía vemos que es sabio este plan de utilizar métodos y formas diversos en la predicación del mensaje, pues alguien que no será alcanzado de un modo, lo podrá ser de otro.
A medida que crece cuantitativamente, para crecer cualitativamente la iglesia necesita un fortalecimiento de la maquinaria de la organización para poder seguir en movimiento y poder desenvolverse equilibradamente.
Así como en un ejército las actividades de los batallones de infantería son secundados por las tropas de apoyo, ocupación y abastecimiento, así también en la iglesia los hombres de la línea del frente necesitan del apoyo de los departamentos para que se consolide la victoria y se avance en otras direcciones.
Por eso damos gracias a Dios por los compañeros de batalla que actúan en los departamentos. Debemos a ellos gran parte de nuestras conquistas.
Existen sustancias químicas que reaccionan en presencia de otras; en tanto que algunas más sólo reaccionan en presencia de un tercer elemento: el “catalizador”.
En la iglesia hay buenos planes y hay hombres. El departamental elabora los planes y entusiasma a los hombres para que los ejecuten. Ellos son quienes aceitan” la “máquina”, son los que provocan y estimulan a la acción. Nosotros tenemos de ellos una elevada opinión y esperamos mucho de ellos.
Un pastor de distrito espera de ellos:
Ideas, métodos y modos de realizar el trabajo en forma más productiva.
Esperamos que no nos digan solamente lo que debe hacerse, sino también cómo hacerlo.
Esperamos de ellos planes probados en la práctica, realizables, que funcionen y se adapten a las condiciones locales.
Esperamos que vengan al distrito con un programa definido; sabiendo lo que van a hacer, qué aspecto deberán destacar lleven a algún lugar.
Esperamos que su programación sea consistente, que abarque las horas del viernes de noche, de la mañana del sábado, de la tarde del domingo, pues sólo así podrá:
1. Hacer una evaluación de las actividades de su sector y obtener con seguridad el conocimiento de causa.
2. Tener tiempo para ofrecerse para visitar con el pastor del distrito a alguna persona especial.
3. Familiarizarse con los problemas del compañero, orar con él y por él y ayudarlo fortaleciéndolo para el trabajo, pues muchas veces el pastor de distrito es “una oveja sin pastor”.
Esperamos que traigan sugerencias y ayuda para la selección de material como: folletos, letreros, esquemas, grabados, equipo, etc.
Esperamos que sean francos con relación a las deficiencias de su departamento. Que sugieran qué hacer y cómo mejorar, evitando llevar esto a conocimiento de terceros. Que sean como “aquel que quitó la piedra del camino” y no como el que viene con “noticias ruines”.
Esperamos que, siempre que sea posible, comuniquen con anticipación su itinerario, y lo cumplan.
Esperamos que se comuniquen por escrito, pero que el asunto sea resumido para evitar el papeleo y la multiplicación de “circulares” (un compañero me dijo confidencialmente que son tantas que no se siente animado para leerlas y las archiva en la parte trasera de su automóvil).
Esperamos que actúe en el distrito por medio del pastor local; éste es el intermediario entre la asociación y la iglesia. Así participará con mayor entusiasmo de los proyectos.
Esperamos que la programación sea combinada y que esté en armonía con los planes que tenemos para el distrito; así éstos se podrán adaptar mejor a las condiciones locales que son más conocidas por el pastor y para que éste dé un poco de sí y participe con alegría.
Esperamos que comprenda que a pesar de nuestra simpatía y deseo de colaborar con su departamento, contamos con otros proyectos que también creemos tienen prioridad para ser llevados a cabo en otros sectores. No nos será posible dedicar todo el tiempo a “su” departamento, pues hay otros que también esperan que los promovamos.
Esperamos que los colegas departamentales coordinen al comienzo del año sus actividades para todo el campo a fin de evitar la superposición de programas.
Esperamos que venga a animar, fomentar, estimular, inspirar, encender nuestras iglesias.
Un pastor de distrito espera mucho de un departamental, por eso esté seguro de nuestra simpatía y aprecio. Aquí está nuestra mano para unirla a la suya a fin de que juntos edifiquemos los muros de Sion.
Sobre el autor: Pastor en la Unión Este Brasileña