Introducción

  1. “La religión pura… es ésta: visitar” (Sant. 1:27).
  2. Parábola de la oveja perdida: “¿No deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar a la que se había descarriado?” (Mat. 18:12).
  3. “Nuestro Salvador iba de casa en casa, sanando a los enfermos, consolando a los que lloraban, calmando a los afligidos, hablando palabras de paz a los desconsolados” (Obreros Evangélicos, pág. 196).
  4. “Estoy limpio de la sangre de todos; porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios”. “Nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas” (Hech. 20:26, 27, 20).
  5. “Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa” (Luc. 14:23).
  6. “Cuando un predicador presentó el mensaje evangélico desde el púlpito, su obra no hizo más que empezar. Le queda una obra personal que hacer. Debe visitar a la gente en sus hogares, hablando y orando con ella, con fervor y humildad” (Id., pág. 195).
  7. “A mis hermanos en el ministerio, quiero decir: allegaos a la gente dondequiera que se halle, por medio de la obra personal. Relacionaos con ella. Esta obra no puede verificarse por apoderado” (Id., pág. 196).
  8. “Los que trabajan para Dios tan sólo han comenzado la obra cuando han dado un discurso desde el púlpito. Después de esto viene la verdadera labor, la visitación de casa en casa, conversando con los miembros o familias, orando con ellos y simpatizando con aquellos a quienes queremos beneficiar” (Testimonies, tomo 3, pág. 558).
  9. “Muchos predicadores temen la tarea de hacer visitas; no han cultivado las cualidades esenciales ni adquirido la amabilidad que conquista corazones. Los que se retraen de entre la gente no se hallan en condiciones de ayudarla” (Obreros Evangélicos, pág. 353).
  1. Clases de visitas que debe hacer el ministro.
  2. Visitas a los enfermos.
    1. En el hospital.
      1. Visitas de rutina, especialmente antes de una operación.
      1. Sea breve —permanezca sólo pocos minutos.
      1. Evite hablar de la enfermedad del paciente. (Obtenga la información deseada de algún miembro de la familia o del médico).
      1. Sea alegre, pero sin perder la seriedad.
      1. Hable de cosas agradables. Inspire ánimo y esperanza.
      1. Ore antes de retirarse. Sea específico y breve. (Recuerde al compañero de habitación del enfermo si es que hay alguno).
  3. Visitas a los enfermos en el hogar.
  4. Los ancianos y los que no pueden abandonar la casa (una visita ocasional los animará).
  5. A la llegada de un bebé (es una buena oportunidad para hacer una visita espiritual).
  6. La gente con resfríos o gripe o enfermedades leves no espera recibir una visita pastoral a menos que se presenten complicaciones.
  7. Visitas a los enfermos del alma.
  8. Miembros débiles. (Cualquiera que no asiste a la escuela sabática o a los servicios de la iglesia está débil).
  9. Los apóstatas. Después de visitarlos durante la semana, no deje de hacer un llamado en el servicio del sábado pidiendo una entrega completa a Cristo. “En toda congregación hay almas que vacilan, casi decididas a entregarse completamente a Dios” (Id., pág. 157).
  10. Visitas generales a los miembros.
  11. Evite los contactos sociales demasiado íntimos.
  12. Recuerde siempre su responsabilidad sagrada como dirigente espiritual cada vez que visita un hogar.
  13. No eche a perder su influencia en una parte de su iglesia dedicando su amistad solamente a un grupo.
  14. Haga que cada visita sea espiritual.
  15. Manifieste mucho ánimo y alegría, pero no sea liviano. El ministro no debe perder su tiempo contando chistes insulsos. Debe utilizar su ingenio para conducir a las familias a una experiencia cristiana más profunda. “Ni palabras deshonestas, ni necedades”, “ni aun se nombre entre vosotros” (Efe. 5 3, 4).
  16. Nunca abandone un hogar sin orar con la familia.
  17. No emplee todo su tiempo en visitar a los miembros de la iglesia. Dios tiene otras ovejas que deben ser llevadas al redil.
  18. Interesados en recibir estudios bíblicos.
  19. Visitas de la escuela sabática y la iglesia.
  20. Parientes de adventistas: algunos de ellos reciben nuestras publicaciones y han asistido a nuestras reuniones.
  21. Nuevos creyentes. Deles alimento más sólido, progresivamente. Estimúlelos para que trabajen en algún proyecto misionero.
  1. Dividiendo el tiempo de las visitas.
  2. No trate de ver cada mes a todos los miembros.
  3. Se corre el riesgo de atender a unos pocos miembros débiles mientras muchos otros están pereciendo espiritualmente por falta de cuidado.
  4. Véalos en la escuela sabática, en el sermón, en la reunión de oración, en la sociedad de jóvenes, etc.
  5. Ahorre mucho de su tiempo para dedicarlo a visitar a los interesados de las conferencias.
  6. Tenga siempre dos o tres estudios bíblicos regulares para atenderlos personalmente.
  7. Entonces podrá estimular a otros para que den estudios.
  8. Es bueno para la propia vida espiritual. Mantiene tibio el corazón.
  1.  Cómo pueden ayudar los miembros de iglesia en el programa de visitación
  2. Divida la lista de iglesia entre los ancianos. Escriba el nombre y la dirección de cada familia en pequeñas tarjetas. Distribuya los nombres geográficamente o en otra forma que facilite el trabajo a los ancianos. Cada anciano debe ser responsable personalmente de la atención espiritual de esas familias que le han sido asignadas.
  3. Estimule a los diáconos y a las diaconisas para que visiten todos los hogares de la iglesia por lo menos una vez en el año. Haga que cada visita sea espiritual.
  4. Equipos de la amistad.
  5. Los jóvenes o los de más edad pueden ir de dos en dos para visitar a todos los hogares de la zona de influencia de la iglesia: Una visita cálida y amistosa.
  6. Divida el territorio en secciones de aproximadamente cien hogares y asigne una sección a cada equipo cada año.
  7. Visitando a los nuevos miembros.

a) La primera semana después del bautismo o de su aceptación por carta de traslado.

  1. Envíe el nombre a un anciano de la iglesia.
  2. Si son varios los nombres, distribúyalos entre los ancianos.
  3. La segunda semana, envíe el nuevo nombre al departamento de escuela sabática.
  4.  En la tercera semana, envíe los mismos nombres al departamento de actividad misionera. Estimule a los nuevos miembros a iniciar alguna clase de actividad misionera.
  5. En la cuarta semana, envíe el mismo nombre o los nombres a los diáconos o diaconisas. Esta también debe constituir una visita espiritual.
  1. Visitas de oficina
  2. Cada iglesia debería tener una oficina limpia, bien ordenada.
  3. Establezca ciertas horas cuando los miembros pueden visitar al pastor en su oficina.
  4. No es recomendable tener esas visitas en el hogar del pastor.

            Finalmente, visite a la gente. No hay sustituto para las visitas personales.

Sobre el autor: Pastor de la Iglesia de Collegdale, Tennessee.