El predicador del Evangelio tiene a su cargo una obra polifacética. Uno de los aspectos de su trabajo contempla las visitas a los interesados. Las entrevistas están basadas, en muchos aspectos, sobre los mismos principios que la predicación, sólo que en vez de tratarse de un auditorio de muchas personas, se trata generalmente de una sola. El predicador que da énfasis a esta fase de su obra, cosechará mucho más que aquel que le presta poca o ninguna atención.

Durante las visitas pueden decirse muchas cosas que no deben decirse a una congregación. Cuando se predica a una sola persona, es posible acomodar las enseñanzas de manera mucho más adecuada que cuando se habla a un público numeroso. Resulta factible formular las preguntas y abordar los temas desde ciertos puntos de vista que no es posible tratar frente a un auditorio. El pastor puede llegar a conocer a una persona mucho mejor mediante el contacto personal que por el contacto público. La persona visitada, a su vez, puede llegar a conocer mejor al pastor en estas entrevistas privadas, que de verlo pasar por la calle o escucharlo cuando predica desde el púlpito. Hay un poder especial en estas visitas personales que no se obtiene de ninguna otra manera.

El Señor Jesús dió mucha importancia a las entrevistas personales. Los Evangelios enseñan que sus contactos personales fueron grandemente beneficiosos no sólo para las personas de ese tiempo, sino para toda la iglesia a través de los siglos. Fueron verdaderos ejemplos de evangelización. Tomemos el caso de Nicodemo. En esta entrevista personal, Nicodemo aprendió algunas verdades que hicieron una impresión profunda en su alma. Nicodemo quedó impresionado por la predicación pública del Señor, pero la misma fué coronada por la entrevista personal. En “El Deseado cíe Todas las Gentes,” pág. 147, leemos lo siguiente: “Nicodemo relató a Juan la historia de aquella entrevista, y la pluma de éste la registró para instrucción de millones de almas.” Esta entre vista y su influencia sobre el mundo cristiano no pueden ser avaluadas; grande ha sido su estímulo a través de las edades.

Otra ocasión en la cual Jesús obtuvo gran provecho de la entrevista personal, fué cuando habló con la mujer samaritana junto al pozo de Jacob. Sabemos que en aquella ocasión salieron a la luz verdades preciosas. Allí la mujer pudo hacer preguntas y observaciones que resultaron para ella una verdadera inspiración; además, recibió instrucciones que probablemente no hubiera recibido de un sermón público. En la pág. 162 de “El Deseado de Todas las Gentes,” encontramos la siguiente declaración:”Pero él razonó con ella con más fervor y elocuencia que con reyes, consejeros o pontífices. Las lecciones que le dió han sido repetidas hasta los confines más remotos de la tierra.” Vemos que la influencia de esta entrevista con la mujer samaritana ha alcanzado a seres humanos que viven en los lugares más alejados del mundo.

El predicador será muy sabio si utiliza con el máximo de provecho, este recurso. Para obtener el efecto buscado, habrá que prestar atención a dos o tres puntos. En primer lugar, se pensará en las personas a visitarse, en sus necesidades, en las posibles preguntas y en el objeto de la entrevista. En segundo lugar, es aconsejable que en todas las visitas, ya sea a personas interesadas en la verdad o a los hermanos, se lean algunos versículos de la Palabra de Dios. La gente queda muy impresionada con esta clase de lectura, porque tiene poder, y los versículos que se lean tendrán una fuerza especial que ayudará a las personas. También hay que dar cabida a la oración en estas entrevistas. Muchas veces se descuida la manera de orar. Es muy importante tener presente el motivo de la oración en cada caso. Mediante una visita bien hecha se puede conseguir mucho. En tercer lugar, hay que prestar atención a lo que se hará después de la entrevista. Hay que pensar en hacer otra visita en un momento oportuno. Además, es necesario pensar en lo que se hará durante esta segunda visita, como también repasar mentalmente lo acontecido en la primera, para ver si es posible mejorar la manera de realizar estas entrevistas, a fin de obtener resultados más satisfactorios.