Al ingresar en la etapa final del programa Cosecha 90, es hora de concentrar todos nuestros esfuerzos, energías, finanzas y otros recursos, para alcanzar la victoria. Ahora es el tiempo de incrementar al máximo nuestras actividades evangelizadoras. El pastor Neal C. Wilson nos dice: “Recordemos que aún no alcanzamos el objetivo final. Nos quedan seis trimestres para que podamos entonar un canto triunfal. Necesitamos estar unidos y acelerar nuestras actividades a fin de culminar exitosamente el programa Cosecha 90 para la próxima sesión del Congreso de la Asociación General”.
Si comparamos al programa Cosecha 90 con una carrera pedestre, alabamos a Dios porque todas las divisiones están corriendo bien. Al acercarnos a la meta, debemos poner todo de nuestra parte para dar el envión definitivo. En los eventos deportivos los corredores, a medida que se acercan al final de la carrera, hacen un tremendo esfuerzo. Concentran todas sus energías, aceleran su paso al máximo y desarrollan la mayor velocidad.
La Comisión Asesora del programa Cosecha 90, dirigida por el pastor Kenneth Mittleider, se reunió para bosquejar planes que conduzcan a una culminación triunfante del programa. Dicha comisión recomendó utilizar el eslogan “La victoria del programa Cosecha 90”, para la culminación de dicho plan y como una demostración de fe en que se alcanzará el triunfo gracias al poder de Dios y a la participación de toda la iglesia.
Una estrategia para 1989
La estrategia diseñada consiste en aumentar el número de actividades misionales y producir un esfuerzo ciclópeo de evangelización global con el objetivo de aumentar el número de bautismos.
Sería ideal que las divisiones, las uniones y los campos locales alcanzaran sus objetivos del plan en el año en curso; de este modo, los resultados obtenidos en 1990 se transformarían en una ganancia neta. Hasta el momento en que escribimos este artículo (septiembre de 1988), tres uniones y siete campos locales han alcanzado su objetivo del programa Cosecha 90. Todos debiéramos percibir cuán cerca está la culminación de Cosecha 90 a fin de movilizar a los administradores, los dirigentes de departamentos, los pastores, y los miembros de iglesia para que puedan participar en la emocionante fase definitiva. También sería bueno utilizar diversos métodos para que los miles de interesados cristalicen su decisión de ser bautizados.
Una campaña evangelizadora mundial
Para el último año de Cosecha 90, julio de 1989 a junio de 1990, la comisión sugiere dar un paso audaz: realizar una campaña de evangelización mundial. Esto podría ser un programa global que envolverla a la actividad evangelizadora de un modo total y permanente y que reclamaría la participación de todas las iglesias.
El antecedente de esta campaña mundial es el de las campañas continentales y nacionales en las que todas las iglesias de un país o de una región amplia se unen en un programa evangelizador que se desarrolla durante todo un año. Se planificaron campañas nacionales para 1989 en España, en Brasil, en Filipinas y en Indonesia. Para 1990 varias divisiones están trazando planes para realizar campañas continentales.
En el último año del programa Cosecha 90, todos los campos locales y las iglesias del mundo realizarán campañas de evangelización y actividad misionera. Algunas de estas actividades serán permanentes, en tanto que otras se efectuarán en determinadas etapas del año.
Los que participan en la campaña mundial de evangelización
El campo local y la envagelización mundial
Sería bueno que los dirigentes, pastores e iglesias participen en las actividades de evangelización y den total prioridad a la ganada de las almas. Será necesario reunir fondos suficientes con este propósito especial. Se recomienda que se implementen las siguientes actividades:
- Una campaña evangelizadora en la mayor ciudad del campo local. Esto podría incluir una campaña evangelizadora en cada iglesia y otra conducida por la congregación establecida en un nuevo territorio.
- Múltiples Seminarios de revelaciones del Apocalipsis.
- Reclutamiento y entrenamiento de los miembros de iglesia para que participen en una variedad de actividades evangelizadoras y misioneras.
- Bautismos mensuales en las iglesias.
Lo ideal es que cada iglesia y la mayoría de los miembros de iglesia participen activamente en la campaña evangelizadora mundial junto a los pastores y ancianos que se desempeñen como dirigentes y tomen la iniciativa. Recomendamos que se implemente un programa evangelizador con dos tipos de actividades:
- Actividades evangelizadoras permanentes (todo el año).
- Estudios bíblicos dirigidos por pastores y laicos.
- Clases bautismales para adultos, jóvenes y adolescentes.
- Evangelización interna para lograr la decisión de familiares y de jovencitos de la iglesia.
- Evangelización familiar: Que cada familia de la iglesia se proponga ganar para Cristo a un miembro de la familia y a un amigo o vecino.
2. Actividades de envangelización general.
- Campaña evangelizadora dirigida por un pastor o un laico.
- Campaña evangelizadora en un nuevo territorio.
- Seminarios de revelaciones del Apocalipsis: conducir la mayor cantidad posible.
- Los hogares como centros de evangelización: que el 25% de los hogares sean centros de evangelización en beneficio de la comunidad.
- Desarrollar otros métodos apropiados.
La participación de la iglesia
En esta campaña mundial el verdadero secreto del éxito será el grado de participación de los miembros de iglesia. Lo ideal es que cada miembro de iglesia participe en alguna clase de actividad misionera. Nuestro objetivo es:
1. Un millón de miembros involucrados en dirigir actividades evangelizadoras como:
- Conducir campañas de envangelización.
- Preparar a los candidatos para el bautismo.
- Dictar Seminarios de revelaciones del Apocalipsis.
- Abrir los hogares para que sean centros de evangelización.
2. Cuatro millones de miembros de iglesia envueltos en actividades misioneras como:
- Compartir su testimonio personal.
- Atraer personas a las actividades de la iglesia.
- Distribuir volantes.
- Visitar casa por casa.
- Participar en las comisiones de evangelizaron.
- Invitar a otros a participar en las actividades misioneras.
Sería ventajoso que cada iglesia en todo el mundo entrenara al 20% de sus miembros en la actividad de evangelización directa y al 80% en actividades generales.
Hasta el momento, los métodos más exitosos de ganancia de almas en el mundo son:
- La evangelización pública: que los evangelistas, pastores y predicadores laicos dirijan diversas formas de evangelización.
- Los estudios bíblicos: dados a los grupos, familias o individuos, por pastores o laicos.
- La clase bautismal: que funcione en forma permanente a lo largo del año. Sería positivo organizar clases separadas para adultos, jóvenes y adolescentes.
- Los Seminarios del Apocalipsis: que se realicen en iglesias, escuelas y hoteles.
- Los hogares empleados en actividades evangelizadoras tales como: dar estudios bíblicos, dictar seminarios y formar escuelas sabáticas filiales.
- Los bautismos frecuentes: generalmente, un bautismo es la mejor ocasión de tomar decisiones para futuros bautismos.
Festival de bautismos
La estrategia general del programa Cosecha 90 consiste en incrementar los resultados de los bautismos, pues cada año hay más pastores y miembros de iglesia.
Para culminar el plan Cosecha 90, se deberían realizar los bautismos mensuales en cada iglesia. Sería muy bueno que esta ceremonia se transforme en un actividad evangelizadora y en cada ocasión se haga un llamamiento a los visitantes y se obtengan sus nombres a fin de que se los visite tan pronto como sea posible.
Se sugieren las siguientes fechas de bautismos mundiales: 1) 30 de septiembre de 1989, 2) 23 de diciembre de 1989; y 3) 30 de marzo de 1990. Y también el 26 de mayo de 1990, se podría realizar un bautismo, a una semana del comienzo del Congreso de la Asociación General, que sería el de la victoria del programa Cosecha 90. El último bautismo de programa Cosecha 90 se realizará el 30 de junio de 1990.
Que tenga un acento espiritual
Es importante para la culminación del programa Cosecha 90 que todo el proyecto esté investido de un tono espiritual. El pastor Neal C. Wilson, recomienda: “Al ingresar en la última fase del programa Cosecha 90, invito a toda la iglesia mundial y a cada miembro a descubrir el gozo de la renovación espiritual y del reavivamiento fundamentados en la lectura bíblica, la oración intercesora y la testificación personal y pública”. La Comisión Asesora del programa Cosecha 90 favorece la realización de una semana especial de oración y de reavivamiento al comienzo de la campaña de evangelización mundial a realizarse, ahora, en julio de 1989.
Un desafío
Cada división y unión debe ser invitada a estudiar estas sugerencias y realizar sus propios planes para lograr el éxito del plan Cosecha 90 y participar de la Cruzada de evangelización mundial.
La Comisión Asesora del programa Cosecha 90 transmite el desafío de alcanzar en la Cruzada de evangelización mundial 600.000 personas bautizadas. Es el tiempo de la cosecha. La obra está a punto de concluir con un poder y gloria que asombrarán al mundo. Los ministros y el pueblo de Dios han de ser llamas consagradas.
El programa Cosecha 90 se encuentra en su etapa final. Ahora es el momento para acelerar nuestros esfuerzos al máximo. Ahora es el tiempo de dar prioridad absoluta a la evangelización. Ahora es el tiempo de hacer grandes planes. Ahora es el tiempo de realizar una movilización general de todas las fuerzas de la iglesias. Ahora es el tiempo de lanzar una ofensiva de evangelización total. Ahora es el tiempo de producir una explosión evangeliza- dora. Ahora es el tiempo de levantarse y alcanzar la victoria.
El pastor Neal Wilson, dijo: “Desafío a la iglesia a lanzar un movimiento de evangelización masivo que produzca resultados gloriosos en la historia de nuestra iglesia, y todo esto a través de la gracia milagrosa de nuestro Señor y Salvador, y del ministerio del Espíritu Santo”.
Alentamos a cada creyente a unir sus manos con nosotros para hacer del programa Cosecha 90 un hito en la realización de nuestra tarea. Que nuestro lema sea: “Cada fiel un conquistador en el nombre de Jesús y por el poder del Espíritu Santo”.
Sobre el autor: Carlos E. Aeschlimann es secretarlo asociado de la Asociación General.