Un vespertino de Buenos Aires publicó el 2 de julio pasado una noticia acerca de la rehabilitación de Galileo Galilei por parte de la Iglesia Católica. Como es sabido, el sabio italiano fue obligado por la autoridad de Roma a retractarse de sus afirmaciones que apoyaban la teoría copernicana de la rotación de la tierra. El arzobispo de Viena, cardenal Franz Koenig, dijo que cuando se resuelva “el caso Galileo”, la iglesia habrá restañado la más grave herida existente en las relaciones entre la religión y la ciencia. El citado prelado estaba hablando en la ceremonia de apertura del XVIII Congreso de los Premios Nobel en Lindau, Alemania Federal. Dijo que el proceso de rehabilitación estaba en curso y que el papa estaba informado de los esfuerzos emprendidos en ese sentido.
El mayor dirigente espiritual de los 45 millones de anglicanos del mundo dijo que las iglesias anglicanas que estén haciendo planes de unirse a otros cuerpos protestantes, debieran hacerlo sólo después de consultar con los dirigentes católicos y ortodoxos. El arzobispo de Canterbury, Dr. Michael Ramsey, recalcó este punto tres veces durante una conferencia de prensa a su llegada a Seattle. Se considera que el hincapié que hizo tiene un significado especial para la Iglesia Episcopal (la Iglesia Anglicana en EE. UU.) que está en proceso de decidir si autorizará la preparación de un plan de unión con nueve denominaciones protestantes. El Dr. Ramsey notó que la Iglesia Anglicana “trata de ser un puente entre ambos mundos (católico y protestante)”. La Iglesia de Inglaterra, madre del anglicanismo, está celebrando conversaciones con la Iglesia Metodista, dijo, y espera “llamar consultores de la Iglesia Católica Romana, Ortodoxa y Católica Antigua”. El Dr. Ramsey dijo que la unión de iglesias es “lejana y difícil de describir. Mi descripción es la de una iglesia con una organización central muy reducida, mucha independencia en las diferentes iglesias nacionales y gran variedad de costumbres y formas de culto.
Pero las denominaciones rivales desaparecerán y habrá un gran acuerdo en los puntos esenciales de la doctrina y en compartir los mismos sacramentos y los mismos ministros ordenados”. Afirmó que no piensa que toda la cristiandad estará dispuesta a aceptar la doctrina de la infalibilidad del papa, pero “muchos pueden aceptar al papa como el obispo presidente entre los obispos de la cristiandad”.
Un adventista apeló de la sentencia de cuatro meses de prisión que le fue aplicada por hacer proselitismo en la plaza de Trípoli, Grecia. Christos Arvanitis, de 46 años, fue acusado de distribuir publicaciones adventistas en la plaza y de leer en voz alta algunos párrafos de las mismas. Los adventistas negaron categóricamente el cargo y dijeron que fue arrestado tan sólo por conversar con amigos. La ley griega en esta nación, predominantemente ortodoxa, prohíbe el proselitismo público.
“Las brasas en la festividad de San Pedro no queman las plantas de los pies si se tiene un poco de fe”, dijo Jaime Barrera Oro, estudiante del ciclo preparatorio de medicina de Mendoza. Con motivo del día de San Pedro y San Pablo se había organizado una fogata en una plaza de esa ciudad argentina, y quedaban brasas al rojo vivo en un espesor de diez centímetros de las llamas que minutos antes se habían elevado al cielo. Ocupaban un cuadrado de cuatro metros por lado. El muchacho, ante la mirada atónita de una docena de jóvenes y la presencia de su padre, transitó por ellas en tres oportunidades en un lapso de quince minutos. Invitó a alguien del público a que lo acompañara, pero no tuvo aceptación y, al terminar su aventura, en las plantas de sus pies, sólo cubiertas por la tierra acumulada en los alrededores del fuego, no se advirtió huella alguna de quemaduras. El padre del joven recordó que éste, cuando tenía cuatro años, había realizado idéntica hazaña acompañado por una hermana dos años mayor que él.