¿Por qué yo, como ministro adventista, siento tan agudamente la importancia de la escuela sabática? ¿Por qué siento que es vital que mis colaboradores en la dirección de la iglesia, y yo mismo, seamos muy fieles en nuestra asistencia a la escuela sabática y en nuestra participación en ella? Se debe a que en toda mi vida no he conocido a un adventista realmente fiel que no haya asistido regularmente a la escuela sabática. Además, he leído en los escritos de la pluma inspirada: “La obra de la escuela sabática es importante, y todos los que se interesan en la verdad deberían esforzarse por hacerla prosperar” (Testimonies, tomo 5, pág. 127). Si hay alguien que debería estar interesado en la verdad, es el pastor adventista. Por lo tanto, a la luz de mis propias observaciones y de esta declaración inspirada, siento que es un placer estimular la mejor asistencia a la escuela sabática. A continuación van algunas sugestiones que los pastores, con ciertas adaptaciones, podrán introducir en su programa para inspirar una mayor apreciación de la importancia de este departamento de la iglesia.

  1. Entusiasmo. El pastor debe poseer un entusiasmo genuino por la escuela sabática, y no debe vacilar para darlo a conocer en palabras, sonrisas, actitudes, etc. En gran medida, cada iglesia es el reflejo de su pastor. Esta es una “ley ministerial”. El entusiasmo de los miembros de la iglesia y los oficiales estará en relación directa con la “preocupación” del pastor.
  2. Asistencia personal. El pastor debería estar presente personalmente en la escuela sabática para saludar a la gente a medida que llega. Sin embargo, esto requiere un esfuerzo para levantarse temprano a fin de llegar temprano. No existe una fórmula mágica para reemplazarlo. Es esencial estimular a la familia del pastor para que también llegue temprano. El ejemplo personal es indispensable.
  3. Énfasis mediante el boletín. Si la iglesia tiene un boletín, conviene incluir el programa de la escuela sabática. Esto añade importancia a este departamento. Personalmente pienso que este programa debe ocupar el primer lugar en el boletín, antes del segundo servicio. Después de todo, primero se celebra la escuela sabática y luego el sermón. El pastor también debería utilizar su boletín para destacar otras actividades regulares de la escuela sabática, como el decimotercer sábado, el Fondo de Inversión, el Día de las Visitas, etc. La lectura de estos avisos hace una impresión más profunda que si solamente se los escucha.
  4. Visitas. El pastor debería saber quiénes faltan regularmente a la escuela sabática, y quiénes asisten esporádicamente, y en sus visitas pastorales debería decirles que él los echa de menos y que le agradaría verlos asistir. No hay sustituto para la influencia que se ejerce en forma directa. Por cierto que es necesario actuar con mucho tacto y amor, para no herir inútilmente susceptibilidades.
  5. Énfasis incidental. El pastor puede hacer mucho bien a la escuela sabática si aprovecha toda oportunidad posible para estimular sus intereses. Puede hacerlo en sus sermones, y especialmente mediante ilustraciones. Puede referirse a las admirables bendiciones recibidas por los que asistieron a la escuela sabática, destacando lo que perdieron los que estuvieron ausentes. Personalmente empleo dos métodos para lograr este propósito: a) Al dar la bienvenida a la gente al comenzar el segundo servicio, les digo: “Qué hermoso es poder acudir el sábado a la casa del Señor para adorarle en la escuela sabática y en el culto sagrado”, b) Con frecuencia, al presentar mi primer pasaje bíblico en el sermón, suelo decir: “Abramos nuestras Biblias que hemos traído a la escuela sabática y al segundo servicio”. Un énfasis incidental constante, llevado a cabo por diferentes medios puede estimular mucho la asistencia a la escuela sabática.
  6. Acción directa. Al final del servicio, cuando los miembros se retiran, el pastor, al despedirlos en la puerta, puede decirles a los que estuvieron ausentes de la escuela sabática, que los echó de menos y que los invita a asistir el próximo sábado para recibir las bendiciones del Señor. Si el ministro habla con toda sinceridad y si ama a su pueblo, la gente lo sabrá, y este pequeño procedimiento producirá el fruto apetecido. Por cierto que mucho depende de la relación que existe entre el pastor y su grey.
  7. Apoyo a los dirigentes de la escuela sabática. El pastor nunca debería estar tan ocupado que no pueda asistir a la junta de la escuela sabática. Su presencia es indispensable para dar ánimo a los dirigentes. Ayudarán mucho sus ideas y sus expresiones de aprecio y agradecimiento. Sus palabras de estímulo serán bien recibidas por los que llevan la responsabilidad en este departamento.
  8. Correcta instrucción de los nuevos conversos. Los nuevos conversos al mensaje deberían ser muy bien instruidos antes de su bautismo acerca de la importancia de asistir a la escuela sabática cada sábado para desarrollar y mantener una firme experiencia cristiana. Más que esto, los nuevos conversos deberían asistir a la escuela sabática antes de su bautismo. Cuando están en su primer amor es el momento de colocar el fundamento de su correcta relación con la iglesia y sus servicios religiosos.
  9. Inteligente elección de los dirigentes de la escuela sabática. Cuando se reúne la junta de nombramientos, el pastor debería estimular a sus miembros a elegir a los mejores dirigentes para la escuela sabática. No se debe actuar apresuradamente. Hay que recordar que la iglesia no será más poderosa que su escuela sabática. El pastor está en condiciones de estimular a todos los dirigentes de la iglesia a que asistan a la escuela sabática. A veces existe la tendencia de ir de un lado para otro mientras se lleva a cabo la lección del día, con lo cual se resta importancia a esta fase de la reunión. En las reuniones que el pastor celebra con todos los dirigentes de la iglesia, debería hablarles de la importancia que tiene dar un buen ejemplo en este sentido.
  10. La contribución del pastor. El pastor, si es posible, debería enseñar una clase de la escuela sabática. Además de esto, el pastor podría participar de vez en cuando en el programa de la escuela sabática hablando acerca de la importancia del estudio diario de la lección o destacando las necesidades del campo misionero. Debería manifestar un interés real en las distintas divisiones visitándolas ocasionalmente y relatando historias a los niños.

Todo pastor desea que su iglesia sea fuerte y tenga abundante medida del Espíritu Santo. Que Dios nos ayude a tener mucho entusiasmo y a ser muy diligentes en esta importante fase de su grandioso programa establecido para la salvación de los seres humanos de todas las edades y para su participación en la gran escuela sabática de la eternidad.

Sobre el autor: Pastor de la Iglesia de Arlington, California