APENDICE

EL CALENDARIO JUDIO DE ELEFANTINA

Los únicos documentos del siglo V a. de J. C. que arrojan luz sobre el calendario que empleaban los judíos en tiempos de Esdras y Nehemías son los papiros arameos de Elefantina y un monumento de piedra del Museo de El Cairo. Los papiros, que suman más de cien, informan acerca del lenguaje, la historia y la vida diaria de una guarnición judía de Egipto; varios de estos papiros constituyen una fuente muy importante de material para el estudio del calendario que usaron los judíos durante el siglo V a. de J. C. De dichos documentos, 38 están fechados; 22 de ellos llevan doble fecha: la egipcia y una que empleaban los judíos utilizando el nombre de los meses babilonios. Puesto que se puede hallar fácilmente la equivalencia de las fechas egipcias en el calendario juliano, dichas fechas constituyen un medio para investigar la naturaleza del calendario empleado por los judíos de Elefantina.[1]

  Inmediatamente después de la publicación del primer grupo de papiros, varios eruditos se abocaron al estudio de los problemas que se originaron en las fechas y en el tipo de calendario usado. E. Schürer[2] fué uno de los primeros en discutir las fechas de esos documentos. Lo siguió F. K. Ginzel.[3] Ambos partieron de la hipótesis de que los judíos del siglo V poseían un calendario lunar semejante al de los persas, y de que iniciaban cada mes con la aparición de la luna nueva, como los babilonios. Explicaban las irregularidades y los desacuerdos entre las fechas como errores cometidos por los escribas. L. Belleli, quiso demostrar por medio de esas discrepancias que los documentos eran falsificaciones modernas, ([4]) pero poquísimos eruditos creyeron que esos papiros encontrados por una expedición científica, en la misma forma que se han encontrado la mayoría de los papiros, pudieron haber sido enterrados en el lugar por falsificadores que esperaban beneficiarse con el descubrimiento. Puesto que los papiros exhumados presentan las mismas características que los comprados a los nativos, no queda duda de la autenticidad de ninguno de ellos.

  El astrónomo E. B. Knobel demostró, basándose en el papiro A P 13 y 25, que los judíos del siglo V conocían un ciclo de 19 años, según lo demuestra su sistema de intercalación. Sus descubrimientos lo guiaron a la conclusión de que el calendario civil judío estaba calculado, y que el año civil comenzaba con el 19 de Tishri. ([5]) El renombrado astrónomo británico J. K. Fotheringham también llegó a la conclusión de que empleaban el calendario calculado y el año comenzaba con el 19 de Tishri, y también que la intercalación se hacía en forma arbitraria por la inserción de un segundo Adar, sin el empleo de un segundo Elul.[6]

  El cronólogo E. Mahler coincidió con Knobel y Fotheringham en que el calendario judío no se basaba ni en la aparición del primer cuarto creciente de la luna ni en la conjunción, sino en la aplicación de un ciclo regular. Sin embargo, creía que el calendario judío de otoño a otoño era una institución posterior.[7]

  Por otra parte, Martín Sprengling llegó a conclusiones muy diferentes. Admitiendo que el año civil judío que comenzaba con Tishri era de desarrollo posterior, sostuvo que los papiros de Elefantina confirmaban la existencia de un año que comenzaba con Nisán, y que los judíos del siglo V empleaban un segundo Elul cuyo uso abandonaron más tarde.[8] No es necesario repasar en detalle las obras de P. J. Hontheim, J. B. Chabot, J. G. Smyly, D. Sidersky y H. Pognon,[9] porque su razonamiento varía únicamente en cierto detalles de las numerosas conclusiones logradas por los eruditos ya mencionados. Con todo, se debería mencionar que S. Gutesmann pensó que los judíos poseían un ciclo de 25 años en lugar del ciclo babilónico de 19 años.[10] Esta teoría no encontró aceptación, ya que los papiros con doble fecha habrían demostrado el uso de ese ciclo de 25 años en un período más largo del comprendido por los documentos existentes. ¡Ya que tal ciclo no se empleaba en ningún otro lugar de! mundo antiguo, parece poco probable que lo hayan usado los judíos.

  R. A. Parker, cuyo estudio acerca del tema parece ser el último que ha aparecido, sostiene la opinión de que los papiros de Elefantina expresan sus fechas en términos del calendario persa, es decir, del babilonio.[11] Sostiene, además, que las divergencias encontradas entre las fechas egipcias y babilonias se deben a errores cometidos por los escribas, quienes, como extranjero’, no estaban bien familiarizados con el calendario egipcio, por lo que pudieron confundir las fechas.[12]

  Las distintas opiniones encontradas en los numerosos estudios relacionados con las fechas de estos papiros revelan que aún no te ha llegado a conclusiones definitivas. Sin embargo, la mayoría de los eruditos concuerdan en que el ciclo de 19 años estaba en uso entre los judíos del siglo V a. de J. C. También muchos están de acuerdo en que el calendario judío no era un duplicado del babilonio, a menos que todas las divergencias se expliquen como errores de los escribas.

  Respecto a otros puntos, existe mucha diferencia en las opiniones. Si los judíos comenzaban su año civil con Nisán o Tishri, si empleaban un segundo Elul además del segundo Ádar, y si la intercalación se efectuaba en forma regular, son asuntos discutidos.

  El gran aumento en el número de documentos debido al descubrimiento de los papiros del Museo de Brooklyn, hace urgente la necesidad de examinar de nuevo todo el problema. Tales documentos nos están conduciendo a una etapa más en el camino hacia la solución final, como lo demostrará la siguiente exposición. Aunque todavía no estemos en condición de explicar todas las fases del calendario que utilizaban los judíos del período postexílico, en realidad sabemos mucho más de ello gracia- a estos papiros que por el período del primer siglo cristiano.

  El procedimiento seguido. En el estudio ¿e los papiros, la primera etapa debe ser convertir la fecha egipcia en términos del calendario juliano, lo que resulta relativamente fácil, como se demostró en el capítulo 1, debido al año solar invariable de 365 días que empleaban los egipcios antiguos. La fecha a que se llegó en esta forma abarca parte de dos días del calendario juliano, ya que el día egipcio comenzaba al amanecer. Por eso se emplearon dos números. La fórmula 7/8 de julio (s. s. a s. s.)[13] del 465 a. de J. C., señalaba un día egipcio que duraba desde el 7 de julio a la salida del sol, hasta el 8 de julio a la salida del sol, del año 465 a. de J. C.

  Puesto que los judíos y los babilonios hacían comenzar su día a la puesta del sol, también abarca dos días del calendario juliano. En esa forma, 7/8 de julio (p. s. a p. s.)[14] del año 465 a. de J. C., señala el día que comenzó a la puesta del sol del 7 de julio y terminó a la puesta del sol del 8 de julio. Así, el día egipcio no coincide exactamente con el día computado por cualquiera de los pueblos mencionados. De aquí que un documento legal firmado en el día egipcio del 718 de julio (s. s. a s. s.) originaría dos fechas posibles en términos del calendario judío, dependiendo de la parte del día en que se firmó el documento. Si lo fue antes de la puesta del sol, estaría fechado en una fecha judía más temprana que si lo fué después de la puesta del sol.

  Entonces, si un papiro con doble fecha iguala cierta fecha egipcia con una del calendario judío, resulta incierto determinar si el día judío en cuestión comenzó al anochecer anterior a la fecha egipcia mencionada o al atardecer de ese día egipcio. Los judíos tenían un calendario lunar en el cual el primer día del mes debía comenzar un tiempo razonable después de la conjunción (no mucho menos de un día después). Por lo tanto, nuestras conclusiones nos conducirán en unos pocos casos a deducir que un documento fué redactado después de la puesta del sol,[15] si el tiempo transcurrido entre la conjunción y el comienzo del primer día del mes a la puesta del sol, es demasiado pequeño para ser razonable. A-í, se debe reconocer que no es posible evitar la incertidumbre en la exactitud de un día, debido a los hechos siguientes: (1) los días egipcios y judíos no coinciden por completo, y (2) los escribas no indicaban en ningún caso durante qué parte del día escribieron los documentos.

  Los papiros de Elefantina se escribieron, en su mayor parte, en un tiempo cuando Egipto era una satrapía persa; por eso los papiros están fechados, con una excepción (A P 35), de acuerdo con los años regios persas. Sin embargo, el cómputo egipcio de los años regios de un determinado rey, comenzaba con el l9 de Thot, el cual, durante el siglo V, correspondió a unos cuatro meses antes de Nisán—el primer mes del calendario babilonio, —y a unos diez meses antes de Tishri, el primer mes del calendario civil de los judíos, como ya fué demostrado. En consecuencia, cualquier documento egipcio fechado después del 1° de Thot y antes del día de año nuevo persa o judío, llevaba un año regio superior en uno al correspondiente año persa o judío.

  También se demostró que, con poquísimas excepciones, los años regios se dan de acuerdo con el sistema egipcio de computar tales años. Parece que en Egipto se requería esto para to dos los documentos legales, tales como los papiros de doble fecha.

  Después de haber explicado brevemente el procedimiento seguido para la interpretación de las dobles fechas, pasaremos a discutirlas, de acuerdo con su secuencia cronológica. El lector que haya analizado con detención los capítulos I y II no hallará difícil comprender el análisis siguiente.

AP 5

Elul 18 = Pachons 28, año 15 de Jerjes

(471 a. de J. C.)

El año 15 de Jerjes es el año 277 de la era de Nabonasar del canon de Ptolomeo, comenzó el 19 de diciembre del 472 a. de J. C. hasta el 18 de diciembre del 471 a. de J. C. El 28 de Pachons coincidió con el 12/13 de septiembre (s. s. a s. s.) del 471 a. de J. C. Puesto que el día judío comenzaba a la puesta del sol, como ya se explicó, el 18 de Elul no coincide exactamente con el 28 de Pachons, sino que. abarca parte de los días egipcios. Por lo tanto, existen dos posibilidades, según lo demuestra   la figura 7: (1) 11/12 de septiembre (p. s. a p. s.), si el documento se redactó durante las horas del día, o (2) 12/13 de septiembre (p. s. a p. s.) si fué escrito después de la puesta del sol del 12 de septiembre. Esto propone dos fechas posibles para el l9 de Elul (véase la Fig. 8), ya sea (1) 25/26 de agosto (p. s. a p. s.) si el documento fué escrito durante las horas del día, o (2) 26/27 de agosto (p. s. a p. s.) si lo fué después de la puesta del sol.

  Como la conjunción anterior de la luna se había efectuado el 24 de agosto a los 78 centésimos del día, o sea el 24 de agosto a las 18.43. hora civil de Elefantina contada desde medianoche, el período de traslación ocupaba los 97 centésimos de un día (23 horas, 17 minutos) si el 25|26 de agosto (p. s. a p. s.) era el l° de Elul, o 1,97 días (47 horas, 17 minutos) si 26|27 de agosto (p. s. a p. s.) era el l° de Elul. No podremos llegar a conclusiones razonables antes de que se analicen todos los papiros. Diferiremos el momento de llegar a una conclusión definitiva sobre cuál de las dos fechas mencionadas era el 18 de Elul.

AP 6

Quisleú 18 = Thot 17 del año 21, el comienzo

del reinado de Artajerjes I (404 a. de J. C.)

  El número del día egipcio se halla dañado en este papiro. Cowley sugirió restaurarlo al 7 o al 14; Gutesmann y Hontheim lo restauraron al 17. No es posible realizar otras restauraciones paleográficamente. Una rotura de 18 milímetros destruyó parte del número, dejando únicamente cuatro trazos verticales. En esta rotura se deben suplir las dos últimas letras de la palabra “día” ya que existe únicamente una letra. El vacío restante es de unos doce milímetros y se puede llenar con tres trazos, lo que. da el número 7. Esta es la mejor restauración paleográfica que se puede hacer. La restauración de un “10” en el espacio vacío no lo llena bien, por lo cual también se puede desechar el número 14. La inserción del número 10 seguido de tres trazos, lo que hace el número 17, es el único número que corresponde al día que se puede hacer concordar astronómicamente con Quisleú 18, pero se debe admitir que los caracteres quedan un poco apiñados.

  Este papiro es importante porque parece igualar el 21° año de un rey con la ascensión al trono del rey Artajerjes. Puesto que únicamente Artajerjes I subió al trono en el año 219 de su antecesor (Jerjes), el nombre de este último rey se obtiene por deducción.

   En contraste con el método que seguían comúnmente los judíos de Elefantina, de apuntar solamente el año egipcio cuando se mencionaba un solo año en un documento, ésta es una de las dos excepciones (también el Kraeling 6) donde se anota únicamente el año persa o judío en su lugar.

   El año 21 de Jerjes, que también era el año ascensional de Artajerjes I, comenzó en la primavera del 465 a. de J. C., según el sistema persa de computar el tiempo, y en el otoño del mismo año según el año civil judío. Quisleú, noveno mes del calendario babilonio, siempre correspondió a la última parte del año del calendario juliano, es decir, entre diciembre del 465 y enero del 464 a. de J. C. para el año que analizamos. El mes egipcio Thot de ese período comenzó el 17 de diciembre del 465 y terminó el 15 de enero del 464 a. de J. C. Que únicamente Thot 17 puede hacerse concordar con el 18 de Quisleú, puede verse por los resultados siguientes:

Thot 7 = 23|24 de diciembre (s. s. a s. s.)

del 465 a. de J. C.

Thot 14 = 30|31 de diciembre (s. s. a s. s.)

del 465 a. de J. C.

Thot 17 = 2|3 de enero (s. s. a s. s.) del

464 a. de J. C.

  La conjunción de la luna tuvo lugar el 15,04 (a las 0.57) de diciembre del 465 a. de J. C. La fecha más temprana posible para el 19 de Quisleú sería el 15|16 de diciembre (p. s. a p. s.) del 465 a. de J. C., y el 18 de Quisleú sería, entonces, el 1/2 de enero (p. s. a p. s.) del 464 a. de J. C.

  Si el l° de Quisleú correspondía al 15/16 de diciembre (p. s. a p. s.) del 465 a. de J. C., el período de traslación alcanzaba a los 71 centésimos de un día (17 horas, 2 minutos); si el l9 de Quisleú correspondía al 16|17 de diciembre (p. s. a p. s.), el período de traslación  sería 24 horas más largo (41 horas, 2 minutos), y el documento habría sido escrito al atardecer, después de la puesta del sol, puesto que en ese caso Quisleú 18 habría correspondido al 2|3 deenero (p. s. a p. s.) del 464 a. de J. C.

AP 8

Quisleú 21 = Mesori 1, año 6? de Artajerjes I

Este papiro está bien conservado y no presenta problemas de desciframiento. Sin embargo, no se pueden concordar las fechas dadas por ningún método conocido, de modo que se infiere un error del escriba. Si el escriba escribió equivocadamente Mesori 1° en lugar de Mesori 21, que es lo correcto, las fechas concuerdan astronómicamente, aunque no con el calendario babilonio. También armonizan si se da por sentado que los números de los meses y de los días son correctos, pero suponiendo que el año 6 se ha escrito equivocadamente por el año 5. Pero, una vez más no concordarían con el calendario babilonio. Los dos resultados posibles serían los siguientes:

1. Quisleú 21 = Mesori l° del año 5 (?) d Artajerjes I (460 a. de J. C.) El l9 de Mesón del 59 año regio egipcio de Artajerjes I (año 288 de la era de Nabonasar) correspondió al 11|12 de noviembre (s. s. a s. s.) del 460 a. de J. C. Entonces, el 21 de Quisleú habría correspondido al 10/11 de noviembre (p. s. a p. s.) o al 11|12 de noviembre (p. s. a p. s.) y el l° de Quisleú habría coincidido con el 21 [22 de octubre (p. s. a p. s.) o el 22|23 de octubre (p. s. a p. s.). Puesto que la conjunción de la luna ocurrió en el 21,09 de octubre (a las 2.09), el período de traslación se habría elevado a 66 centésimos de un día (15 horas, 50 minutos) en el primer caso y a 1,66 días (39 horas, 50 minutos) en el segundo. Sin embargo, se debería notar que el l9 de Quisleú ocurrió un mes lunar más tarde según el calendario babilonio.

2. Quisleú 21 = Mesori 21 (?) del año 6 de Artajerjes I (459 a. de J. C.) En el 6° Aña regio egipcio de Artajerjes I el 21 de Mesori correspondió al 1/2 de diciembre (s. s. a s. s.) del 459 a. de J. C. Y el 21 de Quisleú correspondió a nov. 30|dic. 1 (p. s. a p. s.), o ni 1/2 de diciembre (p. s. a p. s.) del 459 a. de J. C., y el 1? de Quisleú al 10/11 de noviembre o al 11/12 de noviembre, (p. s. a p. s.). La conjunción de la luna se efectuó el 9.14 de noviembre (a las 3.21), y el período de traslación debió ser de 1.61 días (38 horas, 38 minutos) o 2,61 días (62 horas, 3b minuto^). Una vez más, si los resultados son correctos, Quisleú habría ocurrido un mes completo antes de lo que indicaba el calendario babilonio.

  Si los datos de la fecha del papiro no necesitaran enmienda para hacerlos concordar con los hechos astronómicos, ahí tendríamos la prueba de que los judíos de Elefantina dejaron de cumplir con la costumbre de agregar un segundo Adar en armonía con el año babilonio 462 a. de J. C., ([16]) y que no lo insertaron durante los años 461 y 460; en ese caso habrían estado un mes lunar completo después del calendario babilonio. Desafortunadamente, se llega a estos resultados a través de correcciones conjeturales de la fecha del papiro AF 8, lo que la hace más bien dudosa. Si hay implicado otro error, diferente de estas dos conjeturas, se llegará a conclusiones también diferentes.

AP 9

Año 6° de Artajerjes I

  Este documento está relacionado con el AP 8 y debió llevar la misma fecha, posiblemente sin el error cometido por el escriba. Sin embargo, los datos de la fecha están en condiciones tan malas, que no se puede obtener ninguna conclusión definitiva.

LA ESTELA DE ARENISCA DE EL CAIRO[17]

Siván = Mechir del 79 año de Artajerjes I

(458 a. de J. C.)

  La amplitud y la ambigüedad de esta fecha no aclara el problema planteado por el papiro AP 8. Si aquí se registra el 79 año de Artajerjes de acuerdo con el sistema egipcio de computar el tiempo, como es muy probable, sería el año 290 de la era de Nabonasar, y comenzaría el 16 de diciembre del 459 para terminar el 15 de diciembre del 458 a. de J. C. El mes Mechir del 7° año de Artajerjes I, como está registrado en el calendario egipcio, se extiende desde el 15 de mayo hasta el 13 de junio del 458 a. de J. C. El mes Siván se extiende, según el calendario babilonio, desde el 6 de junio hasta el 5 de julio del 458 a. de J. C.,[18] y desde el 8 de mayo al 5 de junio del 458 a. de J. C., según la reconstrucción hipotética del calendario de Elefantina que se basa, para esos años, en AP 8 (en el que los me es del calendario judío precedían al del calendario babilonio en un mes lunar).

  Si cierta palabra de la inscripción puede traducirse por “en el mes,” puede concordar con ambos sistemas, puesto que los días 1 al 8 de Siván, según el calendario babilonio, coincidían con los 8 últimos días del mes egipcio Mechir, y los días 8 al 29 de Siván, según el calendario hipotético judío basado en AP 8, también coincidían con los primeros 22 días de Mechir. Sin embargo, si dicha palabra se traduce por “en el primer día del mes lunar,” ([19]) sólo serviría un calendario cuyos meses coincidieran con los meses babilonios, ya que el primer día de Siván del supuesto calendario judío no caía en Mechir.

KRAELING 14

Iyar 8 = Tybi 20

  En este maltrecho documento matrimonial, el nombre y el número del año regio del rey se han perdido. Se han preservado únicamente cinco trazos del número del día de Iyar. El vacío que sigue pareciera permitir la restauración de un posible número 8, la única fecha que concuerda con el 20 de Tybi (que se nota con claridad) durante todo el siglo V a. de J. C. ([20]) El análisis cuidadoso de todos los años del siglo V, el período durante el cual se escribieron estos papiros, lleva a la conclusión de que Iyar 20 concuerda únicamente cinco veces con Tybi 20, una vez en el reinado de Darío, en el 496 a. de J. C.; dos veces bajo Jerjes, en el 482 y 471 a. de J. C.; y dos veces durante el reinado de Artajerjes I, en los años 457 y 446 a. de J. C. Nos parece que es innecesario presentar la evidencia del calendario para cada una de estas fechas, ya que el estado fragmentario de este documento y la ausencia de un nombre real no permite llegar a una conclusión final para ninguna de las cinco fechas posibles.

KRAELING 1

Phamenot 25 = Siván 20, año de Artajerjes I

(451 a. de J. C.)

  Aunque en este papiro el escriba se aparta del método ordinario y da primero el mes egipcio, método que se adoptó sólo una vez más en el Kraeling 6, el número del año era, como en la mayoría de los casos, el año regio egipcio de Artajerjes I, porque no es posible encontrar armonía entre las fechas si se intentara identificar el año 14 de acuerdo con el cómputo judío. Por lo tanto, debe atribuirse esta alteración de la secuencia a una equivocación del escriba.

  El 25 de Phamenot del 14° año regio egipcio de Artajerjes I correspondía al 6/7 ae julio (s. s. a s. s.) del 451 a. de J. C. En consecuencia, Siván correspondía al 5/6 de julio (p. s. a p. s.) o al 6/7 de julio (p. s. a p. s.). La conjunción de la luna tuvo lugar el 16,59 de junio (a las 14, 09), lo que da un período de traslación de 16 centésimos de un día (3 horas, ¿50 minutos) si el 1° de Siván coincidía con el 16/17 de junio (p. s. a p. s.), o a 1,16 días (27 horas, 50 minutos) si el 1° de Siván coincidía con el 17/18 de junio (p. s. a p. s.) del 451 a. de J. C.

KRAELING 2

Tammuz 18 = Pharmouti 3 del año 16 de

Artajerjes I (449 a. de J. C.)

  En este papiro están dañados el nombre del mes judío y el número del día egipcio. Se los ha restaurado en base a cálculos hechos sobre el calendario, ya que Tammuz es el único mes judío que tiene un 18° día que puede sincronizarse con cualquier día del mes de Pharmouti en el 16°año regio egipcio de Artajerjes I. Se restaura el día 3 de Pharmouti, porque da los mejores períodos de traslación. En vista de algunos de los períodosbajos de traslación de los papiros anteriores, no se puede descartar totalmente el 2 de Pharmouti como la fecha egipcia correcta por creerla imposible. Los datos siguientes expondrán las diferentes posibilidades.

  El 2 de Pharmouti del 16° año regio egipcio era el 12/13 de julio (s. s. a s. s.) del 449 a. de J. C.; el 3 de Pharmouti era 13/14 de julio (s. s. a s. s.). El 18 de Tammuz debió ser una de estas tres fechas posibles: 11/12 de julio, 12/13, o 13/14 (p. s. a p. s.). La conjunción de la luna tuvo lugar el 23,92 de junio (a las 22.04), y el período de traslación debió ser de 83 centésimos de día (19 horas, 55 minutos) si el 1° de Tammuz fue el 25/26 de junio, y de 2,83 días (67 horas, 55 minutos) si el 1? de Tammuz fué el 26/27 de junio.

AP 13

Quisleú 2 (?) = Mesori 11 (?) del año 19 de

Artajerjes I (446 a. de J. C.)

  La reproducción de este papiro[21] contiene sólo dos rasgos visibles del número del día de Quisleú. y no deja lugar para el tercer rasgo que Cowley considera “probable.”[22] Ya que Quisleú 3 produciría períodos de traslación extremadamente bajos, Quisleú 2, también descifrado así por Hontheim y admitido por Gutesmann como posible,[23] es, con mucha más probabilidad, la fecha judía correcta.

  Existen vestigios muy tenues del número que se acompaña al mes egipcio Mesori. Cowley, que tenía el original ante sí, leyó 10,[24] pero en el facsímil que se publicó era posible leer también 11,[25] en cuyo caso sería razonable el período de traslación para Quisleú 2, como lo demuestra lo siguiente.

  El 11 de Mesori correspondía al 18/19 de noviembre (s. s. a s. s.) del 446 a. de J. C. y el 2 de Quisleú era el 17/18 de noviembre (p. s. a p. s.) o 18/19 de noviembre (p. s. a p. s.). Debido a que la conjunción tuvo lugar el 16,25 de noviembre (a las 6.00), el período de traslación era de 50 centésimos de día (12 horas) si el 1°de Quisleú era el 16/17 de noviembre (p. s, a p. s.), o de 1,50 días (36 horas) si el 1°de Quisleú era el 17/18 de noviembre (p. s. a p. s.).

  Este papiro es importante porque demuestra que no habían insertado un segundo Elul durante ese año. Parker y Duberstein registraron en sus tablas un segundo Elulu no confirmado, en el calendario babilonio para el año 446/5 a. de J. C.[26] Sin embargo, puesto que no existía regularidad para la inserción del segundo Elulu en el calendario babilonio antes del siglo V, no estamos seguros de que ese año tuviera un segundo Elulu. Esta incertidumbre respecto de los meses intercalares no confirmados queda demostrada por tablillas procedentes de Ur[27] que fueron dadas a conocer recientemente, las cuales demuestran que se insertó un segundo Elulu en el calendario babilonio en el año 409 a. de J. C. en lugar de hacerlo en el 408, y otro más en el 621 a. de J. C. en lugar de hacerlo en el 622, como lo registran las tablas de Parker y Duberstein.[28]

  Si se pudiera demostrar que los babilonios tenían un segundo Elulu en el 446/5 a. de J. C., poseeríamos una prueba de que los judíos no intercalaban por un segundo Elul sino que lo hacían por el empleo de un segundo Adar. Como se presentan las cosas ahora, se puede establecer únicamente que no es posible aportar pruebas a la afirmación de que los judíos empleaban siempre un segundo Elul, pero todavía no es posible probar que ellos jamás lo emplearon.

Sobre el autor: Profesores del Seminario Teológico Adventista.


Referencias

[1] Un sincronismo entre el calendario egipcio conocido y el calendario lunar variable permite fechar correctamente un papiro doblemente fechado. Si se conoce el número del año regio egipcio, el mes y el día egipcios bastan para determinar en el calendario juliano la fecha de la era precristiana; pero aun en el caso de que sea incierta la ubicación del año regio, la doble fecha solar-lunar puede determinar el año así como el mes y el día. La razón de esto puede darse mejor mediante un ejemplo concreto. En el papiro Kraeling 6 (véase Fig. 4), el 3er. año de Darío II puede ser tanto el tercer ano egipcio—lo cual ubicaría al documento en el año 421 a. de J. C.—o el tercer año regio judaico que se extiende de otoño a otoño, fechándose así el documento en el año 420 de la era precristiana. La fecha egipcia sola no puede determinar cuál de las dos antes citadas es la correcta, porque en ambas Pharmouti 8, que retrocede un día sólo cada cuatro años, corresponde a julio 11)12 en ambos años. Pero la fecha lunar de Tammuz 8 puede con concordar con julio 11]/12 únicamente en uno de esos años; en realidad sólo una vez en muchos años, puesto que se traslada no menos de diez días de un año para otro. Esto ilustra el hecho de que cualquier sincronismo entre fechas del calendario solar y lunar puede ocurrir sola mente en un año dentro de una serie de varios años posibles (en este caso, ese único año es el 420 a. de J. C.), y la doble fecha puede así ubicar un año regio discutible independientemente del Canon de Ptolomeo o de las Tablillas Saros.

[2] ) Schürer, “Aramaic papyri discovered at Assuan” editado por A. H. Sayce con la colaboración de A. E. Cowley… London, A. Moring, 1906,… Theologische Literaturzeitung, N? 32 (1907), columnas 1-7; también su “Der judische Kalendar nach den aramáischen Papyri von Assuan. Nachtrag zu der Anzeige in Nr. 1,” en Id., columnas 65-69.

[3] Ginzel. “Handbuch der Mathematischen und Tecnischen Chronologie,” tomo 2, págs. 45-52.

[4] L. Belleli, “An independent examination of the Assuan and Elephantine Aramaic Papyri”.

[5] E. B. Knobel, “A suggested explanation of the ancient jewish calendar dates in the aramaic papyri translated by professor A. H. Sayce and Mr. A. E. Cowley,” en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, Nº 68 (1907- 1908), págs. 334-345; también su “Note on the regnal years in the aramaic papyri from Assuan,” en Id., N9 69 (1908-1909), págs. 8-11

[6] J. K. Fotheringham, “Calendar dates in the aramaic papyri from Assuan,” en Id., Nv 69 (1908-1909) págs. 12-20; también su “Note of the regnal years in the elephantine papyri,” Id., págs. 446-448; y su “A reply to professor Ginzel on the calendar dates in the elephantine papyri,” Id., N‘? 71 (1911), págs. 661-663.

[7] Eduard Mahler, “Die Doppeldaten der aramáischen Papyri von Assuan,” en Zeitschrift für

Assyriologie, Nº 26 (1912), págs. 61-76; también su “Handbuch der Jüdischen Chronologie,” págs. 346-360.

[8] Martin Sprengling, “Chronological notes from the aramaic payri…” en AJSL, Nº 27

(1911), págs; 233-252.

[9] P. J. Hontheim, “Die neuentdeckten jüdisch-aramáischen Papyri von Assuan,” en Biblische Zeitschrift, N° 5 (1907), págs. 225-234; J. B. Chabot, “Les papyri araméens d’ Eléphantine sont-ils faux?” en Journal Asiatique, décima serie, tomo 14 (1909), págs. 515-522; J. Gilbart Smyly, “An examination of the dates of the Assuan aramaico papyri,” en Proceedings of the Royal Irish Academy” tomo 27, sección C (1908- 1909), págs. 235-250; D. Sidersky, “Le calendrier sémitique des papyri araméens d’Assouan,” en “Journal Asiatique.” décima serie, tomo 16 (1910), págs 587-592; H. Pognon, “Chronologie des papyri araméens d’Elephantine,” Id., tomo 18 (1911), págs. 337-365.

[10] . S. Gutesmann, “Sur le calendrier en usage chez les Israélites au Ve. siécle avant notre ere,” en Revue des études juives, Nº 53 (1907), págs. 194-200.

[11] Richard. A. Parker, “Persian and egyptian Chronology,” en AJSL, N° 58 (1941), págs. 288-292.

[12] Parker, en una carta personal a S. H Horn, del 19 de noviembre de 1952.

[13] Es generalmente aceptado por los eruditos que el día egipcio comenzaba a la salida del sol, de allí que se use la abreviatura “s. s. a s. s.” para la expresión “salida del sol a salida del sol,” en contraste con el día judaico, que se extendía de puesta del sol a puesta del sol. (1

[14] La abreviatura “p. s. a p. s.” indica puesta del sol a puesta del sol

[15] Para los propósitos de este estudio, se ha tomado como término medio para la “pues del sol” las 6 p. m., hora civil de Elefantina (hora local de Elefantina, computada a partir de la medianoche), aunque esta hora naturalmente, variaba algo durante las estaciones del año

[16] Sin embargo, no debería olvidarse que el segundo Addaru de las tablas de Parker y Dubberstein (Op. cit., pág. 30.) está todavía sin confirmación, aunque probablemente es correcta su inserción en’ el año 462 de la era precristiana

[17] Para el monumento, véase M. le.Marquis’ Melchior de Vogüé, “Inscription araméenne trouvée en Egypte,” en Comptes rendus des séances de L’Académie des Inscriptionset, BellesrLettxes, 3- 7-1903, págs. 269-276 y lámina

[18] Parker y Dubberstein, op. cit., pág. 30

[19] Como el profesor Kraeling le sugirió verbalmente a S. H. Horn

[20] Es imposible colocar allí el número 15 ó 25 porque el 15 ó 25 de Iyar nunca coincidió con el 20 de Tybi durante el siglo V a. de J. C.

[21] Sayce y Cowley. op. cit., y la lámina que contiene el “Papyrus E, 1-13.”

[22] Cowley, óp. cit., pág. 38

[23] ibid

[24] ibid

[25] Sayce y Cowley op.cit y la lamina que contiene el “Papyrus E. 1-12”

[26] Parker y Dubberstein op.cit pag 30

[27] Figulla,op cit pag 6 ( números 202 y 93)

[28] Parker y Dubberstein op cit pags 25, 32