La Iglesia Adventista Nova Semente [Nueva Simiente] muestra que el corazón de los posmodernos es territorio fértil para la semilla del evangelio. El secreto es aprender a plantar.
Nueva Simiente es el primer proyecto oficial e intencional de la Iglesia en Sudamérica para alcanzar a los posmodernos. Forma parte de las más de veinte comunidades similares diseminadas por el mundo y vinculada al Centro de Estudios Seculares y Posmodernos de la Asociación General. Para liderar ese trabajo, que parece ser una alternativa al desafío de la evangelización en las grandes metrópolis, fue escogido el Pr. Goncalves.
En 1996, después de pasar por los distritos de Pirituba y Riacho Grande, en San Pablo, Kleber embarcó con su esposa hacia la Universidad Andrews, a fin de buscar formación para evangelizar a las mentes posmodernas. En los Estados Unidos, concluyó dos maestrías y un doctorado en Misiología, con énfasis en misión urbana y posmodernismo.
De regreso al Brasil, en 2005, inició el trabajo con Nueva Simiente. Los primeros seis meses fueron dedicados solo al reclutamiento y entrenamientos de quienes formarían parte del “núcleo base”. El desarrollo del proyecto ha mostrado que trabajar con ese público exige tiempo, inversión y preparación especiales. En esta entrevista, Kleber explica el pensamiento posmoderno, responde las dudas más frecuentes acerca de Nueva Simiente y ofrece una alternativa a la predicación del evangelio en nuestros días.
Está casado hace 18 años con la enfermera y obstetra Nereida Cuéllar Goncalves, con quien tiene tres hijos: Isabella (7), Nichollas (5) y Gabriella (2).
Ministerio: En 2008, por primera vez en la historia, la población urbana superó a la rural. Las grandes metrópolis son, en el mundo cristiano, el mayor desafío de evangelización de los adventistas. ¿Qué hacer para alcanzar a ese público creciente?
Gonçalves: A este ritmo de crecimiento, en 2050, aproximadamente el 70% de la población mundial estará viviendo en las grandes ciudades. Los números muestran que, juntamente con la predicación en el mundo musulmán, alcanzar a las metrópolis es uno de los mayores desafíos misiológicos de los adventistas. Ante esta tendencia, otra realidad se consolida: el surgimiento y establecimiento de la mentalidad posmoderna.
Esencialmente, por su poder centralizador y por la fuerte influencia de los grandes centros intelectuales, la vida urbana puede ser vista y comprendida como la “incubadora ideal” para el crecimiento de las raíces posmodernas. En relación con la evangelización, la naturaleza pluralista de la vida urbana nos lleva a considerar cada contexto para así desarrollar metodologías culturalmente relevantes y teológicamente correctas. Por tanto, es esencial que haya un cambio de paradigma, de una misión centrada en la iglesia, hacia una iglesia centrada en la misión.
Ministerio: La mayoría de las personas confunde secularismo con posmodernismo. ¿Cuáles son las semejanzas y las diferencias de los conceptos?
Gonçalves: Muchos usan las palabras “secular”, “pluralista” y “posmoderno” como si fueran sinónimos, pero representan ideas bien diferentes. Una explicación muy simplista diría que la persona secular no tiene su vida direccionada a ningún sentimiento religioso ni se vincula con prácticas espirituales. Básicamente, no cree en Dios, pues se limita a la visión “mundana” y materialista de las cosas, mientras que el pluralista siempre es propenso a aceptar alguna influencia espiritual. Cree en muchos dioses o en diferentes caminos para la experiencia trascendente. El posmoderno, a su vez, presenta una visión del mundo muy compleja. No niega necesariamente la existencia de Dios, pero no demuestra interés en tener algún compromiso con él, principalmente si esa relación es a través de alguna religión institucionalizada. El posmoderno no se considera religioso, sino espiritual. Para él, el concepto de lo correcto y lo equivocado es relativo, conforme a su sentimiento, su intuición y su emoción.
Ministerio: El Pr. Miroslav Pujic, director del Centro de Estudios Seculares y Posmodernos de lo Asociación General, dijo que el abordaje tradicional adventista, por valorar el conocer antes que el pertenecer, termina no alcanzando al posmoderno. ¿Es así?
Gonçalves: Realmente, nuestro abordaje evangelizador acostumbra a dar prioridad a los aspectos cognitivos y racionales. Por ejemplo, el modelo tradicional de los estudios bíblicos es una pregunta seguida por una respuesta. Vale recordar que no existe nada malo en esa metodología cuando es utilizada con personas atraídas, primariamente, por la razón. Además, para ese público, también ha demostrado ser muy eficaz. Para la mente posmoderna, en cambio, son necesarias las evidencias, pero no como tarjeta de presentación. El adoctrinamiento bíblico es esencial, pero no como el primer paso en la caminata de transformación. En el paradigma moderno, el camino hacia el corazón era la mente, mientras que, en el posmoderno, es el corazón. Eso no significa que la iglesia deba aprobar comportamientos contrarios a la enseñanza bíblica, sino que necesita valorar, ante todo, la experiencia real de la persona con Dios y su aceptación auténtica por parte de la comunidad.
Ministerio: Todo cambio parece generar resistencia. Mientras tanto, con el pasar del tiempo y la demostración de resultados, las ideas innovadoras ganan aceptación y hasta imitación. ¿Percibe el mismo proceso con Nueva Simiente?
Gonçalves: Sin duda alguna. Desdichadamente, al comienzo de nuestro trabajo, surgieron comentarios equivocados que crearon una imagen incorrecta del proyecto. Pero el tiempo y los resultados de Nueva Simiente mostraron a la iglesia, como un todo, la seriedad de la propuesta. Obviamente, algunos ajustes son necesarios y esenciales, sin perder la visión y la misión que tenemos como iglesia local. Reconozco la eficacia de las estrategias evangelizadoras tradicionales para de terminados segmentos de la sociedad, y respeto la postura de la iglesia en mantenerlas y promoverlas. Pero Nueva Simiente surgió con la intención de evangelizar a grupos que, hasta ahora, habían sido abordados tímidamente. Para cumplir la misión, debemos buscar metodologías adecuadas para todos los moradores de la tierra, a “toda nación, tribu, lengua y pueblo” (Apoc. 14:6). Y, sin duda, los posmodernos y los seculares están entre las “tribus” que deben ser alcanzadas.
Ministerio: Por tener un “envoltorio” diferente del tradicional, las congregaciones dirigidas a grupos específicos -como judíos, árabes y posmodernos- pueden ser clasificadas, injustificadamente, como no pertenecientes a la iglesia adventista. Para que no queden dudas, ¿qué es Nueva Simiente?
Gonçalves: Desde el punto de vista doctrinal y organizacional, Nueva Simiente es una congregación adventista como cualquier otra. Las distinciones son solo de metodología evangelizados y estructura ministerial. Tenemos los mismos derechos y deberes que cualquier otra iglesia de la Asociación Paulistana. Vale aquí una explicación acerca del nombre, que ha intrigado a muchos. En primer lugar, porque hemos visto que, en el ámbito mundial, las iglesias tienden a adoptar un nombre relacionado con su misión y su propósito, y no con su localización. La Pioneer Memorial Church, iglesia del campus de la Universidad Andrews, es uno de muchos ejemplos. En esa línea, Nueva Simiente no es identificada por el barrio de los Jardines, sino por su misión. El nombre viene de la experiencia de Zaqueo, relatada en Lucas 19. El estudio del texto nos muestra que Zaqueo solo quería ver a Jesús (vers. 3), pero no deseaba exponerse. Y fue en el anonimato -a su tiempo y a su manera- que tuvo el encuentro con Aquel que transformó su vida. El nombre “Nueva Simiente” solo es una metáfora del Sicómoro del publicano (por señal, Zaqueo es el nombre que usamos internamente para designar al público al que apuntamos). Cada fin de semana, tenemos la intención de crear un ambiente propicio para los posmodernos, como primer contacto. Con el estrechamiento de la relación con los visitantes, procuramos conducirlos a una experiencia real con Dios, para que tengan el interés de conocer al Salvador, doctrinalmente hablando. El siguiente paso es llevarlos al bautismo y a una vida de dedicación completa a Dios, como fieles adventistas.
Ministerio: Hace décadas, escritores cristianos, incluso adventistas, han alertado acerca de las influencias negativas de la posmodernidad, como el relativismo. Sin dejar de prevenir a nuestro rebaño contra los riesgos de la cultura contemporánea, ¿cree que es el momento de mirar las oportunidades únicas de nuestro tiempo?
Gonçalves: El relativismo es solo una de las amenazas del posmodernismo, porque esa corriente de pensamiento también defiende el rechazo de las metanarrativas universales, la tolerancia, y la promoción del pluralismo religioso y la discontinuidad histórica. Por otro lado, y a pesar de todas las amenazas, sin el posmodernismo no tendríamos una cultura abierta a la espiritualidad y a la experiencia en comunidad.
Ministerio: ¿Por qué el posmoderno rechaza las instituciones religiosas?
Gonçalves: Por causa de los pecados históricos de la Iglesia Cristiana y del testimonio de los profesos cristianos, los posmodernos asocian la institución religiosa a la intolerancia, la arrogancia, la prepotencia y la falsedad. Expresiones muy utilizadas por nosotros, como: “Ah, cuando acepté la verdad…” o “un día entenderás la verdad…” para ellos son inaceptables. Así también, no admiten la afirmación de que Jesucristo es el único camino para la salvación humana. Además del rechazo a las afirmaciones dogmáticas o absolutistas, los posmodernos esperan encontrar coherencia en la vida de los cristianos. La honestidad entre lo que se habla y lo que se vive es esencial para ellos. Para alcanzarlos, vale la frase de Francisco de Asís: “Predica siempre. Si es necesario, utiliza palabras”.
Ministerio: Usted ha dicho que Nueva Simiente es un proyecto que no debería ser copiado íntegramente. ¿Por qué?
Gonçalves: Sería un error “copiar” la metodología de Nueva Simiente y usarla rígidamente en otra realidad, porque nuestra estrategia y metodología fueron elaboradas para el contexto del Gran San Pablo. Por otro lado, diversos principios utilizados en Nueva Simiente podrían ser adaptados a otras iglesias. Entre ellos, los ministerios de discipulado, voluntariado y el infantil (Simientita). Pero vale recordar que elegir trabajar con el público posmoderno implica cambios en la iglesia local, al igual que en la preparación específica del liderazgo, y la convicción del llamado a esa misión.