Dos noticias aparecidas en The Ministry son dignas de ser comentadas. En el número de junio de 1971, en la página 23 leemos: “En los próximos diez años se pondrán en venta unos setecientos templos de la Iglesia de Inglaterra por considerarse que están demás. Más de treinta viejas iglesias parroquiales ya han sido declaradas sobrantes… La Iglesia de Escocia también está haciendo frente al problema de iglesias que no necesita. Una de sus iglesias de más renombre, la de San Jorge, en Edimburgo, está sufriendo una remodelación porque se la va a destinar a depósito de documentos oficiales”.
En el número siguiente, de julio de 1971, pág. 45, luego de presentar datos sobre templos que serán vendidos debido especialmente a la fusión de congregaciones debidas al ecumenismo, advierte a las iglesias adventistas a estar alertas para comprar “edificios de iglesias que están vacíos o serán pronto desocupados”.
Gracias a Dios que nuestro problema no consiste en templos vacíos o abandonados. Más bien es el de templos que ya no puedan albergar la cantidad de personas sedientas de la verdad que llegan en busca de Dios. Por lo menos este fenómeno sucede en todos los lugares donde hay fervor evangélico.
Con la cosecha abundante que sin duda veremos realizarse en los próximos meses, tendremos que estar también nosotros alertas aquí por si se presentaran oportunidades como ésas. La misma noticia de The Ministry agrega que en Horton, Kansas, la Iglesia Adventista adquirió un templo valuado en más de 50.000 dólares, por sólo 5.500.
El templo con capacidad para 250 personas está equipado con un órgano de tubos, una cocina totalmente instalada, subsuelo y amplias comodidades para la realización de la escuela sabática y otras actividades.
¡Gracias a Dios porque podemos comprar los templos vacíos!