¿Qué hace a una iglesia deseable? ¿Es la alfombra nueva, la ubicación perfecta o la combinación de las macetas? La gente está buscando algo significativo. No siempre sabe cómo explicar lo que busca, pero está tratando de ser parte de algo que realmente valga la pena. A veces traje a “personas de afuera” para evaluar ciertas iglesias. Por lo general, el liderazgo de la iglesia ocupa un lugar más alto en su comunidad espiritual que los “visitantes”. ¿Cuál es la evaluación de su iglesia? ¿Cinco estrellas?
Cuando una persona va a la iglesia, ¿qué crees que está buscando? Si respondiste “a Dios”, tienes razón. Cuando una persona entra en una iglesia, sabe en cuestión de minutos si Dios está presente allí o no.
¿Cuál es el enfoque de tu comunidad de fe? ¿Egocéntrico o enfocado en amar a los demás? ¿Cómo reacciona tu congregación a las caras nuevas? ¿Las notan? ¿Alguna vez has pensado en invitar a un amigo a tu iglesia y preguntarle qué cantidad de estrellas le otorga como evaluación? ¿Qué diría tu nuevo amigo sobre el enfoque y la mentalidad de tu congregación?
¿Con qué frecuencia la gente que habla en tu iglesia usa un lenguaje que termina desanimando a los visitantes? ¿Qué escucha la gente cuando hablas? Ten cuidado, el vocabulario “eclesiástico” puede significar algo diferente más allá de los muros de nuestra confesión y puede confundir a los invitados.
Un día decidí llevar a un amigo a la iglesia conmigo. Elegimos una que nunca había visitado antes. Durante el servicio, me hizo varias preguntas: “¿Qué significa ‘colecta’?” “¿Por qué querría caer en la ‘Roca’?” “¿Cómo me limpia la ‘sangre de un cordero’?” Nunca antes había estado en una iglesia, y pude ver claramente que mi congregación estaba desconectada de los visitantes.
1. Congregación inclusiva
Un día estaba hablando con un seminarista sobre sus experiencias con la iglesia. Sus padres no conocían nuestra confesión y su apariencia no era la de un pastor típico. Me describió cómo otros lo juzgaron en silencio cuando entró por primera vez a la iglesia. Una vez que supieron que estaba estudiando Teología y cuál era su apellido, el comportamiento de la gente cambió y ahora incluso recibe frecuentes invitaciones a almorzar. ¿Cómo tratamos a las personas que se ven diferentes de nosotros? ¿Qué tan intencional eres acerca de llegar a todas las edades, razas y estilos de vida?
2. Comunidad armoniosa
Armonía no significa que todos estén de acuerdo en todo. Más bien, se trata del “clima” de tu iglesia. Cuando alguien entra a su edificio, ¿hay tensión en el aire o es un lugar saludable y seguro para estar? ¿Cómo trata tu iglesia los problemas? Las preguntas y las respuestas ¿se hacen y se dan a la defensiva o con amor? Una iglesia saludable no está libre de problemas; por el contrario, sabe cómo lidiar con ellos.
Una vez, un hombre vino a decirme que él y su familia querían unirse a mi iglesia porque se sentían “amados” y “seguros” en nuestra comunidad. Dijo que estaba muy feliz de finalmente encontrar una iglesia donde podía comunicarse con la gente en un nivel honesto sin ser condenado. Tu iglesia ¿también tiene esta característica?
3. Iglesia accesible
¿Qué tan cerca estás física y emocionalmente de tu comunidad? ¿Con qué frecuencia, como líder, escuchas a las personas sin adoptar una actitud defensiva? Caminar por la comunidad y escuchar a las personas es importante para saber lo que buscan. ¿Está tu iglesia inmersa en la oración? ¿Conocen los miembros de tu comunidad la voluntad de Dios? En las aplicaciones virtuales, los restaurantes son clasificados con un número de estrellas en cuanto a presentación, meseros, sabor, estética y ubicación. ¿Por qué nuestra comida espiritual debería ser tratada diferente? ¿Cuántas estrellas le pondrían a tu iglesia?
Sobre el autor: profesor de Teología pastoral y Discipulado en la Universidad Andrews, Estados Unidos