I. IDEAS SENCILLAS Y EFICACES

  1. Dependa del Espíritu Santo. Nosotros somos sus instrumentos.
  2. Piense que puede y podrá.
  3. Sea evangelista o no, introduzca con fe sus pies en el Mar Rojo de la evangelizaron y éste se abrirá completamente.
  4. Produzca bautismos. Si no los hay, algo está mal y debe corregirlo. Recuerde que Pedro no era orador, ni evangelista, pero con el Espíritu Santo se lanzó a predicar y bautizó tres mil personas.

II. PLANIFIQUE LA CAMPAÑA

  1. Elija el lugar con seis o más meses de anticipación.
  2. Seleccione el material a usar en la preparación.
  3. Fíjese objetivos posibles de alcanzar.
  4. Haga un presupuesto que incluya la preparación y la continuación de la campaña, más o menos con los siguientes renglones:

a. Material de preparación.

b. Prensa y radio.

c. Volantes.

d. Biblias.

e. Material para la continuación.

f. Equipo.

g. Películas.

h. Revistas (Centinela, Vida Feliz, Juventud).

i. Avisos y otros.

j. Imprevistos.

  • Reúna a todos los oficiales de la iglesia; exponga el plan para la campaña y obtenga el apoyo de ellos.
  • Dedique varias reuniones con los oficiales a orar y escuchar sugerencias.
  • Predique el sábado un sermón corto y vibrante sobre la necesidad de evangelizar.
  • Cite con tiempo a la iglesia para ese sábado en la tarde; lleve suficiente material y entregue a cada miembro y unidad evangelizadora una tarea definida de preparar gente; sugiera que le traigan un mínimo de tres a cinco personas cada noche e insista en ello.
  • Nombre esa tarde las siguientes comisiones:

a. Grupos de oración.

b. Programa.

c. Ujieres.

d. Finanzas.

e. Sorpresas.

f. Relaciones públicas, Radio.

g. Decoración y arreglo.

h. Volantes.

i. Plataforma.

j. Equipo y películas.

k. Visitas y estudios bíblicos.

  1. Reúna a los profesores y maestros del colegio o escuela, y planifique una semana de oración para la institución simultáneamente.
  2. Reorganice las clases bautismales.
  3. Planifique una semana de reavivamiento y vigilias antes de la campaña.
  4. Organice y anime a laicos y jóvenes a realizar pequeñas campañas de La Voz de la Juventud en los barrios, y que posteriormente traigan a esas personas a sus conferencias.
  5. Prepare temas sólidos y de actualidad. Ayune con su familia. Lleve ideas novedosas que atraigan la atención del público.
  6. Comience el sábado en la noche. En la tarde que precede al comienzo de la campaña, ponga a la iglesia a repartir volantes. Suspenda toda otra actividad esa tarde.

III. COMO COMENZAR LA CAMPAÑA

  1. Elimine lo que no le ha dado buenos resultados. Cambie los sistemas y métodos, y sea diferente. Ejemplo:

a. Comience con un bautismo.

b. Logre que el público participe.

c. Trate asuntos referentes a la salud.

d. Dé buenos premios.

e. Tenga novedades que atraigan.

f. Celebre una boda.

g. Organice un simposio sobre hogar.

h. Trate temas referentes a la delincuencia.

i. Disponga de invitados que le ayuden.

 j. Prometa un gran premio para el final.

  • Deje una noche libre en la semana.
  • Organice la clase bíblica pronto.
  • Cada sábado de noche tenga algo novedoso para darle interés a la próxima semana.
  • Tenga durante las conferencias dedicación de niños, bodas, tiempo para preguntas y respuestas. Organice los sábados de tarde y los domingos charlas por separado para jóvenes, esposos y esposas. Verá usted que el público aumentará y muchos se bautizarán.
  • A las tres semanas, como gran premio, haga un paseo bien organizado, con bautismos.
  • Reúna las comisiones con frecuencia, oiga opiniones y agradezca la ayuda que le dan.

IV. LA CONTINUACIÓN DE LA CAMPAÑA

  1. Si usted es un evangelista invitado, permita que el pastor del lugar se dé a conocer y que el público se vaya adaptando a él.
  2. Tenga el volante listo para la primera conferencia del pastor, y vea que comience un sábado de noche.
  3. El público no debe saber que usted se va.
  4. Déjele material e ideas al nuevo orador; especialmente dinero.
  5. La continuación de la campaña debe ser por un mínimo de tres semanas.

¡Pruébelo, y verá los resultados!

OBREROS CONSAGRADOS

“Dios llama a obreros consagrados que sean leales a él: Hombres humildes que comprendan la necesidad de realizar obra evangélica y que no retrocedan sino que cada día realicen fielmente su tarea dependiendo de la ayuda y el poder de Dios en cada emergencia que surja. El mensaje debe ser llevado por los que aman y temen a Dios. No acudáis a las oficinas de la asociación con vuestros problemas menores. Seguid hacia adelante y en vuestra categoría de evangelistas presentad con humildad un ‘así dicen las Escrituras’ ” (El Evangelismo, pág. 22).

Sobre el autor: Joel Manosalva es Secretario de la Asociación Ministerial de la Unión Colombo Venezolana.