Muchas divisiones tuvieron un éxito
El programa COSECHA 90 es un plan de evangelización mundial adoptado por la iglesia en el Congreso de la Asociación General en 1985. Comenzó el 1o de julio de 1985 y se extiende hasta el 30 de junio de 1990. El plan Cosecha 90 reconoce que “Estamos en los días de la cosecha. Los tiempos demandan que la iglesia se levante y dirija sus energías para alcanzar cada región y cada grupo étnico, cultural y social”.
El programa Cosecha 90 tiene tres dimensiones importantes. Primero, la dimensión espiritual: estimulare crecimiento espiritual a través del estudio de la Biblia, la oración intercesora, la comunión, la adoración y la re-vitalización de la religión familiar para que los hogares lleguen a ser centros de amor, de atención y de testimonio. En segundo lugar, la dimensión evangelizadora: reconocer a la iglesia local como un centro de evangelización, de alimento, de entrenamiento de los miembros para el ministerio, y renovar la proclamación del mensaje bíblico y profético del adventismo del séptimo día. En tercer lugar, la dimensión de la preparación: duplicar el número de miembros equipados para la actividad de la ganancia de las almas según sus dones espirituales, y hacer que cada congregación adventista llegue a ser un centro de preparación para el servicio.
Hay también tres objetivos para el plan Cosecha 90. Primero: duplicar el número de ingresos que se lograron durante los Mil días de cosecha. Segundo, lograr la participación de los miembros inactivos y una mayor asistencia a la iglesia. En tercer lugar, envolver a los laicos, junto con sus pastores, en toda clase de actividades evangelizadoras y misioneras
El mes de junio de 1988 marcó el fin de los primeros tres años del plan Cosecha 90. El programa fue aceptado con entusiasmo e implementado en todas las divisiones y uniones del mundo. Los resultados fueron estimuladores. Se trazaron planes excelentes; los administradores, los departamentales, los pastores y los laicos abrazaron este plan. En muchos lugares está ocurriendo un reaviva- miento espiritual.
Resultados estimuladores
El blanco mundial para mediados del plan era de 820.000 bautismos. Gracias a Dios, en ese lapso se bautizaron 1.075.000 personas, lo que significó una superación de 255.050 del objetivo propuesto. De las diez divisiones, seis alcanzaron su objetivo. Durante 1987, tres divisiones pasaron el blanco de 90.000 bautismos: la Interamericana, 95.486; la de Africa Oriental, 93.951 y la Sudamericana, 91.400.
Durante los últimos cuatro años, los bautismos aumentaron en una forma notable (véase la tabla comparativa).
Los métodos que produjeron más ganancia de almas hasta este momento fueron:
- La evangelización pública: las campañas evangelizadoras realizadas en las iglesias, en centros públicos, en carpas, salones, etc., que fueron dirigidos por evangelistas, pastores, laicos y jóvenes.
- Los estudios bíblicos: dados en grupos, a familias o a individuos por pastores y especialmente por los laicos.
- Las clases bautismales: dictadas especialmente en las iglesias, las escuelas y los hogares, por pastores y por laicos. Muchas iglesias tienen clases bautismales permanentes para niños, jóvenes y adultos.
- Seminarios sobre Apocalipsis: desarrollados en iglesias, escuelas, hoteles, bibliotecas y hogares. Estos seminarios se dictan en Estados Unidos, Europa, Sudamérica y en las divisiones del Pacífico sur. Pronto se implementarán en todo el mundo.
- La evangelización en el hogar: muchos hogares han llegado a ser centros para actividades evangelizadoras con estudios bíblicos, seminarios y escuelas sabáticas filiales.
- Los bautismos frecuentes: en muchos lugares cada iglesia realiza bautismos mensuales. En cada ceremonia se realiza una invitación dirigida a los que quieren prepararse para el bautismo. El seguimiento con estudios bíblicos prepara a los nuevos candidatos para futuros bautismos.
Nuevos métodos exitosos
Durante el plan Cosecha 90 surgieron muchos métodos nuevos:
- Las campañas evangelizadoras nacionales y multinacionales. En un país o en diferentes países, se realizaron series de reuniones —en un plan unido y simultáneo—, seminarios en todas las iglesias y en centenares de nuevos lugares.
- Campañas múltiples de evangelización metropolitana. En una gran ciudad, las iglesias, los pastores y centenares de miembros laicos se unen en la evangelización y abarcan toda una ciudad.
- La evangelización y la salud. Se presentan simultáneamente varios programas doctrinales y de salud.
- Seminarios masivos sobre Apocalipsis. Se cubre un país o determinada área con centenares de seminarios sobre Apocalipsis que son dirigidos por pastores y laicos. En la División Sudamericana, cada clase de escuela sabática conduce un seminario de Apocalipsis.
- Los planes pioneros. En la División Sudamericana, la mayoría de las iglesias eligen grupos que abandonan la iglesia madre y forman una nueva congregación.
- Institutos de evangelización móviles. La División Euroafricana organizó un instituto móvil de evangelización que realiza campañas evangelizadoras en una ciudad por seis meses y se desempeña como una escuela de evangelización donde los pastores y los laicos aprenden a dirigir con éxito las campañas.
- La evangelización entre los musulmanes. La División del Lejano Oriente dictó en 1986 una cátedra de diez días sobre como evangelizar a los musulmanes. Se asignaron veinticinco obreros para trabajar entre las personas de esta fe, y este esfuerzo está generando resultados. Este año la división dictará un seminario similar con respecto a cómo evangelizar a los budistas.
Noticias de las divisiones
Hacia la mitad del programa Cosecha 90, la División Sudamericana había alcanzado la cifra mayor en bautismos. Se había conducido un poderoso programa evangelizador que incluía campañas metropolitanas nacionales y múltiples, clases bautismales en todas las iglesias, el plan pionero, los seminarios sobre Apocalipsis que se efectuaban simultáneamente a través de todos los países de la división.
En 1989 se concretará una campaña de evangelización gigantesca en Brasil y en 1990 la división desarrollará una campaña evangelizadora multinacional.
La División Interamericana tiene un programa permanente de evangelización. Este campo tiene cuatro evangelistas y cada unión tiene uno más. Enormes cantidades de laicos participan en todas las áreas de la evangelización y preparan el 85% de los candidatos bautismales. Todos los pastores participan en la evangelización y entrenan a centenares de laicos. Los administradores de la división y de los campos locales otorgaron prioridad total a la evangelización y condujeron a lo menos una campaña por año. En 1989 estarán desarrollando una campaña de evangelización gigantesca en la ciudad de México con 1.500 centros de predicación simultáneos.
La División de África y Océano Indico tiene el mayor blanco de bautismos de todo el mundo: 410.000 personas. Implementaron un gran programa de evangelización laica y pastoral. Se están alcanzando nuevos países y nuevas tribus, incluyendo a los pigmeos. En Ruanda, durante un sábado se llevó a cabo un bautismo multitudinario de 4.500 personas. Resulta difícil construir nuevas iglesias suficientes para todos los nuevos miembros. En septiembre de 1988 el pastor Neal Wilson condujo una gran campaña de evangelización en Arusha, Tanzania.
La División del África Oriental ocupa el segundo lugar hasta la fecha en bautismos. En el segundo año del programa Cosecha 90 se bautizaron 97.181 personas. Esperaban bautizar más de 100.000 el año pasado. Muchos componentes de la tribu de los gigantes Masa están respondiendo a las invitaciones del Evangelio. En Mombasa, 60 musulmanes se bautizaron el año antepasado. El Concilio Anual se realizó en Nairobi en octubre de 1988; se esperaba que estuviera presente el mayor número de representantes adventistas de toda la historia de la iglesia.
La División del Lejano Oriente, con centenares de miles de musulmanes y de budistas, afronta el mayor desafío en la evangelización. Se están haciendo planes muy definidos para alcanzar a estos grupos religiosos. En Indonesia, un sábado se bautizaron 25 musulmanes. En Manado, también Indonesia, una campaña evangelizadora conducida por una mujer tuvo un resultado de 160 bautismos. En Seúl, Corea, se realizarán durante 1989 dos mil reuniones simultáneas. En Filipinas se está penetrando en nuevas poblaciones a un ritmo superior a una por día. Esta división está teniendo un promedio de 85 bautismos diarios.
Un notable reavivamiento evangelizador está ocurriendo en Europa. En la División Euroafricana, se desarrollaron institutos de evangelización en Viena, Zurich y Berlín occidental. En 1988 se efectuaron campañas evangelizadoras en las ciudades de Zaragoza, Madrid y Valencia en España. Para este año está programada la campaña evangelizadora de España, que se llevará a cabo en 75 lugares en forma simultánea. Una campaña evangelizadora que se realizó en Lisboa, Portugal, atrajo la atención de más de 4.000 personas. Actualmente, unos 400 asistentes solicitaron estudios bíblicos.
En la División Transeuropea, gracias a la evangelización pública y a los seminarios sobre Apocalipsis, se está manifestando un gran reavivamiento en estos últimos meses. La campaña metropolitana que se realizó en la ciudad de Londres resultó en más de 400 bautismos. Como consecuencia de las campañas evangelizadoras realizadas en Gdansk, Polonia, se obtuvieron los nombres de más de 2.000 personas y se bautizó a más de un centenar de ellas. En Estocolmo se registraron los nombres de 1.700 no adventistas en los 15 seminarios que se dictaron. Más de 500 personas asistieron a los seminarios sobre religión.
La División de Pacífico Sur ha superado su blanco. En Australia se condujeron capañas evangelizadoras en 40 ciudades principales. Los seminarios sobre el libro de Apocalipsis se están difundiendo rápidamente por todo el país con muy buenos resultados. En las islas del Pacífico, los pastores y los laicos están trabajando juntos y ganando nuevos hermanos.
La División Sudasiática está luchando para penetrar en las grandes ciudades de su territorio y en sus millares de villas. El pastor Gerald J. Christo, presidente de la división, dictó un ciclo de evangelización en Hydera- bad que tuvo un resultado de 141 bautismos. En la zona de Meghalaya, el hermano laico Charles Sangma condujo una serie de reuniones en diferentes poblaciones y se bautizaron 66 personas.
La División Norteamericana superó su blanco en el transcurso de los primeros seis semestres de Cosecha 90. La evangelización pública y los seminarios sobre Apocalipsis son los métodos más productivos para ganar almas. En el transcurso de 1987 varios evangelizadores y pastores bautizaron más de cien personas: Kenneth Cox bautizó un número de personas superior a los 450 y J. J. Rodríguez, bautizó 302 personas. En la campaña metropolitana múltiple de la Asociación de la Gran Nueva York se bautizaron 1.465 personas. Se planificaron campañas similares para Nueva Jersey, Potomac, Texas, Oklahoma y California. Cada vez se están realizando más seminarios dirigidos por pastores y laicos.
La culminación del programa Cosecha 90
A partir de este número restan tan sólo cinco trimestres para que culmine el programa Cosecha 90. Recomendamos que las divisiones, las uniones y los campos locales aumenten al máximo sus actividades evangelizadoras para obtener los mayores resultados en las etapas finales del programa. Abrigábamos la esperanza de bautizar 500.000 personas en 1988. Sería la primera vez en la historia de la iglesia que semejante cantidad de personas hayan ingresado en un sólo año. Varias divisiones y uniones están planificando alcanzar su plan de Cosecha 90 hacia el fin de 1989 a fin de que los bautismos de 1990 se transformen en cifras que superen el blanco propuesto. En todas las divisiones, uniones y campos locales se están realizando esfuerzos para alcanzar los blancos para el momento de. la sesión del Congreso de la Asociación General en Indianápolis.
Durante la última parte de 1988 y la primera de 1989, sería provechoso trazar los planes definitivos y los materiales adecuados para la difusión y la culminación del plan Cosecha 90. También sería provechoso comenzar a preparar a obreros y laicos para la ofensiva final en la evangelización que conduciría al programa hacia el fin del proyecto con una victoria gloriosa.
Durante el último año de Cosecha 90, de julio de 1989 a junio de 1990, tenemos la esperanza de implementar un gigantesco Festival de cosecha a través de un programa de evangelización total.
Otra idea es organizar y lanzar una Campaña de evangelización mundial con cada administrador, departamental y pastor, a lo que se sumará la participación de un millón de laicos. La clave de este plan es que cada iglesia del mundo se transforme en un centro de evangelización que conduzca un programa anual de crecimiento. Sugerimos las siguientes actividades: Dos campañas de evangelización durante el año (una en la iglesia y la otra en un lugar nuevo), seminarios de estudio de Apocalipsis, clases bautismales permanentes y estudios bíblicos en los hogares dirigidos por pastores y laicos.
Esperamos que en el transcurso del último año de Cosecha 90, medio millón de hogares lleguen a ser centros de evangelización para alcanzar a los vecinos y a los amigos. También sería deseable que cada familia adventista conquiste para Cristo a un miembro de la familia, un amigo o un vecino. Esto aseguraría una gran victoria que podría ayudarnos a movilizar y entrenar al menos a un millón de laicos para que se transformen en ganadores de almas.
Durante el último año, las iglesias debieran tener bautismos frecuentes. Lo ideal es que cada iglesia tenga bautismos mensuales o a lo menos trimestrales y se haga un ferviente llamamiento en cada ceremonia para obtener los nombres de otras personas que desean prepararse para el bautismo.
Creo que si toda la iglesia mundial se une en un programa de evangelización total, teniendo a la iglesia local como centro de la evangelización, y si se logra la movilización de todos los pastores y de un millón de laicos, y se utilizan todos los métodos apropiados para el crecimiento de la iglesia, se contará con la segura bendición del Señor y se logrará la victoria. Trabajando juntos, asistidos por el Espíritu Santo alcanzaremos los blancos propuestos por el programa Cosecha 90.
Sobre el autor: Carlos E. Aeschlimann es uno de los secretarios asociados de la Asociación Ministerial de la Asociación General y es el coordinador del programa Cosecha 90.